20 de marzo de 2009

7 joyas mediáticas y una columna

Ricardo Bajo H.

http://www.erbol.com.bo/opinion.php?id=28


La arremetida mediática se intensifica. Un programa de PAT se estrena y comienza con este titular: “A 271 días de la elección”. Diciembre parece lejos pero está cerca. Los comunarios de Hautajata le hacen la campaña gratis a un candidato semi enterrado. La prensa de derechas aprovecha la bandeja de plata y alista sus baterías tierra-tierra.

1.- Tapa del miércoles 11 de marzo del periódico cruceño El Mundo: “Impunidad a los bárbaros andinos”. La respuesta a la toma de la casa del ex vice gonista, Víctor Hugo Cárdenas (que ha traido horas y horas de televisión) es un titular que alienta el racismo y el divisionismo. Así contribuye la prensa a la concertación y la unidad del país, como apuntaba hace una semana el sabio Luis Ramiro Beltrán, único boliviano en ganar el premio Mac Luhan de periodismo.

2.- Páginas 6 y 7 del mismo diario del mismo dia (El Mundo): Hernán Cabrera, el dirigente de la Federación de Trabajadores de la Prensa de Santa Cruz, FTPSC, es acusado simultáneamente de haber trabajado para Johhny Fernández y ahora ser masista. Parte de la COD pide su renuncia inmediata.

¿Su delito? Ser el único que ha defendido a la ultrajada compañera de Unitel, Marcia Cedeño. La Federación presentó hace una semana una querella criminal contra el alcalde Percy Fernández por el caso “dengue dengue” en el cual una periodista de Unitel fue humillada y ultrajada con insultos y amenazas por el “chistosito” del burgomaestre cruceño. La respuesta de las elites cruceñas: acoso y derribo contra Cabrera.

3.- Programa juvenil de PAT. Se llama “Reel”. Pasado miércoles 11. Los ocurrentes chicos montan un concurso de belleza que parodia al famoso Hawaian Tropic. La idea original se llama Miss Guarayan Tropic y desfilan chicos disfrazados de chica. La CIDOB y la COPNAG elevan su protesta y piden clausurar Reel. PAT pide disculpas y El Deber titula dos días después en sus páginas de cultura: “Parodia causa repudio del pueblo guarayo”. La idea está clara: los indios tienen derechos pero todavía son ridiculizables en cualquier momento y lugar.

4.- Tema Alto Parapetí: titular de La Razón, sábado 14 de marzo, página A-15: “Evo reúne a miles de guaraníes para ofrecerles tierra”. Ese mismo día, El Deber, página A-15: “Presencia de 3.500 guaraníes y militares inquieta en Cordillera”. Y me pregunto: ¿el presidente ofrece tierras cuando va a entregar títulos de tierras? ¿la presencia de un pueblo indígena en su propio territorio puede inquietar a alguien? ¿quizás a los latifundistas y a los terratenientes esclavistas? La idea está clara: Evo regala cosas a los suyos.

5.- La derecha mediática y la otra ha decidido ponerse detrás de dos banderas: VHC y Leopoldo Fernández, ex prefecto de Pando acusado de la masacre de Porvenir. Para los medios de la derecha, el adenista es simplemente “Leo”. Cubriendo los actos organizados el pasado lunes 16 de marzo bajo el lema “Liberen la verdad”, los medios comienzan a calificar a los detenidos por masacres, tomas de instituciones y diversos atentados como “presos políticos”. Titular de El Deber, sábado 14, pag A-13: “Movilización cívica por los presos politicos”. La idea está clara: Bolivia vive una dictadura y ya tiene presos políticos”. Esta idea será repetida una y otra vez, hasta que alguien sea la crea.

6.- La SIP (la gran patronal de los medios) se reúne en Asunción, Paraguay. El deber del domingo 15, pág A-32: “La SIP dice que sigue acoso a la prensa en el país”. La Razón del domingo 15, pág A-20: “Denuncian ante la SIP los ataques de Evo a la prensa” y La Prensa, domingo 15, páginas 16 A y 17 A: “Denuncian a Evo ante la SIP por ataques contra la prensa”. Otra idea clara: Evo, el dictador, ataca a la prensa democrática.

7.- Diario español de Madrid, El País, del grupo Prisa, los mismos dueños (por ahora) de La Razón de La Paz. Día miércoles 18 de marzo. Titular: “La oposición de Bolivia denuncia clima de acoso”. Firma la periodista Maite Rico, desde España, obviamente.

La nota comienza así: “Cuando la turba invadió su casa, Lidia Katari y sus hijos se refugiaron en una habitación de la planta alta. "Todo se llenó de humo. Me dije: si no salimos, nos quemamos. Al salir, nos agarraron a chicotazos [latigazos], palazos y pedradas". El pecado de Lidia, que fue hospitalizada, era ser la esposa de Víctor Hugo Cárdenas, ex vicepresidente de Bolivia. Y el pecado de Cárdenas, aymara, académico respetado y pionero en la lucha por los derechos indígenas, fue haber "traicionado a su raza" y haber pedido el rechazo a la Constitución impulsada por el presidente Evo Morales, aprobada en referéndum en enero”. Y la nota sigue: “Y algunos dirigentes sociales del MAS, añade el presidente del Senado, han advertido que tomarán otras casas, entre ellas las del escritor y periodista Carlos Mesa, que presidió Bolivia entre 2003 y 2005, y cuyo talante conciliador no logró aplacar las protestas capitaneadas por Evo Morales. "Empezamos a vivir la estrategia del miedo y una vulneración muy peligrosa de derechos y garantías ciudadanas", sostiene Mesa. "Evo Morales está destruyendo el Estado de derecho".Otra vez, la idea: Evo, dictador. ¿Pero no ha ganado cinco elecciones consecutivas? No importa, es un dictador.

8.- Y una columna: Para contextualizar esta arremetida, es clarificador leer la columna del domingo 15 de marzo de La Prensa, página 18-A. Se titula: “Hacia el reino del fascismo indigenista”. Y la firma, el jefe de redacción, Carlos Morales, al que supuestamente pronto nombrarán director de dicho matutino paceño. Morales, por si alguien no recuerda, es el responsable de aquel titular de tapa que decía “Evo da luz verde a los contrabandistas”. En la columna, Morales escribe: “Lo peor viene, sin embargo, de las elites gobernantes. La justificación de la violencia desde las más altas esferas del poder (se argumenta el “por algo será”, que se utilizaba en las dictaduras de los años 70 en América Latina), su apego al fundamentalismo indigenista (que rompe el Estado de Derecho en favor de la fragmentación territorial e institucional), la manipulación de la Justicia y de las fuerzas de seguridad (que impide el legítimo uso de la fuerza y la legalidad para resguardar el imperio de la ley), la disolución del Estado en favor de la voluntad de las corporaciones sindicales indígenas, la instalación de la justicia a manos del movimiento social ajena a la acción estatal y la enunciación de un discurso totalitario que se considera dueño de la “verdad histórica” y donde sólo es posible pensar un país sin lugar al disenso nos llevan a la conclusión de que estamos en las puertas de un fascismo indigenista que no merece más que el repudio de todos los bolivianos, incluso de quienes apostaron por “otro país” más justo, menos corrupto y más igualitario”.

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