Caracas, 26 jun (ABI).- Un informe del departamento de estadísticas de la Embajada de los Estados Unidos en Bolivia revela que siete de los nueve prefectos del país serán removidos de sus cargos, hecho que condujo a las autoridades departamentales de la 'media luna', y el prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa, a rechazar la realización del referendo revocatorio de mandato previsto para el próximo 10 de agosto.
Como ocurrió en 2005, la Embajada de los Estados Unidos realizó una serie de encuestas en todo el territorio nacional, lo que arrojó un apoyo general del 62,3 por ciento al presidente Evo Morales, lo que determinaría su continuidad en la presidencia de Bolivia. De acuerdo a Marco Santiváñez, productor de Telesur, que escribió para Bolpress, los resultados de esta encuesta, que solo es manejada por las altas esferas de la oposición boliviana y los funcionarios de la embajada estadounidense, dan la remoción de sus cargos a siete de los nueve prefectos, aunque con un mínimo porcentaje en el caso de los prefectos de las ciudad de Santa Cruz y Beni, siendo que una campaña publicitaria y un cambio repentino de algunos cientos de votos podrían mantenerlos en su cargos. Bajo este panorama, y con el recuerdo de la encuesta de 2005 elaborada por la embajada norteamericana, que le daba a Evo Morales, el 49, 5 por ciento a 20 días de los comicios, y un 54, 2 por ciento a dos días de las elecciones nacionales de ese país, muy lejos de las encuestadoras tradicionales, que vendieron un paquete del empate técnico entre Jorge Quiroga y Evo Morales. En esta oportunidad no quieren correr más riesgos, y si bien continúan sacando encuestas en contra del gobierno boliviano, saben que las estadísticas que maneja el ente norteamericano son las que más se acercan a al realidad del país. El pasado lunes, y tras el último referéndum ilegal propiciado por la prefectura de Tarija, y contando con los datos de la Embajada Norteamericana, los prefectos decidieron no aceptar la consulta revocatoria. Uno de los prefectos más afligidos por esta situación y que lo demostró en la reunión, fue el prefecto de Cochabamba, ex capitán, Manfred Reyes Villa, quien ya conoce que con el voto del área rural y la zona sur del cercado, estaría dejando el cargo. Durante esta reunión, que contó con personeros bolivianos que trabajan en la embajada estadounidense, el ex capitán de ejército fue el más molesto con el actuar de la oposición que hizo un mal cálculo al aprobar en la cámara de senadores la Ley de Referéndum Revocatorio.
Si bien las encuestadoras le dan un nivel alto para que se mantenga en el poder el presidente Evo Morales, también son cautos para el análisis de quienes se quedan y quienes se van de las prefecturas departamentales. Con el panorama que les delineó el funcionario estadounidense, los prefectos tras una serie de llamadas a líderes políticos de oposición, decidieron dar el gran paso, rechazar el referéndum revocatorio, y comenzar una tarea de desestabilización para que caiga el Gobierno de Evo Morales. Según comentó el propio Manfred Reyes Villa, un referéndum autonómico en Cochabamba sería lo más saludable para salvar su cargo, pero también sabe que primero tendrían que hacer una consulta para determinar si los cochabambinos quieren o no las autonomías. Otros de los elementos que no permite en la actualidad que en la ciudad de Cochabamba se realice un referéndum autonómico, es la decisión de los miembros de la Corte Departamental Electoral, que no están trabajando bajo la política del prefecto de esa ciudad.QUIÉNES SE QUEDAN Según los datos estadísticos que la embajada estadounidense entregó a los prefectos opositores, ninguno de los cinco sobreviviría al referéndum revocatorio, puesto que si bien tienen un gran apoyo en las ciudades capitales, ese apoyo se desvanece y pierde fuerza en las provincias, pero particularmente en las comunidades indígenas que desde hace varios años tomaron la conciencia de votar en las elecciones que sean legales. En el caso de los prefectos, Rubén Costa y Ernesto Suárez, la diferencia entre el que se quede o se vayan de sus cargos es mínima, por lo que tendrán que realizar una campaña masiva, aunque la estrategia de los dos es evitar este referéndum, para no encontrarse sorpresas. Costa, que obtuvo un 48 por ciento de la elección en los comicios prefecturales, tendría un rechazo del 48, 5 por ciento, que se reflejaría básicamente en las poblaciones vallunas que pertenecen a Santa Cruz y las regiones afines al presidente evo Morales, junto a la población de Montero, la segunda en importancia dentro el departamento de Santa Cruz.
