Rafael Puente: “Señora presidenta
Bolivia no es su “estancia”, los problemas no se resuelven con sonrisas”
Señora Presidenta del Estado
supuestamente Plurinacional:
Cuando le tocó asumir ese cargo
no había nada que objetar. Usted no lo había buscado. De pronto se encontró con
que las renuncias mal calculadas del Presidente Evo Morales y de sus máximas
autoridades (Adriana Salvatierra, Víctor Borda y Susana Rivero) la colocaban a
usted como presidenta interina con la función principal de convocar a
elecciones (y no me meto con el tema de si hubo o no “golpe” de Estado, ya que
en todo caso el primer “golpe” se lo dio el propio Evo cuando se pasó por
encima del referéndum del 21 de febrero). Por tanto, usted asumió la
Presidencia con toda legalidad, pero como presidenta interina, y lo primero que
hizo fue convocar a elecciones. Hasta ahí todo bien.
Pero es evidente que muy pronto
le cogió gusto al ejercicio del poder y decidió presentar su candidatura a la
Presidencia, decisión que no se puede calificar de ilegal, pero sí de
inconsecuente, ya que iba a resultarle difícil compaginar sus responsabilidades
como Presidenta y sus intereses como candidata. Y, efectivamente, empezó a
perder el norte, y empezó a disfrutar de su cargo con sucesivas decisiones, que
podemos calificar por lo menos de poco responsables.
Cuando se desata la pandemia del
coronavirus, su autoridad decreta estado de excepción, decreto
indiscutiblemente correcto, pero contradictoriamente es usted la primera en
contradecir su decreto con la gran celebración pública del cumpleaños de su
hija…
Luego antepone sus personales
convicciones religiosas a los principios constitucionales y se esmera en llevar
la Biblia al Palacio de Gobierno. La Biblia es una colección de libros muy
diferentes y que usted parece no conocer a fondo; pero en todo caso, la Biblia
no tiene nada que hacer en la gestión de un Estado que constitucionalmente se
declara laico (por supuesto con respeto por todas las creencias religiosas,
pero como un tema de régimen privado).
Entre paréntesis, ¿conoce y
comparte usted ese versículo del “Eclesiástico” que dice: “Gracias te doy,
Señor, porque no me hiciste ignorante, porque no me hiciste gentil, porque no
me hiciste mujer?”. Pero igual, aunque la Biblia fuera una colección de libros
totalmente convincentes, no tiene nada que ver en el palacio de un Estado
laico.
Peor aún, hace unas semanas nos
da la sorpresa de organizar la “bendición” de varias ciudades (otra vez la
manía religiosa en un Estado laico), pero además una bendición costosa (con
gastos de helicópteros y avionetas que no vuelan gratis). Y con el mismo
subjetivismo autoritario organiza tres vuelos (en aviones de la FAB) para hacer
pasear a Miss Rurrenabaque.
¿No era que estábamos viviendo
una crisis nacional que tiene a nuestros niños y niñas sin escuela y a cientos
de miles de ciudadanos y ciudadanas sin poder trabajar? ¿Se puede explicar que
la propia Presidenta del Estado promueva semejantes desigualdades? En medio de
sus preocupaciones frívolas y religiosas ¿le quedan energias para preocuparse
de la situación de la salud pública en el país?
Siempre fue un desastre, y eso no es responsabilidad de usted, pero en
plena pandemia nos gustaría saber qué se está haciendo para mejorar esa
situación…
Y mientras tanto ¿qué pasa con el
presente y futuro del Estado que usted preside? ¿Son ciertas las denuncias
sobre las irregularidades que se denuncia en YPFB, la empresa clave de este
Estado con un futuro cada vez más incierto? ¿Qué hay de cierto en las supuestas
“venganzas” contra la Red Gigavisión? ¿Nos podría informar sobre esos y muchos
otros problemas en vez de ocuparse de cumpleaños y “bendiciones”?
Perdone la franqueza, pero
Bolivia no es su “estancia”, señora Jeanine, es el Estado que usted
temporalmente preside y que tiene graves problemas pendientes. Y eso no se
resuelve con sonrisas…
Rafael Puente es miembro del Colectivo Urbano por el
Cambio (Cueca) de Cochabamba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario