Por José R. Torrico Gumucio
El domingo pasado fui al teatro para ver el tercer capitulo de la obra “Las brujas de Salem”, la cual esta siendo presentada en mi ciudad por un grupo de teatro local y lo hacen en cuatro partes. La obra es por demás conocida y esta ambientada en una historia ocurrida en el siglo XVII donde la mujer de un campesino, junto con otras varias, es acusada de brujería. En este capitulo se presenta al tribunal que realizaba la investigación del grupo de mujeres acusadas de brujería por un grupo de niñas. Las niñas fingían haber presenciado espíritus y haber sido influidas por entes malignos para fundamentar tales acusaciones. El tribunal, que estaba conformado principalmente por párrocos, totalmente parcializado, resta crédito a los testimonios de los campesinos por considerarlos personas de poca educación y por ser pobres. Sin tener la suficiente evidencia, pero con la misión de mantener sus propios privilegios sobre la sociedad, comienzan a condenar a muerte a las diferentes personas acusadas de hacer brujería. La vida, la dignidad y el derecho de la gente pobre podía ser dejada en un segundo plano. Me llamó a la reflexión que en estos tiempos, al igual que en esta representación del siglo XVII, también la justicia obra a favor de proteger intereses de grupos poderosos.
En días pasados un grupo de jueces bolivianos emitió un fallo intentando favorecer a una autoridad Boliviana acusada de haber instruido asesinatos, de haber causado daño económico al estado, de incurrir en nepotismo, de haber llamado al desacato civil en favor de una causa que pretendía dividir a Bolivia en varios estados. Funcionarios del gobierno han demostrado públicamente evidencia del nepotismo y de las estafas realizadas por esta autoridad y sus colaboradores. Las investigaciones siguen en curso y correspondería a la justicia velar por los intereses del estado boliviano (no del gobierno… del estado que somos todos los habitantes).
Estos jueces, en una sesión que no cumplía con los requisitos necesarios para instalarse, intentan trasladar a su propia jurisdicción el caso de esta autoridad para favorecer una vez mas a quien tiene dinero, a quien ha causado daño moral, daño económico y daño civil. Esta autoridad que con sus discursos y acciones ha llevado a grupos de personas a cometer asesinatos y delitos que no pueden quedar impunes. Son vidas humanas las que se han perdido para siempre y el daño producido a los familiares de esas personas asesinadas, a la psicología de los niños afectados, a la historia de este país… es simplemente incalculable e injustificable.
El actuar de la justicia boliviana no sorprende, pero deja claramente en descubierto al poder judicial. Al igual que en el caso de esta autoridad corrupta, manchada por la violencia y la muerte de ciudadanos de la región que lo había elegido, muchos otros casos quedan en la impunidad u olvido.
También en esta semana, en Santa Cruz, un comerciante que tiene un puesto de venta en el mercado popular del barrio “Plan 3000”, uno de los barrios mas pobres de esa ciudad, es rápidamente detenido por haber golpeado a un periodista que cubría una nota donde vecinos y comerciantes intentaban proteger el mercado de vándalos fascistas que protagonizaron una ola de saqueos y destrucción, el pasado mes de Septiembre, comandado públicamente por la prefectura, alcaldía y comité cívico de esa ciudad con el apoyo abierto de los medios de comunicación masiva. Este comerciante es también policía y estos factores crean una historia que mediática y políticamente puede ser usada para causar sensacionalismo y dar a entender que hay policías encubiertos golpeando a periodistas y apoyando al gobierno, cuando era todo un grupo de gente que defendían un mercado popular de un grupo de vándalos organizados que ya habían saqueado otros mercados de la ciudad. Por cierto, estos mismos vándalos un tiempo antes patearon delante de los periodistas al comandante de la policía y la justicia no se ha pronunciado al respecto.
¿Porque los jueces no se movilizaron para sentenciar a los vándalos que destruyeron las instituciones publicas, destruyeron las oficinas de la empresa de comunicaciones ENTEL, golpearon a mujeres, niños y hasta un discapacitado hasta dejarlo en terapia intensiva? ¿Dónde están los derechos de los nueve millones de bolivianos que habitamos este país?
La violencia nunca llevara a nada bueno, la falta de justicia tampoco. No nos debiera resultar extraño que estos grupos de choque juveniles, financiados por los comités cívicos de Chuquisaca, Santa Cruz, Tarija, Cochabamba, Beni y Pando, tengan en sus pobres cabezas la idea de que la democracia consiste en ver a “Rambo” matando a miles de vietnamitas y clavando la bandera norteamericana en el suelo ensangrentado. ¿Como podríamos pedir a los medios de comunicación masiva que informen con veracidad, con ética, que tengan una programación educativa, científica, cultural, integral … si eso no “vende” espacios?. Después de todo son personas humanas las que ven la basura mediática y van creando una imagen distorsionada del mundo dentro de sus cabezas. Eso nos esta llevando a la extinción nuestra propia especie y de la vida en este planeta. ¿No tendríamos que exigir a los medios de comunicación masiva que asuman la responsabilidad de cooperar en la educación de las sociedades? de participar del desarrollo de la humanidad?
