8 de septiembre de 2008

La lucha de un pueblo desarmado

La lucha de un pueblo desarmado: SEPTIEMBRE: LA MUERTE DEL SOCIALISTA SALVADOR ALLENDE Por: Miguel García Angelo * Un 11 de septiembre de 1973 muere el Revolucionario Socialista Salvador Allende, ex-presidente democrático del hermano país de Chile, según el Documental Audiovisual “La batalla de Chile. La lucha de un pueblo desarmado” del magnifico director chileno Patricio Guzmán, todo empezó a las 08:30 a.m. cuando Allende llega al Palacio de la Moneda, enterado que las Fuerzas Armadas de Chile a la cabeza del Ex General Augusto Pinochet empezaron a militarizar la región de Valparaíso, e inmediatamente instruye el repliegue de sus generales constitucionalistas a sus cuarteles respectivos. A las 12:00 del medio día de ese mismo 11 de septiembre, los Generales aliados a Pinochet exigen la renuncia al Presidente Allende y le garantizan una avioneta para salir del país trasandino. Allende responde: “No renunciare… el pueblo me eligió democráticamente y me quedaré para cumplir con ello”, e instruye a toda su guardia policial y militar a desalojar el Palacio de la Moneda y se quedan solamente 40 civiles con él para iniciar resistencia. A las 14:20 p.m., llueve una tormenta de bombas sobre el Palacio de Gobierno, en donde muere heroicamente Allende y sus más leales políticos. Meses previos a la muerte de Allende, exactamente en el mes de marzo de ese mismo año, la Unidad Popular UP (partido político) liderizado por Salvador Allende alcanzó el 43% de la votación del pueblo chileno en un plebiscito nacional, un hito histórico que ningún partido había alcanzado en los últimos 40 años de vida democrática de ese país. El opositor Partido Nacional, de tendencia conservadora y burguesa, a partir de ese resultado empezó una ola de acciones y actividades de boicot en contra del gobierno ratificado democráticamente: los industriales empezaron a desabastecer los mercados locales, los transportistas iniciaron paros y bloqueos por falta de carburantes, los trabajadores de las empresas estatales de cobre después de casi 20 años sin alguna incidencia política empezaron una huelga indefinida en demanda de mejoras salariales, los medios de comunicación empezaron a desprestigiar sistemáticamente al gobierno, y finalmente (también) la Universidad Católica de Chile se convierte en el centro de reuniones de estudiantes de clase media junto al Frente Femenino de tendencia burguesa para iniciar actos de convulsión en la capital chilena. A partir del mes de marzo hasta septiembre de 1973, este conjunto de acciones de boicot en contra del gobierno de Allende, empezaron a debilitar a los trabajadores y campesinos de ese país, quienes apoyaban el proyecto socialista de Allende; sin embargo, las clases medias de Santiago en particular los grupos de choque del partido opositor, al estilo fascista, y apoyados por estudiantes universitarios pudieron más, ya que iniciaron hechos de violencia y bloqueos en todas las carreteras de ingreso a la capital. La primera semana de septiembre de ese año, el Comandante Prats, leal militar y constitucionalista de Allende además de Ministro de Defensa, es asesinado en la capital. En sustitución de Prats, Allende nombra a otro de sus generales de mayor confianza: Augusto Pinochet, quien jura en el Palacio de la Moneda cumplir y hacer cumplir la Carta Magna de Chile. Sin embargo, el caos y la violencia generada por la clase política de derecha y burguesa de ese país pudieron más que la democracia. Pinochet, la madrugada del 11 de septiembre de 1973 inicia el Golpe de Estado, un golpe militar que duró más de dos décadas, con alrededor de 30.000 muertos, 5.000 desaparecidos y más de 10.000 heridos. El Gobierno de Estados Unidos a través de la CIA, financió económicamente todas las actividades de violencia de los industriales y políticos del Partido opositor Nacional, y finalmente dio todo su respaldo al General Pinochet. * Comunicador Social Investigador Centro de Estúdios Transdisciplinarios Septiembre del 2008

1 comentario:

Anónimo dijo...

Todas las condiciones del golpe de Pinochet han sido muy bien estudiadas por la oposición? por la embajada? por las fundaciones que externamente ya se están frotando las manos? Pero el conocimiento que todos ellos tienen del país es pobre y desconocen nuestra historia. Si bien el guión es el mismo que en el 73, la coyuntura es otra, el movimiento popular es otro. Allende no es Evo Morales. Allende actuó con ingenuidad al creer hasta el final que la democracia era sagrada. Quienes respaldan socialmente a EVo Morales no son partidos políticos, no son estructuras institucionalizadas sino el movimiento social y eso hace una gran diferencia!!!!!!!!!! Y creo, confío en lo más profundo de nuestra historia, que el plan que tienen los señores de la tierra no puede conducir a otro lugar más que a su propia derrota y al naufragio de un país que fue construido sobre el lomo de la mayoría.