Señor
Arzobispo de Sucre
Mons. Jesús Pérez OFM
Casilla 205
Sucre
Señor Arzobispo:
Reciba un saludo atento desde La Paz Bolivia. Somos un grupo de base de cristianas y cristianos católicos creyentes en el Dios de la Vida en el Señor de la Historia , por lo tanto militantes de la Vida y como porción de Iglesia le escribimos esta carta desde la fe.
Lo acontecido en Sucre el sábado 24 de mayo nos ha causado dolor, vergüenza e indignación por el odio y racismo que al mejor estilo de los tiempos de la Colonia y del fascismo se ha desatado contra hermanas y hermanos indígenas y campesinos, los pobres del evangelio.
Muchos de nosotros hemos vivido en la capital o somos de familias chuquisaqueñas y sabemos cuán religioso es ese pueblo y como respeta a sus obispos y otros ministros, por eso, en conciencia y por fidelidad a Jesús y el evangelio le pedimos que:
Denuncie, condene, reprenda y llame a un cambio de actitud, es decir a una conversión a las autoridades sucrenses y a todos los que agredieron con tanta maldad y odio a gente pacífica e indefensa.
Estamos conscientes de las necesidades del departamento de Chuquisaca y de sus demandas, pero con racismo sólo se destruye al país.
Seguramente muchos de los instigadores –autoridades- jóvenes y otros que con saña maltrataron y humillaron a estos hermanos indígenas se precian de ser católicos, de creer en Cristo y ser devotos de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Chuquisaca y esto nos interpela, nos cuestiona y nos duele ¿Qué hemos hecho como Iglesia? ¿Qué testimonio estamos mostrando? ¿Qué catequesis hemos dado o estamos dando? ¿Por qué tanto odio al indio?
Nuestra Iglesia fiel a su misión tiene que ser profética y muchas y muchos fueron profetas hasta el martirio por fidelidad a su compromiso.
Podríamos llenar páginas de páginas del Antiguo y Nuevo Testamento, así como documentos de la Iglesia , pero hoy sólo queremos recordar a algunos de nuestros profetas y martires: al Obispo San Alberto de la Plata que condenó al sistema opresor de la Colonia , a Fray Bartolmé de las Casas defensor incansable de los indígenas, al Padre Luis Espinal Camps “Lucho de Bolivia” que fue cruelmente torturado y asesinado y finalmente a Monseñor Oscar Arnulfo Romero de El Salvador. Este Obispo el día antes de ser asesinado hizo un llamado enérgico: “que cese la represión”.
Y hoy queremos pedirle a usted, con todo respeto pero firmeza porque somos también Iglesia que usted como Pastor de Sucre ordene que cese el odio y racismo.
Fraternalmente,
MARÍA ISABEL VISCARRA QUEZADA
RESPONSABLE DEL “CAFÉ SEMILLA सेमिला
Arzobispo de Sucre
Mons. Jesús Pérez OFM
Casilla 205
Sucre
Señor Arzobispo:
Reciba un saludo atento desde La Paz Bolivia. Somos un grupo de base de cristianas y cristianos católicos creyentes en el Dios de la Vida en el Señor de la Historia , por lo tanto militantes de la Vida y como porción de Iglesia le escribimos esta carta desde la fe.
Lo acontecido en Sucre el sábado 24 de mayo nos ha causado dolor, vergüenza e indignación por el odio y racismo que al mejor estilo de los tiempos de la Colonia y del fascismo se ha desatado contra hermanas y hermanos indígenas y campesinos, los pobres del evangelio.
Muchos de nosotros hemos vivido en la capital o somos de familias chuquisaqueñas y sabemos cuán religioso es ese pueblo y como respeta a sus obispos y otros ministros, por eso, en conciencia y por fidelidad a Jesús y el evangelio le pedimos que:
Denuncie, condene, reprenda y llame a un cambio de actitud, es decir a una conversión a las autoridades sucrenses y a todos los que agredieron con tanta maldad y odio a gente pacífica e indefensa.
Estamos conscientes de las necesidades del departamento de Chuquisaca y de sus demandas, pero con racismo sólo se destruye al país.
Seguramente muchos de los instigadores –autoridades- jóvenes y otros que con saña maltrataron y humillaron a estos hermanos indígenas se precian de ser católicos, de creer en Cristo y ser devotos de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Chuquisaca y esto nos interpela, nos cuestiona y nos duele ¿Qué hemos hecho como Iglesia? ¿Qué testimonio estamos mostrando? ¿Qué catequesis hemos dado o estamos dando? ¿Por qué tanto odio al indio?
Nuestra Iglesia fiel a su misión tiene que ser profética y muchas y muchos fueron profetas hasta el martirio por fidelidad a su compromiso.
Podríamos llenar páginas de páginas del Antiguo y Nuevo Testamento, así como documentos de la Iglesia , pero hoy sólo queremos recordar a algunos de nuestros profetas y martires: al Obispo San Alberto de la Plata que condenó al sistema opresor de la Colonia , a Fray Bartolmé de las Casas defensor incansable de los indígenas, al Padre Luis Espinal Camps “Lucho de Bolivia” que fue cruelmente torturado y asesinado y finalmente a Monseñor Oscar Arnulfo Romero de El Salvador. Este Obispo el día antes de ser asesinado hizo un llamado enérgico: “que cese la represión”.
Y hoy queremos pedirle a usted, con todo respeto pero firmeza porque somos también Iglesia que usted como Pastor de Sucre ordene que cese el odio y racismo.
Fraternalmente,
MARÍA ISABEL VISCARRA QUEZADA
RESPONSABLE DEL “CAFÉ SEMILLA सेमिला
CAFÉ SEMILLA JUVENILALMIRANTE GRAU 443/ZONA DE SAN PEDROCASILLA 11482 - TELF. 244 1385 /73534135cafesemillajuvenil@yahoo.es
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