En tanto que Ernesto Suárez Sattori, que tiene el apoyo de la ciudad de Trinidad, perdió el apoyo de poblaciones como Riberalta, Guayaramerín y la zona del Alto Beni. Suárez, en las pasadas elecciones logró el 45 por ciento de apoyo para su candidatura, pero en la actualidad, y debido a una serie de denuncias en los manejos prefecturales, la votación para su salida estaría en un 45,7 por ciento con tendencia a subir en las próximas semanas. En este caso, también se tiene que explicar que las comunidades indígenas del Beni, están en contra de Suárez. En el caso de los otros dos prefectos que llevaron a sus departamentos a realizar las consultas ilegales, Mario Cossío, de Tarija y Leopoldo Fernández de Pando, la situación sería desastrosa, puesto que su salida sería inminente. En el caso de Mario Cossío, la región del Chaco, que es un gran porcentaje del territorio tarijeño, está en contra del actual prefecto, debido a que no pudo solucionar el conflicto del 'campo margarita', y tampoco aceptó la elección del subprefecto de la población de Yacuiba, frontera con Argentina. Cossío logró una votación del 46 por ciento, y en la actualidad tiene un rechazo del 49, 1 por ciento. El caso del prefecto Leopoldo Fernández es diferente, puesto que él tiene que enamorar a los emigrantes que llegaron a poblar la ciudad de Cobija, capital de Pando, además de demostrar la cantidad de votantes que tuvo la consulta autonómica, puesto que sus datos no condicen con los de la Corte Nacional Electoral (CNE). Otro de los motivos por los cuales Fernández sería revocado de su cargo es la serie de denuncias por actos de corrupción y la inseguridad que está viviendo esa región del país. Fernández logró acceder a la prefectura con el 48%, pero en la actualidad tendría un rechazo del 50, 3 por ciento.DONDE QUEDAN PAREDES Y REYES VILLA Son los dos prefectos que no lograron ganar el pedido de autonomías en las pasadas elecciones de asambleístas, pero son los que se unieron a la denominada 'media luna' bajo el lema de que las autonomías tienen que ser en todo el país.
Manfred Reyes Villa logró un 48 por ciento de aceptación en las pasadas elecciones, pero en la actualidad su apoyo se fue desinflando debido a una serie de errores políticos que comenzaron con el saludo a la independencia de Santa Cruz y que terminó por enterrar al prefecto cochabambino cuando organizo un grupo de choque contra los campesinos que pedían su renuncia. Según la Embajada estadounidense, Manfred perdió más del 20 por ciento de apoyo, por lo que su salida es casi inminente. Poblaciones como Quillacollo, Sacaba, Punata le quitaron el respaldo, pero a eso se tiene que sumar el descontento del trópico cochabambino, que es el territorio más fiel al presidente Evo Morales. Según estos datos, un 57,8 por ciento estarían votando en contra del Prefecto cochabambino. Similar situación vive el actual prefecto de La Paz, que perdió el apoyo de la ciudad de El Alto, una zona en la que el fue elegido en dos oportunidades como alcalde, pero que actualmente no quiere saber del representante paceño. Si bien José Luis Paredes logró un 38 por ciento del electorado para ser elegido como prefecto del departamento, en la actualidad un 52, 3 por ciento estaría en contra de su permanencia en la silla prefectural.POTOSÏ Y ORURO Es sabido que las ciudades de Potosí y Oruro, cuentan con el respaldo del presidente Evo Morales, por lo que sus electores fieles a la renovación que busca el dignatario de estado, mantendrán sus puestos como prefectos, pero la aceptación del prefecto de Oruro es mayor a la del prefecto de Potosí. Alberto Luis Aguilar de Oruro, tuvo un gestión aceptable para los movimientos sociales, y el porcentaje por el cual consiguió la prefectura llegó al 41 por ciento, pero en la actualidad la aceptación de la autoridad es del 52, 4. En cuanto al prefecto de Potosí, Mario Virreyra, su aceptación es mayor a la votación que necesita para quedarse, aunque los sectores de empresarios mineros y la autoridad edil de Potosí, Rene Joaquino, buscan su salida, puesto que consideran que no está con los intereses de la Villa Imperial.
