Max Murillo Mendoza
Las redes de televisión privadas UNITEL, RED UNO Y PAT, son cómplices directas de la masacre de Pando. Las evidencias son más que convincentes, a estas alturas sería tonto y estúpido pensar lo contrario. Las cadenas aludidas son responsables directas de esa masacre, por su papel de manipulación directa y parcialización total con las hordas de fascistas prefecturales y cívicas de Pando y Riberalta. La justicia debe actuar contra esos delincuentes de la información, que a nombre de la libertad de expresión se prostituyen cuan mejor postor y patrón, en este caso a las ordenes de los latifundistas de Pando y el Norte de Bolivia.
El susodicho “periodista” Jorge Melgar es simplemente la punta del ovillo. Existe una mafia de la información y desinformación que va más allá de la truculenta libertad de expresión. El asco llega a niveles realmente repugnantes cuando todos los canales de televisión privados no dijeron nada de los asesinados en Pando; sin embargo se rasgaron las vestiduras cuan cenicientas mujercitas, de la información, mostrando como a un “ejemplar” periodista al ganster de Melgar.
Estas redes de desinformación deben rendir cuentas al país, por sus maneras anti-bolivianas de actuar, por sus servicios incondicionales a las colonias de extranjeros que están complotando contra el país y su historia. El otro camino es por supuesto el de la nacionalización de estos servicios, ya que lo único que hacen es dañar a Bolivia, envenenar la mente de jóvenes y sectores de clase media, para inducir miedo y odio ante los cambios históricos que vive el país. Más allá de la libertad de expresión, ya prostituida y destruida por estos sectores anti-nacionales, están los intereses de nuestro país, los intereses del 70% de la población que reclama cambios a esta lógica de la corrupción y odio. Aquí no hay ni debe existir medias tintas, se trata de jugar con las mentes y corazones de poblaciones enteras, y eso es jugar con los sentimientos y costumbres de nuestro país. Se burlaron de los muertos de Pando, y se burlan todos los días de este país que les acogió y les dio la oportunidad de progresar dignamente; pero sus intenciones no son precisamente la de desarrollar este país, sino la de destruirla en nombre de la competitividad y la libre empresa, los resultados son a todas luces evidentes.
Señores del estado boliviano, otra de sus obligaciones es la de hacer respetar los usos y costumbres de Bolivia, y estos señores siguen pensando con mentalidad ajena, contraria y abiertamente anti-nacional, por lo que deben actuar, precisamente en nombre de la libertad de expresión. En nombre de los intereses más naturales: el respeto a la diferencia y la multi, pluri culturalidad civilizada y culta. Todos los gerentes y dueños de esas cadenas son tan iguales o peores que su compinche Jorge Melgar.
Cochabamba, 15 de octubre de 2008.
Las redes de televisión privadas UNITEL, RED UNO Y PAT, son cómplices directas de la masacre de Pando. Las evidencias son más que convincentes, a estas alturas sería tonto y estúpido pensar lo contrario. Las cadenas aludidas son responsables directas de esa masacre, por su papel de manipulación directa y parcialización total con las hordas de fascistas prefecturales y cívicas de Pando y Riberalta. La justicia debe actuar contra esos delincuentes de la información, que a nombre de la libertad de expresión se prostituyen cuan mejor postor y patrón, en este caso a las ordenes de los latifundistas de Pando y el Norte de Bolivia.
El susodicho “periodista” Jorge Melgar es simplemente la punta del ovillo. Existe una mafia de la información y desinformación que va más allá de la truculenta libertad de expresión. El asco llega a niveles realmente repugnantes cuando todos los canales de televisión privados no dijeron nada de los asesinados en Pando; sin embargo se rasgaron las vestiduras cuan cenicientas mujercitas, de la información, mostrando como a un “ejemplar” periodista al ganster de Melgar.
Estas redes de desinformación deben rendir cuentas al país, por sus maneras anti-bolivianas de actuar, por sus servicios incondicionales a las colonias de extranjeros que están complotando contra el país y su historia. El otro camino es por supuesto el de la nacionalización de estos servicios, ya que lo único que hacen es dañar a Bolivia, envenenar la mente de jóvenes y sectores de clase media, para inducir miedo y odio ante los cambios históricos que vive el país. Más allá de la libertad de expresión, ya prostituida y destruida por estos sectores anti-nacionales, están los intereses de nuestro país, los intereses del 70% de la población que reclama cambios a esta lógica de la corrupción y odio. Aquí no hay ni debe existir medias tintas, se trata de jugar con las mentes y corazones de poblaciones enteras, y eso es jugar con los sentimientos y costumbres de nuestro país. Se burlaron de los muertos de Pando, y se burlan todos los días de este país que les acogió y les dio la oportunidad de progresar dignamente; pero sus intenciones no son precisamente la de desarrollar este país, sino la de destruirla en nombre de la competitividad y la libre empresa, los resultados son a todas luces evidentes.
Señores del estado boliviano, otra de sus obligaciones es la de hacer respetar los usos y costumbres de Bolivia, y estos señores siguen pensando con mentalidad ajena, contraria y abiertamente anti-nacional, por lo que deben actuar, precisamente en nombre de la libertad de expresión. En nombre de los intereses más naturales: el respeto a la diferencia y la multi, pluri culturalidad civilizada y culta. Todos los gerentes y dueños de esas cadenas son tan iguales o peores que su compinche Jorge Melgar.
Cochabamba, 15 de octubre de 2008.
1 comentario:
Si un político X dice un día "Ellos son sucios..." y otro político KKK dice otro día "Tiranos, sinverguenzas, cínicos, cobardes ...¡Sigan temblando!" ...¿Cuales serán los titulares de los noticieros de esos días?
El del primer día será "Evo agrede otra vez..." y el del segundo día será "El Señor Gobernador declaró que... "
Publicar un comentario