Por: Armengol Caballero (*)
Se recordó y dedicó a la memoria de Chico Mendes -recolector de caucho, sindicalista y activista ambiental brasileño que luchó contra la extracción de madera y la expansión de los pastizales en la amazonía, asesinado en 1988- y a todos los compañeros y compañeras que fueron y son diariamente masacrados por resistir el saqueo y explotación de la Amazonía, el Seminario Internacional “Desarrollo Local, Sostenibilidad y Organizaciones Populares”, realizado el pasado mes de julio en Rio Branco, Brasil.
Dicho Seminario contó con la participación de representantes de organizaciones sociales y económicas campesinas e indígenas, afro-descendientes, siringueros, comunidades ribereñas, trabajadores(as) de ciudades y pueblos rurales, gobierno del Estado del Acre, instituciones públicas y privadas de los Estados de Pará, Amazonas, Rondonia, Distrito Federal, San Pablo y Río de Janeiro, de Brasil; igualmente, organizaciones campesinas indígenas e instituciones de los Departamentos de Madre de Dios, Cusco, San Martín, Loreto y Ucayali, del Perú, y de los Departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, de Bolivia. Responde a una creciente preocupación por el presente y el futuro de la región amazónica continental, en general, y por lo que ocurre en las zonas de la frontera tripartita de la región y que involucra a los tres países.
Como se sabe, la Amazonía continental representa el 43% de la superficie de América del Sur y cubre gran parte de los territorios de nueve países, de los trece que lo integran. En ella vive una población estimada en 23 millones de habitantes, y contiene el 80% de la biodiversidad del planeta y cerca del 20% de agua dulce. Es la mayor reserva de bosques tropicales del mundo; rica en yacimientos de minerales preciosos y es reserva de petróleo y gas. Tiene la mayor red de ríos del planeta, con potencial para hidroeléctricas e hidrovías. Estas son razones que despiertan la atención y la codicia de las empresas transnacionales e inversionistas, muchas veces respaldadas por sus gobiernos, que buscan adueñarse de ella.
Los dirigentes y líderes de los movimientos populares han expresado en el Seminario su preocupación por la concesión de licencias para ampliar las fronteras agrícolas y, a costa de la destrucción de millones de hectáreas de bosque amazónico, convertirlas en inmensas plantaciones de soya y caña de azúcar para la producción de agrocombustible; igualmente, la ampliación de la ganadería que convierte bosques en pastizales. Así se pretende sostener un modelo de desarrollo y un estilo de vida depredador de recursos naturales.
Por supuesto, estas actividades no van solas, requieren de buenas carreteras e hidrovías por donde puedan circular vehículos y barcos transportando las mercaderías; asimismo, son necesarias centrales hidroeléctricas que generen energía para las empresas ubicadas en las grandes urbes, aunque para ello se tenga que inundar miles de hectáreas de bosque, matando y desplazando a millones de seres que son parte de esa rica diversidad biológica. Pero también afectando el hábitat, las actividades económicas y socioculturales de cientos de miles de familias que viven en y de la amazonía.
Otros temas analizados y que son de preocupación, principalmente en las zonas fronterizas, son el narcotráfico, la biopiratería, tráfico y trata de personas, ligados a otros crímenes. Por eso se va militarizando la amazonía para combatir estas lacras y acciones perversas; pero también para controlar a los movimientos populares que se oponen al tipo de desarrollo destructor de la amazonía, que se pretende implementar.
Es por ello que las organizaciones e instituciones participantes del Seminario expresaron la necesidad de establecer una agenda amazónica de los movimientos sociales orientada a contraponerse a la creciente depredación de los recursos naturales, a la destrucción de los bosques, al avance de mega-proyectos de desarrollo con fuertes impactos ambientales, económicos y socioculturales negativos.