Rdc/Rq ABI
Como ocurrió en 2005, la Embajada de los Estados Unidos realizó una serie de encuestas en todo el territorio nacional, lo que arrojó un apoyo general del 62,3 por ciento al presidente Evo Morales, lo que determinaría su continuidad en la presidencia de Bolivia. De acuerdo a Marco Santiváñez, productor de Telesur, que escribió para Bolpress, los resultados de esta encuesta, que solo es manejada por las altas esferas de la oposición boliviana y los funcionarios de la embajada estadounidense, dan la remoción de sus cargos a siete de los nueve prefectos, aunque con un mínimo porcentaje en el caso de los prefectos de las ciudad de Santa Cruz y Beni, siendo que una campaña publicitaria y un cambio repentino de algunos cientos de votos podrían mantenerlos en su cargos. Bajo este panorama, y con el recuerdo de la encuesta de 2005 elaborada por la embajada norteamericana, que le daba a Evo Morales, el 49, 5 por ciento a 20 días de los comicios, y un 54, 2 por ciento a dos días de las elecciones nacionales de ese país, muy lejos de las encuestadoras tradicionales, que vendieron un paquete del empate técnico entre Jorge Quiroga y Evo Morales. En esta oportunidad no quieren correr más riesgos, y si bien continúan sacando encuestas en contra del gobierno boliviano, saben que las estadísticas que maneja el ente norteamericano son las que más se acercan a al realidad del país. El pasado lunes, y tras el último referéndum ilegal propiciado por la prefectura de Tarija, y contando con los datos de la Embajada Norteamericana, los prefectos decidieron no aceptar la consulta revocatoria. Uno de los prefectos más afligidos por esta situación y que lo demostró en la reunión, fue el prefecto de Cochabamba, ex capitán, Manfred Reyes Villa, quien ya conoce que con el voto del área rural y la zona sur del cercado, estaría dejando el cargo. Durante esta reunión, que contó con personeros bolivianos que trabajan en la embajada estadounidense, el ex capitán de ejército fue el más molesto con el actuar de la oposición que hizo un mal cálculo al aprobar en la cámara de senadores la Ley de Referéndum Revocatorio.
Si bien las encuestadoras le dan un nivel alto para que se mantenga en el poder el presidente Evo Morales, también son cautos para el análisis de quienes se quedan y quienes se van de las prefecturas departamentales. Con el panorama que les delineó el funcionario estadounidense, los prefectos tras una serie de llamadas a líderes políticos de oposición, decidieron dar el gran paso, rechazar el referéndum revocatorio, y comenzar una tarea de desestabilización para que caiga el Gobierno de Evo Morales. Según comentó el propio Manfred Reyes Villa, un referéndum autonómico en Cochabamba sería lo más saludable para salvar su cargo, pero también sabe que primero tendrían que hacer una consulta para determinar si los cochabambinos quieren o no las autonomías. Otros de los elementos que no permite en la actualidad que en la ciudad de Cochabamba se realice un referéndum autonómico, es la decisión de los miembros de la Corte Departamental Electoral, que no están trabajando bajo la política del prefecto de esa ciudad.QUIÉNES SE QUEDAN Según los datos estadísticos que la embajada estadounidense entregó a los prefectos opositores, ninguno de los cinco sobreviviría al referéndum revocatorio, puesto que si bien tienen un gran apoyo en las ciudades capitales, ese apoyo se desvanece y pierde fuerza en las provincias, pero particularmente en las comunidades indígenas que desde hace varios años tomaron la conciencia de votar en las elecciones que sean legales. En el caso de los prefectos, Rubén Costa y Ernesto Suárez, la diferencia entre el que se quede o se vayan de sus cargos es mínima, por lo que tendrán que realizar una campaña masiva, aunque la estrategia de los dos es evitar este referéndum, para no encontrarse sorpresas. Costa, que obtuvo un 48 por ciento de la elección en los comicios prefecturales, tendría un rechazo del 48, 5 por ciento, que se reflejaría básicamente en las poblaciones vallunas que pertenecen a Santa Cruz y las regiones afines al presidente evo Morales, junto a la población de Montero, la segunda en importancia dentro el departamento de Santa Cruz.
