anibal jerez Lezana (1)
El escriba, el escribiente o el escribidor, sea eventual aficionado o permanente y rentado –observando algunos protocolos y garantías constitucionales- tá en su derecho escribir, ¡soy libre! diría un suelto, “soy afiliado al sindicato de la prensa y escribo por la libertad de la prensa”, dirían los del gremio; pues, escribir –con objetividad y veracidad- argumentando sobre hechos o ideas, nada mas ni nada menos constituye el derecho y goce del ciudadano de uno de los atributos del sistema democrático; de ahí a que el autor del trabajo se crea un tipango y dueño absoluto de la verdad - casi mesías, capo entre el montón, especialista absoluto en su género, ex jefe de redacción, ex director, con maestría o doctorado, socio del medio- pues, claringo que es mucha osadía y atrevimiento y dista mucho trecho de ser verdad.
Relacionado con lo indicado, un popular dicho afirma que, “ojos que no ven, corazón que no siente”, otro vinculado indica que ,“depende del lente –o del ojo- con que se mira”, este último está presente en todo análisis; pues el terrícola que le entra a la reflexión y escribe es un ser social –el lente o el ojo con que mira corresponde a un sistema de valores que refleja su hábitat económico social político y los sueños que tiene- obviamente con los vínculos de sus intereses y relaciones presentes y futuras, el o ella, por el lente con que mira, cree en la vida de esa manera y está en su derecho y lucha políticamente también por reproducirla, ni que fuera marciano pa no hacerlo así.
Vea Ud. y es pa no calentarse por cualquier cosa que se escribe, se lee o SE escucha; con mucho goce de ciudadanía y pa mejor entender, van unas pildoritas oftalmológicas respecto al ojo con que se escribe, se comenta y se mira la realidad, en la tele, en los periódicos, en las radios, en los blogs, etc. veamos:
ü Miechicaninda, son mucho tipo los analistas o escribidores DALTÓNICOS, se imagina el lente tornasol o arcoíris de estos. De estos hay a montones, por esta afección óptica no perciben interesadamente lo esencial del objeto de estudio, confunden a sabiendas el color del interés colectivo o del bien público (interés mayor) con el color de sus intereses (individual, parcial o menor), esto distorsiona la verdad.
ü O como los escribidores o analistas ESTRAVICOS, pues, la viruleada en el enfoque de estos, también llamada falta de equilibrio o el hacerse de la vista gorda pa unos solo para balancear pa los otros, o en todo caso pa “peerse a gusto” (como dirían los estudiosos de flatologos), afectará la comprensión de la realidad objetiva, nos llevarían pa otro trecho o pa otros intereses.
ü ... y ni que se diga de los escribidores o analistas MIOPES, como quien diría, estos casi no ven pero igualingo le echan, es preocupante saber que esa importante misión de ver la realidad en su justa medida -hacer el análisis e iluminar el camino con una opinión -a veces este afectada por no ver la realidad y el bien común, o les faltó o les sobró la medida pa mirar bien.
ü …Ya ni perdamos el tiempo con escribidores o analistas tuertos, astigmáticos y otros afectados, pero, y los lagañientos en la lectura de la realidad?, esto es por que la cosa esta ya infectada y da pa inyectarle algunos combióticos, pues esto se da cuando el análisis es sesgado, es chueco, “con premeditación y alevosía” como dirían los legos, aquí es de lamentar esta afección infectocontagiosa de los mercenarios en el análisis y la difusión, esto genera contagios y el remedio es caro cuando se propaga la enfermedad, puede generar hasta desastres, se imagina lo que hizo Joseph Goebel -el ministro nazi de información- con su lema “miente miente que algo queda”.
Si el autor -argumentando y justificando de manera suficiente- diría yo tomo partido por esto!, milito en esta causa, contribuyo de esta manera, empelotando la verdad, etc; pues seguro taria mejor y seria hasta mas digno. Ta claringo, así que los escribidores, muchos buenos, otros practicantes respetables, otros mutantes por el agotamiento o mutantes por frustraciones varias, no se vengan con pajaritos preñau y cosas rebuscadas como que son los capos “analistas políticos” , “politólogos”, “críticos literarios”, “comentaristas”, “cientistas sociales” o de otros oficios de la última hora a tanto desempleo en la calle.
Esto es con el goce de la libertad y “al que le haga el guante que se lo chante”, y como lo dijo y lo demostró el amigo Einstein, “lo único absoluto es la relatividad de las cosas” (S. Cruz, Agosto 2008).