En ese marco, se han identificado algunas prioridades para los movimientos sociales de la región amazónica, entre ellas: fortalecimiento e integración de las organizaciones y movimientos sociales en la región amazónica y, superando el actual cuadro de fragmentación y aislamiento, alcanzar una mayor participación en el debate sobre las alternativas de desarrollo de la Amazonía. Garantizar la autonomía de los movimientos sociales con relación a los gobiernos y partidos políticos. Comprometer a todos los movimientos sociales en la lucha por los derechos humanos individuales y colectivos, rechazando la militarización de la región y la criminalización de los movimientos populares.
Igualmente, se ha planteado la necesidad de luchar por una creciente democracia participativa en nuestros países y en la región, para que la participación popular, el control social de las políticas públicas y la transparencia, sean característica de todos los gobiernos concernidos. Luchar para garantizar el derecho a la tierra, a través de programas de Reforma Agraria, crédito y asistencia para la agricultura familiar y el extractivismo; defensa de la biodiversidad de los diferentes territorios y regularización de títulos de propiedad en el campo y en las ciudades. Luchar contra las amenazas ambientales y sociales provocados por los cambios climáticos y por los mega-proyectos de infraestructura, derivados de un modelo de desarrollo excluyente y centralizado.
Otros temas de la agenda amazónica y sobre los que es necesario continuar con la reflexión iniciada en el seminario son: región andino-amazónica en el contexto mundial y regional; derechos culturales, territoriales y de saberes de los pueblos indígenas andino-amazónicos; mega-proyectos de infraestructura y su impacto ambiental en la destrucción de la Amazonía; “narcotráfico”, tráfico de personas y explotación sexual de mujeres, niños y adolescentes; migraciones y condiciones de vida de los pueblos migrantes y nómadas en las fronteras de nuestros países, y de los refugiados por razones políticas y económicas. Se indicó que para avanzar en esta agenda es necesario mantener y ampliar la coordinación, participando en espacios como la Iniciativa MAP (Madre de Dios – Acre y Pando) y, especialmente, por el Foro Social Mundial, que próximamente se realizará en la región amazónica.
Así, a 20 años de su asesinato, a la luz de las enseñanzas de Chico Mendes y reconociendo que su sacrificio es un estímulo a la lucha por una Amazonía libre de explotación, dominación y opresión, se reafirmó la voluntad de lucha de los movimientos sociales representados en el Seminario.
(*) El autor es Ing. Agrónomo, Director de CIPCA Norte
Publicado como CIPCA Notas Nº241
Dicho Seminario contó con la participación de representantes de organizaciones sociales y económicas campesinas e indígenas, afro-descendientes, siringueros, comunidades ribereñas, trabajadores(as) de ciudades y pueblos rurales, gobierno del Estado del Acre, instituciones públicas y privadas de los Estados de Pará, Amazonas, Rondonia, Distrito Federal, San Pablo y Río de Janeiro, de Brasil; igualmente, organizaciones campesinas indígenas e instituciones de los Departamentos de Madre de Dios, Cusco, San Martín, Loreto y Ucayali, del Perú, y de los Departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, de Bolivia. Responde a una creciente preocupación por el presente y el futuro de la región amazónica continental, en general, y por lo que ocurre en las zonas de la frontera tripartita de la región y que involucra a los tres países.
Como se sabe, la Amazonía continental representa el 43% de la superficie de América del Sur y cubre gran parte de los territorios de nueve países, de los trece que lo integran. En ella vive una población estimada en 23 millones de habitantes, y contiene el 80% de la biodiversidad del planeta y cerca del 20% de agua dulce. Es la mayor reserva de bosques tropicales del mundo; rica en yacimientos de minerales preciosos y es reserva de petróleo y gas. Tiene la mayor red de ríos del planeta, con potencial para hidroeléctricas e hidrovías. Estas son razones que despiertan la atención y la codicia de las empresas transnacionales e inversionistas, muchas veces respaldadas por sus gobiernos, que buscan adueñarse de ella.
Los dirigentes y líderes de los movimientos populares han expresado en el Seminario su preocupación por la concesión de licencias para ampliar las fronteras agrícolas y, a costa de la destrucción de millones de hectáreas de bosque amazónico, convertirlas en inmensas plantaciones de soya y caña de azúcar para la producción de agrocombustible; igualmente, la ampliación de la ganadería que convierte bosques en pastizales. Así se pretende sostener un modelo de desarrollo y un estilo de vida depredador de recursos naturales.