En tanto que Ernesto Suárez Sattori, que tiene el apoyo de la ciudad de Trinidad, perdió el apoyo de poblaciones como Riberalta, Guayaramerín y la zona del Alto Beni. Suárez, en las pasadas elecciones logró el 45 por ciento de apoyo para su candidatura, pero en la actualidad, y debido a una serie de denuncias en los manejos prefecturales, la votación para su salida estaría en un 45,7 por ciento con tendencia a subir en las próximas semanas. En este caso, también se tiene que explicar que las comunidades indígenas del Beni, están en contra de Suárez. En el caso de los otros dos prefectos que llevaron a sus departamentos a realizar las consultas ilegales, Mario Cossío, de Tarija y Leopoldo Fernández de Pando, la situación sería desastrosa, puesto que su salida sería inminente. En el caso de Mario Cossío, la región del Chaco, que es un gran porcentaje del territorio tarijeño, está en contra del actual prefecto, debido a que no pudo solucionar el conflicto del 'campo margarita', y tampoco aceptó la elección del subprefecto de la población de Yacuiba, frontera con Argentina. Cossío logró una votación del 46 por ciento, y en la actualidad tiene un rechazo del 49, 1 por ciento. El caso del prefecto Leopoldo Fernández es diferente, puesto que él tiene que enamorar a los emigrantes que llegaron a poblar la ciudad de Cobija, capital de Pando, además de demostrar la cantidad de votantes que tuvo la consulta autonómica, puesto que sus datos no condicen con los de la Corte Nacional Electoral (CNE). Otro de los motivos por los cuales Fernández sería revocado de su cargo es la serie de denuncias por actos de corrupción y la inseguridad que está viviendo esa región del país. Fernández logró acceder a la prefectura con el 48%, pero en la actualidad tendría un rechazo del 50, 3 por ciento.DONDE QUEDAN PAREDES Y REYES VILLA Son los dos prefectos que no lograron ganar el pedido de autonomías en las pasadas elecciones de asambleístas, pero son los que se unieron a la denominada 'media luna' bajo el lema de que las autonomías tienen que ser en todo el país.
Manfred Reyes Villa logró un 48 por ciento de aceptación en las pasadas elecciones, pero en la actualidad su apoyo se fue desinflando debido a una serie de errores políticos que comenzaron con el saludo a la independencia de Santa Cruz y que terminó por enterrar al prefecto cochabambino cuando organizo un grupo de choque contra los campesinos que pedían su renuncia. Según la Embajada estadounidense, Manfred perdió más del 20 por ciento de apoyo, por lo que su salida es casi inminente. Poblaciones como Quillacollo, Sacaba, Punata le quitaron el respaldo, pero a eso se tiene que sumar el descontento del trópico cochabambino, que es el territorio más fiel al presidente Evo Morales. Según estos datos, un 57,8 por ciento estarían votando en contra del Prefecto cochabambino. Similar situación vive el actual prefecto de La Paz, que perdió el apoyo de la ciudad de El Alto, una zona en la que el fue elegido en dos oportunidades como alcalde, pero que actualmente no quiere saber del representante paceño. Si bien José Luis Paredes logró un 38 por ciento del electorado para ser elegido como prefecto del departamento, en la actualidad un 52, 3 por ciento estaría en contra de su permanencia en la silla prefectural.POTOSÏ Y ORURO Es sabido que las ciudades de Potosí y Oruro, cuentan con el respaldo del presidente Evo Morales, por lo que sus electores fieles a la renovación que busca el dignatario de estado, mantendrán sus puestos como prefectos, pero la aceptación del prefecto de Oruro es mayor a la del prefecto de Potosí. Alberto Luis Aguilar de Oruro, tuvo un gestión aceptable para los movimientos sociales, y el porcentaje por el cual consiguió la prefectura llegó al 41 por ciento, pero en la actualidad la aceptación de la autoridad es del 52, 4. En cuanto al prefecto de Potosí, Mario Virreyra, su aceptación es mayor a la votación que necesita para quedarse, aunque los sectores de empresarios mineros y la autoridad edil de Potosí, Rene Joaquino, buscan su salida, puesto que consideran que no está con los intereses de la Villa Imperial.
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