¿Que clase de sociedades estamos formando? … ¿Realmente estamos yendo a un futuro de desarrollo.. O estamos presenciando una humanidad en decadencia?
En este momento no podemos siquiera pensar que podríamos acudir a la justicia para defender el derecho de millones de personas que son diariamente agredidas psicológicamente por los medios de comunicación masiva. Cotidianamente encontramos en la “cartelera”: películas violentas, dibujos animados tétricos y violentos (para los niños), informativos sensacionalistas y distorsionados. Esta situación lleva a mucha gente a crear una imagen de la realidad que no nos esta llevando a un futuro evolucionado.
Al igual que en el siglo XVII y las brujas de Salem, la justicia manipula la información y los hechos para favorecer a los poderosos. Los campesinos, el pueblo obrero, los millones que habitamos las ciudades y el país tenemos pocas o ninguna oportunidad de tener acceso al respeto de nuestros derechos por medio de los mecanismos judiciales que existen actualmente.
Ahora una luz de esperanza brilla y esta en la nueva constitución política del estado. Si esta constitución es aprobada en Enero el poder judicial tendría que ser renovado pronto. Además tendría que ser re-pensado para poder guiar a las nuevas generaciones en su avance hacia sociedades equilibradas donde prime la cordura, los valores humanos y el respeto por la naturaleza y la vida. Para ello tenemos que seguir asumiendo el desafío de romper nuestros prejuicios heredados y ser capaces de pensar en el futuro e ir construyéndolo día a día, con cada decisión y acción que tomamos.
Es probable que pasen varias generaciones para que se puedan ver los resultados. El pecado sería dejar de soñar que la justicia un día será justa y que los humanos podremos asumir el desafío de vivir en sociedades justas, en un planeta sano y limpio, mediante el uso del poder que tenemos en nuestra mente conciente.
http://evolucion- bolivia.blogspot .com
El domingo pasado fui al teatro para ver el tercer capitulo de la obra “Las brujas de Salem”, la cual esta siendo presentada en mi ciudad por un grupo de teatro local y lo hacen en cuatro partes. La obra es por demás conocida y esta ambientada en una historia ocurrida en el siglo XVII donde la mujer de un campesino, junto con otras varias, es acusada de brujería. En este capitulo se presenta al tribunal que realizaba la investigación del grupo de mujeres acusadas de brujería por un grupo de niñas. Las niñas fingían haber presenciado espíritus y haber sido influidas por entes malignos para fundamentar tales acusaciones. El tribunal, que estaba conformado principalmente por párrocos, totalmente parcializado, resta crédito a los testimonios de los campesinos por considerarlos personas de poca educación y por ser pobres. Sin tener la suficiente evidencia, pero con la misión de mantener sus propios privilegios sobre la sociedad, comienzan a condenar a muerte a las diferentes personas acusadas de hacer brujería. La vida, la dignidad y el derecho de la gente pobre podía ser dejada en un segundo plano. Me llamó a la reflexión que en estos tiempos, al igual que en esta representación del siglo XVII, también la justicia obra a favor de proteger intereses de grupos poderosos.
En días pasados un grupo de jueces bolivianos emitió un fallo intentando favorecer a una autoridad Boliviana acusada de haber instruido asesinatos, de haber causado daño económico al estado, de incurrir en nepotismo, de haber llamado al desacato civil en favor de una causa que pretendía dividir a Bolivia en varios estados. Funcionarios del gobierno han demostrado públicamente evidencia del nepotismo y de las estafas realizadas por esta autoridad y sus colaboradores. Las investigaciones siguen en curso y correspondería a la justicia velar por los intereses del estado boliviano (no del gobierno… del estado que somos todos los habitantes).
Estos jueces, en una sesión que no cumplía con los requisitos necesarios para instalarse, intentan trasladar a su propia jurisdicción el caso de esta autoridad para favorecer una vez mas a quien tiene dinero, a quien ha causado daño moral, daño económico y daño civil. Esta autoridad que con sus discursos y acciones ha llevado a grupos de personas a cometer asesinatos y delitos que no pueden quedar impunes. Son vidas humanas las que se han perdido para siempre y el daño producido a los familiares de esas personas asesinadas, a la psicología de los niños afectados, a la historia de este país… es simplemente incalculable e injustificable.