(1)anibaljerez@gmail.com Santa Cruz – Bolivia – América del Sur
El escriba, el escribiente o el escribidor, sea eventual aficionado o permanente y rentado –observando algunos protocolos y garantías constitucionales- tá en su derecho escribir, ¡soy libre! diría un suelto, “soy afiliado al sindicato de la prensa y escribo por la libertad de la prensa”, dirían los del gremio; pues, escribir –con objetividad y veracidad- argumentando sobre hechos o ideas, nada mas ni nada menos constituye el derecho y goce del ciudadano de uno de los atributos del sistema democrático; de ahí a que el autor del trabajo se crea un tipango y dueño absoluto de la verdad - casi mesías, capo entre el montón, especialista absoluto en su género, ex jefe de redacción, ex director, con maestría o doctorado, socio del medio- pues, claringo que es mucha osadía y atrevimiento y dista mucho trecho de ser verdad.
Relacionado con lo indicado, un popular dicho afirma que, “ojos que no ven, corazón que no siente”, otro vinculado indica que ,“depende del lente –o del ojo- con que se mira”, este último está presente en todo análisis; pues el terrícola que le entra a la reflexión y escribe es un ser social –el lente o el ojo con que mira corresponde a un sistema de valores que refleja su hábitat económico social político y los sueños que tiene- obviamente con los vínculos de sus intereses y relaciones presentes y futuras, el o ella, por el lente con que mira, cree en la vida de esa manera y está en su derecho y lucha políticamente también por reproducirla, ni que fuera marciano pa no hacerlo así.
Vea Ud. y es pa no calentarse por cualquier cosa que se escribe, se lee o SE escucha; con mucho goce de ciudadanía y pa mejor entender, van unas pildoritas oftalmológicas respecto al ojo con que se escribe, se comenta y se mira la realidad, en la tele, en los periódicos, en las radios, en los blogs, etc. veamos:
ü Miechicaninda, son mucho tipo los analistas o escribidores DALTÓNICOS, se imagina el lente tornasol o arcoíris de estos. De estos hay a montones, por esta afección óptica no perciben interesadamente lo esencial del objeto de estudio, confunden a sabiendas el color del interés colectivo o del bien público (interés mayor) con el color de sus intereses (individual, parcial o menor), esto distorsiona la verdad.
ü O como los escribidores o analistas ESTRAVICOS, pues, la viruleada en el enfoque de estos, también llamada falta de equilibrio o el hacerse de la vista gorda pa unos solo para balancear pa los otros, o en todo caso pa “peerse a gusto” (como dirían los estudiosos de flatologos), afectará la comprensión de la realidad objetiva, nos llevarían pa otro trecho o pa otros intereses.
ü ... y ni que se diga de los escribidores o analistas MIOPES, como quien diría, estos casi no ven pero igualingo le echan, es preocupante saber que esa importante misión de ver la realidad en su justa medida -hacer el análisis e iluminar el camino con una opinión -a veces este afectada por no ver la realidad y el bien común, o les faltó o les sobró la medida pa mirar bien.
ü …Ya ni perdamos el tiempo con escribidores o analistas tuertos, astigmáticos y otros afectados, pero, y los lagañientos en la lectura de la realidad?, esto es por que la cosa esta ya infectada y da pa inyectarle algunos combióticos, pues esto se da cuando el análisis es sesgado, es chueco, “con premeditación y alevosía” como dirían los legos, aquí es de lamentar esta afección infectocontagiosa de los mercenarios en el análisis y la difusión, esto genera contagios y el remedio es caro cuando se propaga la enfermedad, puede generar hasta desastres, se imagina lo que hizo Joseph Goebel -el ministro nazi de información- con su lema “miente miente que algo queda”.
Si el autor -argumentando y justificando de manera suficiente- diría yo tomo partido por esto!, milito en esta causa, contribuyo de esta manera, empelotando la verdad, etc; pues seguro taria mejor y seria hasta mas digno. Ta claringo, así que los escribidores, muchos buenos, otros practicantes respetables, otros mutantes por el agotamiento o mutantes por frustraciones varias, no se vengan con pajaritos preñau y cosas rebuscadas como que son los capos “analistas políticos” , “politólogos”, “críticos literarios”, “comentaristas”, “cientistas sociales” o de otros oficios de la última hora a tanto desempleo en la calle.
Esto es con el goce de la libertad y “al que le haga el guante que se lo chante”, y como lo dijo y lo demostró el amigo Einstein, “lo único absoluto es la relatividad de las cosas” (S. Cruz, Agosto 2008).
(1)anibaljerez@gmail.com Santa Cruz – Bolivia – América del Sur
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