Nos faltó confianza
Por: Alicia Tejada Soruco
La desconfianza y la impaciencia son hijas de la ausencia de fe en uno mismo y en nuestros propósitos. En ambas se gesta la agresión y la violencia cuyo padre, al igual que en las tragedias griegas, inevitablemente provendrá del oportunismo del tirano.
Queríamos los cruceños y cruceñas liderar a una Bolivia despedazada; nunca quisimos aprovecharnos de ese histórico y trágico devenir en fragmentos para instrumentalizarlo en violentas colisiones pro-partido opositor, con remozado discurso autonomista.
Queríamos que, tras el proyecto de los Patiño y Aramayo que se prolongó hasta el 17 de octubre del 2003 con idénticas características centralistas, emergiera uno que dé paso a ciudadanos y ciudadanas dispuestas a construir un camino por el que todos transitaríamos hacia una nueva historia con problemas, pero con el menor dolor posible.
Nos cobró una cuenta de siglos la indiferencia del estañado poder centralista y nos dolieron siempre los innecesarios y terribles sacrificios humanos de Potosí, Chuquisaca y Oruro.
Nos sentíamos obligados a reparar nuestras omisiones y nuestra participación en una relación plagada de traiciones con Beni y Pando. Nos proponíamos aprender del patriotismo y la renuncia de Tarija y hasta confiamos en cambiar la vocación hegemónica de La paz. Cochabamba, sitiada por la demagogia moralista externa y la sacralización de una hoja, sea cual sea, en desmedro de tantos otros valores, no dejaba de recordarnos que su desarrollo rural nunca debió ser “alternativo”.
La ideología del poder centralista no desapareció con el estreno democrático del siglo XX, a través de partidos políticos también centralistas y hegemónicos, permaneció anclada en consorcios partidarios departamentales: “El centralista nace donde quiere” (diría Cahuana) y efectivamente, cruceños, pandinos, benianos, chuquisaqueños, potosinos, orureños, paceños, tarijeños y cochabambinos se calentaron en el mismo bracero andino durante décadas; hicieron de la casa del jefe (ubicada a 3600m de altura) su templo, de La sede de gobierno, la tierra prometida y de la reproducción de este tipo de poder, su acto de fe. La meca; sus Asambleas agitas de vivas y de oropelados dioses. Ahora se han trasladado a los templos prefecturales y cívicos.
1985 expulsó a las víctimas de los ajustes estructurales hacia fondos sociales de emergencia y otros sucedáneos que nunca resolverían los costos sociales del modelo y ese fue el inicio del fin de este proyecto que, como nunca organizado y con agendas articuladas, se expresó contundente el 17 de octubre del 2003 y fue resistido, como en ningún otro Departamento del País, en Santa Cruz por conocidos militantes del oficialismo veinteañero que escapaba en estampida de La Paz.
El 17 de Octubre del 2003, mientras el pueblo boliviano salía a las calles harto, harto “de una a otra costilla” y se jugaba todo creyendo…algunos cruceños institucionalizados y conocidos militantes del MIR y del MNR, saltaban en la plaza 24 de septiembre, ejerciendo la violencia feroz del impotente contra mujeres, ancianos y niños mientras, entre banderas blanqui - verdes coreaban a brincos “El que no salte es colla”. Inconducta que hasta hoy repiten, celebran y premian inventando bultos y traidores en todos los confines del Departamento, con idéntico pretexto.
Nuevo parlamento ya!, nuevas elecciones Ya! Autonomía ya!, Nuevo referéndum ya! Nuevo presidente ya!: Impaciencia, falta de confianza y ausencia de fe padecidos por doquier. Ignorancia de procesos de los que jamás formaron parte.
Desde los Patiño y Aramayo, hasta el 2003, la historia y el conocimiento de la misma no nos permiten responsabilizar a ningún indio de mala madre y de peor esposa, por el saqueo en función de gobierno, ni por arrebatarle la capitalía a Chuquisaca.
Ninguno de estos, a quienes la ignorancia manipulada vincula con camélidos, se fue a ocupar los mejores condominios, ministerios y vehículos ni a darse pataditas de complicidad debajo de la misma mesa con los “collas” y homosexuales de derecha a los que nadie abucheó por las calles.
La más pobrísima revisión de la historia nos demuestra que los gobiernos responsables por el saqueo del país nunca fueron del pueblo ni de originarios algunos y que sus “propietarios”, quienes aún continúan con “el chaqui” de poder de siglos, nunca se lamentaron de que tal saqueo se orqueste en las alturas.
Y también hubo otras traiciones aquí, aún recuerdo la efectuada al mismo Comité Pro Santa Cruz por parte de sus afiliados, en el paro de oposición al Código de Minería. Para que hablar de Tierras Bajas con sus leones y petrisevich, de sus desastres ambientales y económicos, de las 45.000 Hectáreas de bosques destruidos en Guarayos, de los curichis y lagunas compactados, de los ríos desviados y muertos.
Son tantas las razones que hoy, a cuatro años de distancia de mi placita 24 de septiembre, donde fui brutalmente golpeada por un alto dirigente del “gobierno moral de los cruceños”, por atreverme a ser testigo ocular de sus abusos, tengo para celebrar el documento publicado en solicitada “Santa Cruz somos Todos”:
Celebro que sus autores pertenezcan a ese grupo de ciudadanos y ciudadanas y a muchos otros que, habiendo militado o no, partidos políticos, habiéndose acercado incluso a sus gobiernos, nunca amordazaron a nadie, ni alentaron proyecto alguno de violencia, ni instruyeron muertes (de cualquier tipo) para ningún cruceño o cruceña.
