La Paz Efe
La "Comisión de la Verdad" creada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para investigar los sucesos violentos del 11 y 12 de septiembre pasado ratificó ayer que se estableció que en Pando ocurrió una "masacre" por la cantidad de víctimas mortales y descartó que en esos hechos participaran brasileños, peruanos o venezolanos.
El jefe de la misión, el argentino Rodolfo Mattarollo, se pronunció en ese sentido en una rueda de prensa que puso fin al trabajo de campo realizado desde mediados de septiembre pasado.
Los delegados de Unasur comenzaron ayer a volver a sus países para elaborar el informe final de su trabajo, cuya redacción se realizará en Buenos Aires, la sede de la coordinación de la misión.
La "Comisión de la Verdad" investigó la violencia armada vivida el pasado 11 de septiembre en la localidad de Porvenir, Pando, donde murieron al menos 18 personas en el peor de los episodios del conflicto político desatado en Bolivia durante ese mes.
En esos días, el Gobierno boliviano denunció la presencia de sicarios brasileños y peruanos en la matanza, mientras que la oposición dijo que cinco venezolanos murieron en los hechos.
"Lo hemos preguntado expresamente (a los testigos) y nos han contestado unánimemente que no consta esa participación", dijo Mattarollo.
"Hay afirmaciones que son inverosímiles a nuestro juicio. De acuerdo a nuestra convicción moral, (...) de acuerdo a lo que es racional, pero que es una interpretación sometida a la sana crítica, no hemos encontrado una sola respuesta que indique semejante participación", agregó.
La misión ratificó que hubo una "masacre" porque murieron 18 personas, aunque añadió que es posible que existan más víctimas porque varios campesinos huyeron de los disparos y cruzaron un río que podría haberse llevado más cuerpos.
Mattarollo apuntó también que no están en condiciones de "hablar de desaparecidos", pero continúan buscando información sobre el retorno a sus comunidades de personas que participaron en esos sucesos.
Además, siguen tratando de contar con imágenes de esa huida de gente por el río que fueron difundidas por el Gobierno para someterlas a un peritaje técnico.
El informe señalará también "un mapa de responsabilidades" de todos los actores del conflicto, sin especificar delitos, dado que la comisión considera que es parte de su trabajo establecer la verdad en ese sentido y aportar a la lucha contra la impunidad.
En ese sentido, el jefe de la misión adelantó que "uno de los elementos de juicio" que les ha impresionado es "la pasividad de las fuerzas policiales" ante lo que estaba sucediendo ese día.
La evaluación final será entregada en pocas semanas a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien el pasado 15 de septiembre reunió a los mandatarios de Unasur para respaldar a su colega Morales, y aprobar la creación de esa comisión investigadora.
La "Comisión de la Verdad" creada por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para investigar los sucesos violentos del 11 y 12 de septiembre pasado ratificó ayer que se estableció que en Pando ocurrió una "masacre" por la cantidad de víctimas mortales y descartó que en esos hechos participaran brasileños, peruanos o venezolanos.
El jefe de la misión, el argentino Rodolfo Mattarollo, se pronunció en ese sentido en una rueda de prensa que puso fin al trabajo de campo realizado desde mediados de septiembre pasado.
Los delegados de Unasur comenzaron ayer a volver a sus países para elaborar el informe final de su trabajo, cuya redacción se realizará en Buenos Aires, la sede de la coordinación de la misión.
La "Comisión de la Verdad" investigó la violencia armada vivida el pasado 11 de septiembre en la localidad de Porvenir, Pando, donde murieron al menos 18 personas en el peor de los episodios del conflicto político desatado en Bolivia durante ese mes.
En esos días, el Gobierno boliviano denunció la presencia de sicarios brasileños y peruanos en la matanza, mientras que la oposición dijo que cinco venezolanos murieron en los hechos.
"Lo hemos preguntado expresamente (a los testigos) y nos han contestado unánimemente que no consta esa participación", dijo Mattarollo.
"Hay afirmaciones que son inverosímiles a nuestro juicio. De acuerdo a nuestra convicción moral, (...) de acuerdo a lo que es racional, pero que es una interpretación sometida a la sana crítica, no hemos encontrado una sola respuesta que indique semejante participación", agregó.
La misión ratificó que hubo una "masacre" porque murieron 18 personas, aunque añadió que es posible que existan más víctimas porque varios campesinos huyeron de los disparos y cruzaron un río que podría haberse llevado más cuerpos.
Mattarollo apuntó también que no están en condiciones de "hablar de desaparecidos", pero continúan buscando información sobre el retorno a sus comunidades de personas que participaron en esos sucesos.
Además, siguen tratando de contar con imágenes de esa huida de gente por el río que fueron difundidas por el Gobierno para someterlas a un peritaje técnico.
El informe señalará también "un mapa de responsabilidades" de todos los actores del conflicto, sin especificar delitos, dado que la comisión considera que es parte de su trabajo establecer la verdad en ese sentido y aportar a la lucha contra la impunidad.
En ese sentido, el jefe de la misión adelantó que "uno de los elementos de juicio" que les ha impresionado es "la pasividad de las fuerzas policiales" ante lo que estaba sucediendo ese día.
La evaluación final será entregada en pocas semanas a la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien el pasado 15 de septiembre reunió a los mandatarios de Unasur para respaldar a su colega Morales, y aprobar la creación de esa comisión investigadora.
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