AMNISTÍA INTERNACIONAL
COMUNICADO PÚBLICO
12 de Septiembre de 2008
Bolivia: El respeto a los derechos humanos es fundamental para parar la escalada de violencia
La escalada de violencia en el área conocida como la “media luna”, en los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca, Beni y Pando, en los últimos días es motivo de preocupación por la situación de los derechos humanos en el país.
La violencia ha surgido en varias etapas de un proceso de reforma de la Constitución que comenzó en 2006, como sensibilidades regionales en torno a la cuestión de la autonomía que han conducido a la polarización en las respuestas. La discriminación y el racismo contra la población indígena de Bolivia ha sido una característica que comparten estas tensiones.
El reciente referéndum revocatorio, que se celebró el 10 de agosto de 2008, no sólo validó el mandato del actual presidente, Evo Morales, sino también manifestó una cierta consolidación del apoyo regional a los prefectos en la oposición. Las protestas y la violencia que condujo al referéndum fueron brevemente superadas, pero se han reanudado una vez más, al parecer exacerbada por la polarización política demostrada en el referéndum. Según algunos informes, ocho personas resultaron muertas y más de 30 heridos se produjeron en los enfrentamientos cerca de Cobija en el departamento de Pando el 11 de septiembre.
Grupos de choque en Santa Cruz, al parecer entre ellos la Unión Juvenil Cruceñista, se han centrado en los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales, en particular los que trabajan con las comunidades indígenas en defensa de sus derechos humanos. Una organización no gubernamental, CEJIS, ha sido objeto de 15 ataques en los últimos cinco años, que culminó con el asalto de sus oficinas el 9 de septiembre.
El gobierno nacional parece haber sido incapaz de sofocar las violentas protestas. Varios prefectos y dirigentes cívicos han justificado públicamente el recurso a la fuerza para seguir la agenda autonómica de los departamentos de la “Media Luna”, a pesar de que recientemente han tratado de distanciarse de las tácticas violentas empleadas por los grupos de choque.
“La intervención del gobierno es esencial para mantener el imperio de la ley en Bolivia, y debe llevarse a cabo con pleno respeto de los derechos humanos”, dijo Susan Lee, Director de las Américas de Amnistía Internacional. Todas las partes en la violencia actual tienen la responsabilidad de asegurar que el clima de tensión y de violencia no empeore, y que los derechos humanos y el imperio de la ley, garantizado por la Constitución, sean respetados en todas las etapas a fin de lograr una solución duradera de la crisis actual.
FIN/
Defendemos los derechos humanos en el mundo.
COMUNICADO PÚBLICO
12 de Septiembre de 2008
Bolivia: El respeto a los derechos humanos es fundamental para parar la escalada de violencia
La escalada de violencia en el área conocida como la “media luna”, en los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca, Beni y Pando, en los últimos días es motivo de preocupación por la situación de los derechos humanos en el país.
La violencia ha surgido en varias etapas de un proceso de reforma de la Constitución que comenzó en 2006, como sensibilidades regionales en torno a la cuestión de la autonomía que han conducido a la polarización en las respuestas. La discriminación y el racismo contra la población indígena de Bolivia ha sido una característica que comparten estas tensiones.
El reciente referéndum revocatorio, que se celebró el 10 de agosto de 2008, no sólo validó el mandato del actual presidente, Evo Morales, sino también manifestó una cierta consolidación del apoyo regional a los prefectos en la oposición. Las protestas y la violencia que condujo al referéndum fueron brevemente superadas, pero se han reanudado una vez más, al parecer exacerbada por la polarización política demostrada en el referéndum. Según algunos informes, ocho personas resultaron muertas y más de 30 heridos se produjeron en los enfrentamientos cerca de Cobija en el departamento de Pando el 11 de septiembre.
Grupos de choque en Santa Cruz, al parecer entre ellos la Unión Juvenil Cruceñista, se han centrado en los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales, en particular los que trabajan con las comunidades indígenas en defensa de sus derechos humanos. Una organización no gubernamental, CEJIS, ha sido objeto de 15 ataques en los últimos cinco años, que culminó con el asalto de sus oficinas el 9 de septiembre.
El gobierno nacional parece haber sido incapaz de sofocar las violentas protestas. Varios prefectos y dirigentes cívicos han justificado públicamente el recurso a la fuerza para seguir la agenda autonómica de los departamentos de la “Media Luna”, a pesar de que recientemente han tratado de distanciarse de las tácticas violentas empleadas por los grupos de choque.
“La intervención del gobierno es esencial para mantener el imperio de la ley en Bolivia, y debe llevarse a cabo con pleno respeto de los derechos humanos”, dijo Susan Lee, Director de las Américas de Amnistía Internacional. Todas las partes en la violencia actual tienen la responsabilidad de asegurar que el clima de tensión y de violencia no empeore, y que los derechos humanos y el imperio de la ley, garantizado por la Constitución, sean respetados en todas las etapas a fin de lograr una solución duradera de la crisis actual.
FIN/
Defendemos los derechos humanos en el mundo.
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