Por: Oscar Sánchez
Mayo del 2008
El 3 de marzo del 2005 escribí la primera parte de estas líneas. Aquella vez, con algo de sorna, mencionaba la necesidad de que el compañero Presidente Evo Morales, debía combinar la simbólica chompa con la que recorrió buena parte del mundo, con unos buenos pantalones para enfrentar lo que en aquel momento preveíamos que se venía. Y se vino.
En estos ya más de 3 años desde aquella primera nota y de la gestión gubernamental, muchas cosas han pasado. Luego de la chompa fue la camisa chiquitana de Evo, luego los sacos de Beatriz Canedo, indumentaria deportiva para tantos partidos de fútbol, pero poco se sabe de sus pantalones.
Una de las frases que más se me ha grabado de los medios (oficialistas y no oficialistas) es “se ha pedido a la Fiscalía que investigue los hechos”, pero nada más. Nunca hay culpables y en la mayoría de los casos ni sospechosos. A manera de ejemplos se pueden citar muchísimos casos en los que se han atentado contra una serie de instituciones, personas, bienes, comunidades y organizaciones. Las agresiones provienen desde todos los sectores, aquellos que están alineados a las políticas de cambio que intenta aplicar el gobierno, sienten la libertad de agredir a cualquier peatón que viste de corbata y llegan al extremo de “apoderarse” del mismo Palacio Legislativo y agredir a políticos, hombres y mujeres, opositores. Por el otro, en los departamentos de la denominada media luna y especialmente en Santa Cruz, patear kollas está a punto de constituirse en una nueva práctica deportiva, siendo suficiente motivo el ser tildado de traidor “masista” a cualquiera que opine diferente e incluso tenga un color de piel sospechosamente oscuro, peor si en lugar de hablar inglés lo hace en quechua o aymara. Todas, pero absolutamente todas estas muestras de intolerancia no pueden ser aceptadas ni la opinión pública debería verlas como hechos aislados dado el contexto.
En este artículo quiero referirme expresamente a lo que sucede en el departamento de Santa Cruz y la violencia favorecida por el desgobierno imperante y los discursos incendiarios, ofensivos y amenazantes desde el Comité Cívico, sus títeres operadores políticos y su grupo de choque la Unión Juvenil Cruceñista. Sólo quiero mencionar un “simple” ejemplo de los muchos, lamentablemente cada vez más y más violentos, y lo peor, impunes. El domingo 4 de mayo el país y la opinión pública internacional fuimos testigos de expresiones de racismo aberrantes para estos tiempos, inaceptables y ofensivas para quienes tienen un poco de sensibilidad. Siguiendo el link de más abajo se encontrará mayor información, síganlo, léanlo, vean el vídeo adjunto, no caigan en la comodidad de ignorarlo y juzguen. Dense el tiempo de hacerlo, no se puede, no se debe seguir indiferente.
http://insurgente.org/modules.php?name=News&file=article&sid=13599
A la fecha, no logro entender, compañero Presidente, por qué no se ha hecho nada para evitar la violencia que se está desatando, ¿qué es exactamente lo que esperan desde su gobierno para actuar? ¿No tienen suficientes pruebas para poner tras las rejas a más de un delincuente que atenta contra el bien público y las personas? ¿Por qué tanto temor? ¿Por qué, compañero presidente, no compra unos buenos pantalones y aplica la ley? No se le pide nada más, no se le pide que vaya en contra de ella. No se le está pidiendo nada que no tenga que ver con el mandato constitucional que se le dio con el contundente 54% de votos que alcanzó. Se les está pidiendo que gobierne, que ejerza el poder, no que nos sigan distrayendo con medias nacionalizaciones, medias medidas de cambio. Su más reciente invento, el famoso referéndum revocatorio ¿Qué piensa conseguir con eso? ¿Que lo saquen a usted mismo y tirar por la borda la esperanza de millones de bolivianos? ¿Que el pueblo haga lo que usted es incapaz de hacer? Se juega mucho, lo principal el tiempo, tiempo que no tenemos porque la violencia no se detendrá a mirar lo que pase. Su idea nos tendrá distraídos tres meses con este nuevo show y otros tres con las elecciones de los que tengan que salir, posiblemente usted mismo ¿Tanta “democracia” en un pueblo que ignora lo que verdaderamente significa hacer uso de ella? No le extrañe que el mismo Goni vuelva en andas, “democráticamente” elegido ¿no es lo que sucedió con el dictador Banzer?
