Subversión y mercenarios:
Hasta los Golpes de Estado están privatizados ahora
Fortunato Esquivel
El jueves 16 de abril, amanecía con la promesa de ser un espléndido día caluroso en Santa Cruz y los periodistas de la noche conocidos como “Buhos”, se aprestaban a retornar a sus salas de prensa para preparar los reportes a emitirse en las revistas matutinas, pero una repentina explosión y un nutrido tiroteo provenientes del elegante Hotel Las Américas, acabó con sus planes de retirarse a descansar.
Comenzó así una persecución a las noticias vinculadas con la captura de terroristas, vinculados al descuartizamiento de Yugoslavia, entre ellos croatas, irlandeses, húngaros y bolivianos, que se dice fueron contratados para llevar a cabo varios asesinatos y cuya cereza en la torta, sería un golpe de Estado, que derrocaría a Evo Morales y su gobierno de indígenas.
Tres murieron y dos capturados fueron obligados a cantar sobre sus vinculaciones con recientes atentados a las casas de un ministro y el cardenal que por suerte hacía besar su anillo en otro lugar. Como consecuencia del interrogatorio, en pocos minutos se ocuparon las oficinas y un galpón de la telefónica Cotas, donde se incautaron armas de grueso calibre y explosivos que en conjunto pudieron hacer desaparecer los predios de la Feria Exposición de Santa Cruz.
Los empresarios de la telefónica, desmintieron cualquier vinculación con los terroristas capturados y el prefecto, aseguraba tratarse de una tramoya burdamente montada por el gobierno con fines políticos para desprestigiar a los empresarios y terratenientes.
MERCENARIOS CONTRATADOS
El escenario de la balacera, estaba controlado y aislado cuando los periodistas llegaron para informarse. Las autoridades tardaron en detallar la presencia de un grupo terrorista de extranjeros y bolivianos que planeaban atentados y magnicidios.
Las preguntas de los reporteros eran un fuerte aguacero en los oídos de las autoridades que no se abastecían en atenderlas. Los comunicadores, parecían estar desinformados sobre la gravedad de la presencia de mercenarios contratados por ¡sabe Dios, quienes!.
Un canal de TV en Santa Cruz, suele señalar que en lo referido a noticias, siempre está detrás de ellas y delante de los otros. Pero en este caso no. Otros se habían adelantado, pero de tanto adelantarse, hasta se habían olvidado de aquello.
Los colegas de la Agencia de Noticias ERBOL, de la cual me enorgullezco haber sido uno de los periodistas fundadores, estaban igualmente detrás de más detalles, pero quizá no recordaban que hacía ya casi tres años, habían informado sobre estos siniestros planes antidemocráticos.
LOS ANTECEDENTES
El 6 de noviembre de 2006, la página digital de ERBOL, publicó una noticia bajo el título: “Terratenientes bolivianos planean contratar mercenarios para dar un Golpe de Estado’´. Los detalles, los comentamos reconociendo nuestra fuente de información.
Señalaba esta agencia de noticias que un grupo de empresarios y terratenientes cruceños, enviaron una comisión a España para contactarse con mercenarios que se encontraban allí para contratarlos y promover un golpe de Estado en Bolivia.
Por esos días, la página en Internet, El Confidencial Digital, destacaba que la tensa situación boliviana propiciaba denuncias sobre la posibilidad de un golpe de Estado, cuya amenaza parecía real debido a que semanas atrás, grupos de mercenarios ubicados en España, fueron contactados por emisarios cruceños para desarrollar una “opción de fuerza”.
Para los medios periodísticos extranjeros estaba claro, que Bolivia atravesaba una situación de inestabilidad política, debido al fuerte apoyo campesino al gobierno de Evo Morales, lo que a su vez generó el rechazo de terratenientes y empresarios.
El Confidencial Digital, decía haber confirmado que fuerzas opositoras bolivianas enviaron a dos emisarios para entrevistarse con directivos de empresas de servicios y consultoría de seguridad, a quienes propusieron organizar y ejecutar un “golpe de fuerza” contra el gobierno de Morales.
PROMETIERON PAGAR CON DINEROS DEL IDH
Los comisionados, negociaron con los mercenarios el pago efectivo en una cuenta de un país centroeuropeo, más una tajada porcentual de los beneficios de la venta del gas de exportación. Es preciso recordar que el revuelo desencadenado con la toma de oficinas estatales y golpizas a collas, eran parte de la operación que ponía en juego el control de los recursos de gas y petróleo, que generan miles de millones de euros al año.
Este primer contacto, fue rechazado, toda vez que estos mercenarios no prestan sus servicios a gobiernos, ni contra ellos. Además, explicaron que la intentona les parecía difícil de triunfar, por el apoyo campesino del que goza Evo Morales.
Un segundo intento llevó a los comisionados a contactar un pequeño grupo de mercenarios con base en Costa de Sol. Esta empresa constituida por ex militares de diversa nacionalidad y colombianos, desestimó igualmente la oferta por falta de medios para llevarlo a cabo y porque su campo de operaciones es África y no tanto América Latina.
Pero quien insiste, consigue. El tercer contacto dio frutos. Mercenarios organizados como empresa de apariencia civil y que opera en España, aceptaron el encargo a través de correo electrónico, luego por teléfono y finalmente tres reuniones personales de la firma con sus clientes “golpistas”.
Con base en los informes de El Confidencial Digital, la agencia ERBOL señalaba que la firma de mercenarios estaba preparando la acción armada, con la disposición de 650 combatientes, antiguos miembros de unidades de élite, repartidos en zonas limítrofes a Bolivia. Por ese entonces, se habían introducido sólo una decena para preparar la subversión. “En su armamento, destaca la existencia de M4 americanos, Famae, Micro Uzis y máquinas para fuego de cobertura”, dice la noticia.
El despacho periodístico que referimos y que data del 6 de noviembre de 2006, señala que El Confidencial Digital, de origen español se contactó con el embajador en Bolivia, Don Francisco Montalbán, quien señaló ”no tener el menor conocimiento” sobre el particular, pero admitió que circulaban versiones sobre levantamientos y golpes de Estado todos los días.
Las hipótesis más atendibles sobre la identidad de los promotores de la contratación de mercenarios conducía por entonces a ciertos industriales y terratenientes de Santa Cruz que actuarían con el apoyo de políticos de los departamentos de Beni y Pando. Se identificaba a Santa Cruz como un territorio de gran riqueza y donde Evo Morales, contaba con poco apoyo.
La noticia, sobre la presencia de mercenarios y terroristas extranjeros, dispuestos a ejecutar un golpe de Estado, resulta no ser nueva. Lleva ya tres años, en el caso de la Agencia ERBOL, pero había quedado en el olvido.
SCZ 20.04.09
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