Por: Alicia Tejada Soruco, Directora del Programa Cabildo, Radio santa Cruz, Guarayos. Ascensión del señor, 6 de marzo del 2009.-
Han pasado tres días desde que la celebración del aniversario de la provincia Guarayos se concentrara en Ascensión, su capital. La centralidad de la alcaldía de Ascensión de Guarayos para la organización, cobertura mediática y realización de los actos fue notoria así como la ausencia de los representantes de las otras dos alcaldías de la provincia.
El alcalde Robert Shock, acompañado de su junta municipal, efectuó la entrega de Carnet de Identidad que acredita la "ciudadanía de la nación guaraya" al señor Branco Marincovick, empresario de origen croata quien no nació en guarayos ni vive en esta provincia. El Bastón de Mando que le otorgó la envestidura de Cacique Del Pueblo Guarayo fue entregado al ex presidente cívico por parte del cacique de yaguarú, un anciano vinculado a denuncias que lo involucraron en el aval de la escandalosa venta de tierras en su pequeño poblado ubicado a cincuenta kilómetros de Ascensión.
Hace algunos años; el mismo alcalde de Ascensión, en reunión propiciada en su despacho, le firmó a Marincovick, un convenio mediante el cual, junto a algunos dirigentes cívicos y de la cuestionada COPNAG, atribuyéndose facultades que no le competen, le reconocían su derecho propietario sobre la Laguna Corazón, al mismo tiempo que aceptaban, a cambio de tal reconocimiento, como regalo generoso un área desprendida de dicha propiedad (200 ha.) que permita a los pobladores Guarayos entrar a la Laguna Razón apropiada por Marincovick. (lea autonomistas en aguas ajenas, de la misma autora de este artículo).
El pasado año el mismo alcalde fue denunciado por el representante de la federación de campesinos de Guarayos, Ascencio lavadenz, de haber extraido y aprovechado en beneficio personal toda la madera que resultó del desmonte realizado en las 200 hectáreas destinadas para el acceso del pueblo a Laguna Corazón; Marincovick también tiene un proceso y aplicación de multa por desmonte ilegal de 800 hectáreas, (Investigue Resoluciones y registros de sanciones en la Super Intendencia Forestal).
Cuando el canal de TV local, también de propiedad del alcalde municipal de Ascensión, entrevistó a Marincovick éste, con bastón de mando en mano y carnet de identidad-municipal- de ciudadano guarayo colgado en el pecho, expresó sentirse feliz por el reconocimiento y consideró que Guarayos se encaminaba al desarrollo puesto que ya se iniciaban sembradíos de arroz y de soya. Ergo: si producen como nosotros están progresando, viva la interculturalidad.
A través de entrevistas radiales la opinión de censura no se dejó esperar, ancianos, mujeres; humildes comunarios y dirigentes se mostraron muy tristes y "humillados" por la acción del alcalde de Ascensión (Programa Cabildo y machacando la Calucha, radio Santa Cruz). La dirigente de la COPNAG, Elida Urapuca, expresó su indignación por lo que consideró una burla a todo el pueblo Gwarayu , mientras los ancianos cuestionaron la entrega del símbolo de mando al cacique de Yaguarú, quien habría procedido de forma inconsulta y al margen de las costumbres centenarias que rigen a los cabildos del pueblo.
El ex sub prefecto autonomista, Daniel Aeguasu, aseguró que el acto de condecoración a Marincovick expresó la falta de respeto y el menosprecio del alcalde Robert Shock hacia el pueblo Gwarayu y sus instituciones centenarias; "tanto se denuncia avasallamiento de tierras por parte del MAS, cuando oficialmente dirigentes autonomistas, con una visión más centralista que la de occidente, avasallan la cultura; el atributo principal de la TCO Gwarayú". El asesor jurídico de la sub prefectura de la provincia, considero que Marincovick merecía una condecoración por sus luchas autonomistas pero consideró un desacierto la que se le otorgó en Guarayos.
Lo cierto es que, aún otorgándole al munícipe el beneficio de la duda; si acaso pretendía dar la bienvenida oficial a la interculturalidad que caracteriza al municipio de Ascensión en la figura de un ciudadano croata, el símbolo debió ser otro; el ciudadano tendría que haber residido en la provincia y al menos debió presentar al pueblo Gwarayu una muestra cultural del país de sus orígenes ancestrales. En suma él debió dejar el símbolo de su cultura en manos del burgomaestre Shock.
Pero teniendo en cuenta los antecedentes mencionados también cuenta la hipótesis de que la promoción de interculturalidad no fue el fin de este singular acto provincial, en el que sólo participó uno de los tres alcaldes de la provincia:
Es posible que los siempre aliados terratenientes ahora busquen sustento en la nueva CPE que hace referencia a autonomías para las naciones indígena originario campesino, y por la vía de los "carnés de identidad de ciudadanía de la nación guaraya" continúen la práctica que derivó en los "certificados" de propiedad para aquellos que no la obtuvieron por vías legales y para aquellos que piensan aún continuar disputando la tierra al pueblo indígena Gwarayu.
La justicia en estos pueblos no es gratuita ha advertido el fiscal de la provincia Guarayos en varias entrevistas locales, "quien no tiene para pagar transporte; alimentación; papel no va a ser atendido nunca porque el ministerio Público no dispone de estos medios y menos de abogados de oficio, asistentes, traductores…"
Por mi parte agrego a esta advertencia que durante los pasados diez años se incorporaron más de setenta derechos indígenas a la legislación nacional y que no hay un solo marco institucional que se haya adecuado, con responsabilidad administrativa, para garantizar el ejercicio de tales derechos; es más ni se los aplica o valida en las instancias estatales de Guarayos. Dada esta realidad cómo podrán ejercer sus derechos los indígenas Gwarayu, si no es re-creando ellos mismos su propia institucionalidad.
La experiencia, esa vida y esos años que no nos permiten actuar como seres automatizados, me anuncia que, tras la apropiación de estos nuevos símbolos autonómicos-indígena, está presente una estrategia de empoderamiento de quienes tienen los medios institucionales, económicos y mediáticos, para ejercer tales derechos a nivel local, porque el Estado continúa lejano.
Expongo como antecedente la forma y los personajes que ejercen "justicia comunitaria" en guarayos en los últimos cinco años y las "conciliaciones" sobre los derechos de propiedad en más de medio millón de hectáreas de la TCO (ahora TCI) Gwarayu, que se cumplen de ipso facto y con una institución creada "en defensa de la tierra en Guarayos", a la cabeza del presidente de la Asociación de ganaderos, sin que hasta la fecha se haya producido ningún desalojo.
11 de marzo de 2009
Branco Marincovick, el primer ciudadano de la Nación Guaraya
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