Hace rato que en Santa Cruz hemos perdido la esperanza de que usted y su gobierno tenga un as bajo la manga para manejar la situación en esta parte del país. La institucionalidad del Estado, la sociedad civil y sus legítimas organizaciones se encuentran silenciadas, coaccionadas y hasta amenazadas por este vacío estatal en que nos ha dejado. Imagínese su referéndum en estas condiciones. Desde La Paz se ve muy lejos y muy cómodo ¿no?
¿No le parece que lo que sucede en Santa Cruz son verdaderos actos de terrorismo? No es nada del otro mundo averiguarlo. Simplemente acuda al Diccionario de La Real Academia de la Lengua Española, allí encontrará que terrorismo se refiere a:
1. m. Dominación por el terror.
2. m. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror.
3. m. Actuación criminal de bandas organizadas, que, reiteradamente y por lo común de modo indiscriminado, pretende crear alarma social con fines políticos.
Si prefiere mayores tecnicismos recurra a información de los propios organismos internacionales a los que el país está afiliado. La resolución 51/210, «Medidas para eliminar el terrorismo internacional», adoptada en la 88 Asamblea Plenaria, de 17 de diciembre de 1996, proclama en el punto I.2 que la Asamblea General de las Naciones Unidas:
«Reitera que los actos criminales encaminados o calculados para provocar un estado de terror en el público general, un grupo de personas o personas particulares para propósitos políticos son injustificables en cualquier circunstancia, cualesquiera que sean las consideraciones políticas, filosóficas, ideológicas, raciales, étnicas, religiosas o de cualquier otra naturaleza que puedan ser invocadas para justificarlos.»
Más recientemente y como fruto de la guerra global contra el “terrorismo” desatada después de lo atentados a las Torres Gemelas se tiene una nueva definición formulada el primero de diciembre del 2004 incluida en el Informe final del Grupo de expertos de Alto Nivel sobre las Amenazas, los Desafíos y los Cambios, nombrado por el Secretario General de Naciones Unidas:
Cualquier acto, además de los ya especificados en los convenios y convenciones vigentes sobre determinados aspectos del terrorismo, los Convenios de Ginebra y la Resolución 1566 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (2004) destinado a causar la muerte o lesiones corporales graves a un civil o a un no combatiente, cuando el propósito de dicho acto, por su naturaleza o contexto, sea intimidar a una población u obligar a un gobierno o a una organización internacional a realizar una acción o abstenerse de hacerla.
Atentar con granadas de guerra, bombas molotov y dinamita a las viviendas de quienes opinan distinto, golpear salvajemente a personas, amenazar a dirigentes campesinos e indígenas, disparar contra miembros del ejército ¿no son actos de terrorismo? ¿Por qué hasta el día de hoy no pueden identificar a los culpables con nombre y apellido? ¿Será que nuestros servicios de inteligencia son tan poco inteligentes? ¿No hay quien lo oriente? ¿Ninguno de sus asesores más cercanos y confiables puede hacerle dar cuenta que estamos ante verdaderos hechos de terrorismo? Haga que se legisle este tema, haga que se elaboren normativas al respecto. Declare como terroristas a quienes fomentan la violencia y a quienes la ejecutan, desarticúlelos y evítese y evítenos peores problemas. No haga más política con la violencia, combátala. No espere que la sangre llegue al río porque si esto sucede ya no habrá vuelta atrás, unos atacarán y otros se defenderán. Resultado, dolor y muertos, seguro en su gran mayoría víctimas inocentes de la violencia fomentada desde los grupos parasitarios de poder acantonados en el oriente y la cobardía de su gestión para poner un alto oportuno a este asunto.
Combine de una vez, compañero Presidente, su simbólica chompa, su camisa chiquitana y sus finos sacos con unos buenos pantalones, aún es tiempo, aunque éste se acaba rápidamente.
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