El actuar de la justicia boliviana no sorprende, pero deja claramente en descubierto al poder judicial. Al igual que en el caso de esta autoridad corrupta, manchada por la violencia y la muerte de ciudadanos de la región que lo había elegido, muchos otros casos quedan en la impunidad u olvido.
También en esta semana, en Santa Cruz, un comerciante que tiene un puesto de venta en el mercado popular del barrio “Plan 3000”, uno de los barrios mas pobres de esa ciudad, es rápidamente detenido por haber golpeado a un periodista que cubría una nota donde vecinos y comerciantes intentaban proteger el mercado de vándalos fascistas que protagonizaron una ola de saqueos y destrucción, el pasado mes de Septiembre, comandado públicamente por la prefectura, alcaldía y comité cívico de esa ciudad con el apoyo abierto de los medios de comunicación masiva. Este comerciante es también policía y estos factores crean una historia que mediática y políticamente puede ser usada para causar sensacionalismo y dar a entender que hay policías encubiertos golpeando a periodistas y apoyando al gobierno, cuando era todo un grupo de gente que defendían un mercado popular de un grupo de vándalos organizados que ya habían saqueado otros mercados de la ciudad. Por cierto, estos mismos vándalos un tiempo antes patearon delante de los periodistas al comandante de la policía y la justicia no se ha pronunciado al respecto.
¿Porque los jueces no se movilizaron para sentenciar a los vándalos que destruyeron las instituciones publicas, destruyeron las oficinas de la empresa de comunicaciones ENTEL, golpearon a mujeres, niños y hasta un discapacitado hasta dejarlo en terapia intensiva? ¿Dónde están los derechos de los nueve millones de bolivianos que habitamos este país?
La violencia nunca llevara a nada bueno, la falta de justicia tampoco. No nos debiera resultar extraño que estos grupos de choque juveniles, financiados por los comités cívicos de Chuquisaca, Santa Cruz, Tarija, Cochabamba, Beni y Pando, tengan en sus pobres cabezas la idea de que la democracia consiste en ver a “Rambo” matando a miles de vietnamitas y clavando la bandera norteamericana en el suelo ensangrentado. ¿Como podríamos pedir a los medios de comunicación masiva que informen con veracidad, con ética, que tengan una programación educativa, científica, cultural, integral … si eso no “vende” espacios?. Después de todo son personas humanas las que ven la basura mediática y van creando una imagen distorsionada del mundo dentro de sus cabezas. Eso nos esta llevando a la extinción nuestra propia especie y de la vida en este planeta. ¿No tendríamos que exigir a los medios de comunicación masiva que asuman la responsabilidad de cooperar en la educación de las sociedades? de participar del desarrollo de la humanidad?
¿Que clase de sociedades estamos formando? … ¿Realmente estamos yendo a un futuro de desarrollo.. O estamos presenciando una humanidad en decadencia?
En este momento no podemos siquiera pensar que podríamos acudir a la justicia para defender el derecho de millones de personas que son diariamente agredidas psicológicamente por los medios de comunicación masiva. Cotidianamente encontramos en la “cartelera”: películas violentas, dibujos animados tétricos y violentos (para los niños), informativos sensacionalistas y distorsionados. Esta situación lleva a mucha gente a crear una imagen de la realidad que no nos esta llevando a un futuro evolucionado.
Al igual que en el siglo XVII y las brujas de Salem, la justicia manipula la información y los hechos para favorecer a los poderosos. Los campesinos, el pueblo obrero, los millones que habitamos las ciudades y el país tenemos pocas o ninguna oportunidad de tener acceso al respeto de nuestros derechos por medio de los mecanismos judiciales que existen actualmente.
Ahora una luz de esperanza brilla y esta en la nueva constitución política del estado. Si esta constitución es aprobada en Enero el poder judicial tendría que ser renovado pronto. Además tendría que ser re-pensado para poder guiar a las nuevas generaciones en su avance hacia sociedades equilibradas donde prime la cordura, los valores humanos y el respeto por la naturaleza y la vida. Para ello tenemos que seguir asumiendo el desafío de romper nuestros prejuicios heredados y ser capaces de pensar en el futuro e ir construyéndolo día a día, con cada decisión y acción que tomamos.
Es probable que pasen varias generaciones para que se puedan ver los resultados. El pecado sería dejar de soñar que la justicia un día será justa y que los humanos podremos asumir el desafío de vivir en sociedades justas, en un planeta sano y limpio, mediante el uso del poder que tenemos en nuestra mente conciente.
http://evolucion- bolivia.blogspot .com
1 comentario:
Muchas gracias por publicar mi nota, me siento muy honrado de estar en un BLOG tan visitado. Un saludo fraterno desde Cochabamba - Bolivia.
Jotax
http://evolucion-bolivia.blogspot.com/
jotatorrico@gmail.com
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