Por: Javier Arce
Estimado Omar; en política como no existen verdades absolutas, ni valores absolutos se impone el juego de los grises। La derecha siempre ha tenido las de ganar en Bolivia y en el resto de América Latina। Hablemos de los últimos fracasos de la izquierda en el país:
La Asamblea Popular durante el gobierno de J.J. Torrez desembocó en siete años de dictadura, sangre y corrupción de Banzer. Los beneficiados de esta etapa: grupos de poder del oriente.
El fracaso de la UDP gestado por la derecha (MNR, ADN, MIR y otros partidos conservadores menores). Los beneficiados del derrocamiento de Siles Suazo; las transnacionales y los vendepatria no es necesario mencionarlos.
Parece que el MAS se encamina a escribir las páginas de la tercera derrota de la izquierda en menos de 50 años, si no toma ciertas medidas de altísimo costo político que vayan a restituir el estado de derecho.
La derecha nunca tuvo miedo de confinar, secuestrar, asesinar, desaparecer, torturar (tanto en dictadura como en democracia), y lo hacía en nombre de las garantías constitucionales, porque recibía pleno respaldo del Norte, apoyo que el MAS nunca va a tener, por temor a una sanción o bloqueo internacional que encabezará, disimulada o abiertamente, el gobierno de EE. UU.
Tú te preguntas ¿cómo es posible que la oligarquía cruceña no se dé cuenta que la campaña mediática que ha desarrollado durante al menos los últimos 7 años, mas bien lejos de debilitar al MAS, lo ha fortalecido? y la respuesta está en otra pregunta que formulas: porque el gobierno ha utilizado un lenguaje y mensajes que han desgastado a su propio partido en Santa Cruz y yo añadiría que el ejercicio del poder por sí mismo, desgasta y más en un contexto en el que todos los grupos derechistas han formado un bloque común y están decididos a derrocar a Evo Morales. SI o SI. Y como en política el fin justifica los medios, si es necesario desmembrar este país, se lo desmembrará y punto.
Curioso, pero en casi 40 años de centralismo secante la región más próspera y la más beneficiada de Bolivia resultó ser Santa Cruz (este es un hecho objetivo que nadie va a discutir). Ahora que gobierna un personaje que parece dispuesto a acabar con estructuras sectarias y corruptas que, desde el centralismo, fabricaron ricos al instante y considerando que en la altitud de La Paz se juega un partido con un árbitro que no tiene la camiseta de la derecha, la cancha ya no está inclinada a favor de los de siempre... entonces hay que restaurar el orden (SU orden), como sea; cambiando la capital, creando, por lo menos, 6 repúblicas, especulando con productos de primera necesidad... dividiendo, dividiendo y dividiendo.
Ante la pregunta ¿Será que hay esperanzas para seguir resistiendo a los embates de la derecha en este departamento?. Sí, pero sólo a través del uso de la fuerza y la autoridad. Esa autoridad que Sánchez de Lozada no tuvo en octubre de 2003 para continuar saqueando Bolivia y que le costó salir huyendo y convertirse en prófugo.
No soy experto en política ni en historia, pero me parece que las Revoluciones (con R mayúscula) no se hacen en Asambleas Constituyentes o redactando estatutos, lamentablemente se hacen por la fuerza y el que gana escribe con toda legitimidad SU historia, porque ha obtenido una victoria a costa de quitar vidas, perderlas y arriesgarlas.
La naturaleza nos ha dado un instinto, el de conservación, que en pocas palabras se resume en una pregunta que surge de la novela de Anthony Burguess “La Naranja Mecánica”: ¿Será correcto, para nuestra humana condición, pensar que es mejor recibir un golpe que darlo.?
El fracaso de la UDP gestado por la derecha (MNR, ADN, MIR y otros partidos conservadores menores). Los beneficiados del derrocamiento de Siles Suazo; las transnacionales y los vendepatria no es necesario mencionarlos.
Parece que el MAS se encamina a escribir las páginas de la tercera derrota de la izquierda en menos de 50 años, si no toma ciertas medidas de altísimo costo político que vayan a restituir el estado de derecho.
La derecha nunca tuvo miedo de confinar, secuestrar, asesinar, desaparecer, torturar (tanto en dictadura como en democracia), y lo hacía en nombre de las garantías constitucionales, porque recibía pleno respaldo del Norte, apoyo que el MAS nunca va a tener, por temor a una sanción o bloqueo internacional que encabezará, disimulada o abiertamente, el gobierno de EE. UU.
Tú te preguntas ¿cómo es posible que la oligarquía cruceña no se dé cuenta que la campaña mediática que ha desarrollado durante al menos los últimos 7 años, mas bien lejos de debilitar al MAS, lo ha fortalecido? y la respuesta está en otra pregunta que formulas: porque el gobierno ha utilizado un lenguaje y mensajes que han desgastado a su propio partido en Santa Cruz y yo añadiría que el ejercicio del poder por sí mismo, desgasta y más en un contexto en el que todos los grupos derechistas han formado un bloque común y están decididos a derrocar a Evo Morales. SI o SI. Y como en política el fin justifica los medios, si es necesario desmembrar este país, se lo desmembrará y punto.
Curioso, pero en casi 40 años de centralismo secante la región más próspera y la más beneficiada de Bolivia resultó ser Santa Cruz (este es un hecho objetivo que nadie va a discutir). Ahora que gobierna un personaje que parece dispuesto a acabar con estructuras sectarias y corruptas que, desde el centralismo, fabricaron ricos al instante y considerando que en la altitud de La Paz se juega un partido con un árbitro que no tiene la camiseta de la derecha, la cancha ya no está inclinada a favor de los de siempre... entonces hay que restaurar el orden (SU orden), como sea; cambiando la capital, creando, por lo menos, 6 repúblicas, especulando con productos de primera necesidad... dividiendo, dividiendo y dividiendo.
Ante la pregunta ¿Será que hay esperanzas para seguir resistiendo a los embates de la derecha en este departamento?. Sí, pero sólo a través del uso de la fuerza y la autoridad. Esa autoridad que Sánchez de Lozada no tuvo en octubre de 2003 para continuar saqueando Bolivia y que le costó salir huyendo y convertirse en prófugo.
No soy experto en política ni en historia, pero me parece que las Revoluciones (con R mayúscula) no se hacen en Asambleas Constituyentes o redactando estatutos, lamentablemente se hacen por la fuerza y el que gana escribe con toda legitimidad SU historia, porque ha obtenido una victoria a costa de quitar vidas, perderlas y arriesgarlas.
La naturaleza nos ha dado un instinto, el de conservación, que en pocas palabras se resume en una pregunta que surge de la novela de Anthony Burguess “La Naranja Mecánica”: ¿Será correcto, para nuestra humana condición, pensar que es mejor recibir un golpe que darlo.?
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