Por supuesto, estas actividades no van solas, requieren de buenas carreteras e hidrovías por donde puedan circular vehículos y barcos transportando las mercaderías; asimismo, son necesarias centrales hidroeléctricas que generen energía para las empresas ubicadas en las grandes urbes, aunque para ello se tenga que inundar miles de hectáreas de bosque, matando y desplazando a millones de seres que son parte de esa rica diversidad biológica. Pero también afectando el hábitat, las actividades económicas y socioculturales de cientos de miles de familias que viven en y de la amazonía.
Otros temas analizados y que son de preocupación, principalmente en las zonas fronterizas, son el narcotráfico, la biopiratería, tráfico y trata de personas, ligados a otros crímenes. Por eso se va militarizando la amazonía para combatir estas lacras y acciones perversas; pero también para controlar a los movimientos populares que se oponen al tipo de desarrollo destructor de la amazonía, que se pretende implementar.
Es por ello que las organizaciones e instituciones participantes del Seminario expresaron la necesidad de establecer una agenda amazónica de los movimientos sociales orientada a contraponerse a la creciente depredación de los recursos naturales, a la destrucción de los bosques, al avance de mega-proyectos de desarrollo con fuertes impactos ambientales, económicos y socioculturales negativos.
En ese marco, se han identificado algunas prioridades para los movimientos sociales de la región amazónica, entre ellas: fortalecimiento e integración de las organizaciones y movimientos sociales en la región amazónica y, superando el actual cuadro de fragmentación y aislamiento, alcanzar una mayor participación en el debate sobre las alternativas de desarrollo de la Amazonía. Garantizar la autonomía de los movimientos sociales con relación a los gobiernos y partidos políticos. Comprometer a todos los movimientos sociales en la lucha por los derechos humanos individuales y colectivos, rechazando la militarización de la región y la criminalización de los movimientos populares.
Igualmente, se ha planteado la necesidad de luchar por una creciente democracia participativa en nuestros países y en la región, para que la participación popular, el control social de las políticas públicas y la transparencia, sean característica de todos los gobiernos concernidos. Luchar para garantizar el derecho a la tierra, a través de programas de Reforma Agraria, crédito y asistencia para la agricultura familiar y el extractivismo; defensa de la biodiversidad de los diferentes territorios y regularización de títulos de propiedad en el campo y en las ciudades. Luchar contra las amenazas ambientales y sociales provocados por los cambios climáticos y por los mega-proyectos de infraestructura, derivados de un modelo de desarrollo excluyente y centralizado.
Otros temas de la agenda amazónica y sobre los que es necesario continuar con la reflexión iniciada en el seminario son: región andino-amazónica en el contexto mundial y regional; derechos culturales, territoriales y de saberes de los pueblos indígenas andino-amazónicos; mega-proyectos de infraestructura y su impacto ambiental en la destrucción de la Amazonía; “narcotráfico”, tráfico de personas y explotación sexual de mujeres, niños y adolescentes; migraciones y condiciones de vida de los pueblos migrantes y nómadas en las fronteras de nuestros países, y de los refugiados por razones políticas y económicas. Se indicó que para avanzar en esta agenda es necesario mantener y ampliar la coordinación, participando en espacios como la Iniciativa MAP (Madre de Dios – Acre y Pando) y, especialmente, por el Foro Social Mundial, que próximamente se realizará en la región amazónica.
Así, a 20 años de su asesinato, a la luz de las enseñanzas de Chico Mendes y reconociendo que su sacrificio es un estímulo a la lucha por una Amazonía libre de explotación, dominación y opresión, se reafirmó la voluntad de lucha de los movimientos sociales representados en el Seminario.
(*) El autor es Ing. Agrónomo, Director de CIPCA Norte
Publicado como CIPCA Notas Nº241
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