Carlos Hugo con el gobierno del MNR logró su autonomía municipal, Neisita, con ADN, no solo la Ley Forestal sino su implementación, Betty desde el curul de la NFR sus leyes de defensa del Pirai, del PLUS; Neco, desde la regulación gonista nos invitó, con la CIDOB a hacer e hicimos por los indígenas y bosques de Santa Cruz, Beni y Pando más que centenares, sin muertes ni banderas, y sin los carajasos atribuidos a un impotente y abandonado Abaroa frente al fusil chileno, quien se debe retorcer en su tumba por la burda analogía.
Lo celebro a todos ellos, desde aquí, desde Guarayos, donde gracias a Leonardo Tamburini, otro cruceño que HACE hasta tengo, junto a tantos otros perseguidos y golpeados desde hace ya dos años, una Protección Cautelar de la Comisión Ibero americana de la Asamblea Permanente de Derechos humanos.
Aquí, donde me he visto obligada a pedir se me certifique mi no militancia partidaria con el MAS para no prestarme al burdo juego de quienes buscan las indulgencias y las limosnas de sus jefes “combatiendo” al peligroso enemigo partidario inexistente, pero más que todo para continuar y ratificar mi obstinada militancia ciudadana de la que no me movió nunca ningún canto de sirena partidaria.
Aquí donde he sido demandada por “amenaza a la prensa”, una prensa que difunde amenazas delincuenciales y hasta las comenta con cinismo (¿ahora quién nos salvara? ¿El Chapulin Colorado?); donde se me hasta se me acusó de financiar grupos subversivos, en conferencia orquestada y con protagonistas pagados por la CAO, pocas semanas después de haberse publicado, en el Número 1 de la Maggui mis artículos sobre el escandaloso negociado de medio millón de hectáreas de tierras indígenas en Guarayos y los antecedentes documentados de Laguna Corazón.
Donde la cobardía abusiva y delincuencial de tentáculos cívico-podemos-MNR se ensaña diariamente contra la valiente y joven mujer Guaraya, Elida Urapuca, obligada a dimitir del mandato de su pueblo por delincuentes armados de palos y piedras, insultada, vejada, perseguida, acusada del pecado mortal de tener un hermano que, por mérito propio, ejerce honestamente como servidor público del gobierno.
Aquí, sin proponérmelo siquiera; sin haber advertido inicialmente que la persecución, la violencia y el espionaje pagan bien a no pocos “caballeros” y a sus damas dementes, es dónde nuevamente se desenmascaran los enemigos que debo tener, a los que no he intentaré si quiera golpear ni amordazar por haberme decretado ese estatus de inconfundible verdad y de necesaria distinción.
Yo no estreno hoy “mi” proyecto indígena. Llevo ya más de 15 años de compañerismo leal por este camino y los enemigos fueron los mismos: Sin bandera autonomista para mentir defensa de intereses cruceños, igual patearon a “nuestros” indios cuando se atrevieron a recuperar sus tierras y hasta, otra vez la CAO, publicó en la década del 90 su manifiesto por la “Etnia Camba”, en respuesta subversiva a la “novedad” de pueblos indígenas amazonicos, reconocidos hasta entonces como “selvicolas”, sin más derecho que el de “Guarda Bosques” de los madereros.
A los que participamos en la formulación de leyes como la de medio ambiente y forestal se nos combatió entonces como “sandias” (verdes por fuera y rojos por dentro) Ay la memoria de medio siglo de traiciones ya no nos permite automatizarnos; si hasta a Pando le impusieron los cruceños centralistas el Famoso Plan Soberanía para apropiarse de sus bosques de frontera.
A nadie llamo al engaño sobre mis públicas actividades y ya casi a medio siglo de vida no necesito militancia partidaria ni institucional alguna para ejercerlas, pero si alguna vez se me acusa por haberme acercado a cualquier proyecto político o de ciudadanía que me permitió devolver la dignidad, que otros arrebatan a honestos compatriotas, aceptaré tal acusación con indescriptible placer, con el placer que, estoy segura, no me produciría compartir las testeras atestadas de traiciones y de vanidades que se disputan a codazos.
A estos otros cruceños, a los que nunca vi jugarse por los derechos de nadie, les recuerdo que hace apenas dos semanas algunos de sus indígenas a sueldo ya han sido enviados a Palma Sola no por Evo, ni por Elida, por creer en ustedes, por creer que la regla era pareja; “por cometer actos delincuenciales de violencia” contra dignos súbditos menonita, sé que otros cuantos (y me duelen sus nombres) están prófugos por asalto a tan privilegiados canadienses; son los mismos que tres meses antes eran ensalzados, protegidos, entrevistados por la prensa del corte UNITEL, como héroes y son los mismos que estuvieron sentados a la diestra del padre todo poderoso en los cabildos del Cristo y bailaron con la banda al son de Viva Santa Cruz cuando asaltaron los negocios collas en Guarayos y firmaron el pacto por la paz la mañana después de tomar a rehenes indígenas en todos los caminos a comunidades de Guarayos liberandolos ensangrentados después del show y son los mismos que atacaron con palos a mujeres, niños y dirigentes que asistían a la Asamblea de la COPNAG-Son los mismos indios picaros; los desechables de siempre. ¡Salud por indigenizar la autonomía cruceña con tan envidiables lealtades y pedagógicas lecciones! Ojalá mostraran la cara de los verdaderos intereses en estas tierras, ojalá se atrevieran a declarar que estos indios impertinentes se les cruzaron en el negocito que va mucho, mucho más allá de las fanegas de arroz de un ilegal contrato de arriendo.
Suscribo y celebro la invitación ética de Santa Cruz somos Todos, que sin poses ni declaraciones de origen, apela a la inteligencia, cualidad original que, menos mal, compartimos todos y de la que nadie todavía ha sido excluido.
ATS/Ascensión de Guarayos/Septiembre, 2007.
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