29 de mayo de 2009

El Oro Negro Amazónico tras su reactivación

Margoth Céspedes (*)
La goma (Hevea brasiliensis) es un recurso extraordinario de la Amazonía que después de su descubrimiento y potencial para la fabricación de neumáticos, desencadenó dos grandes auges (1880-1912 y 1940-1945) por la extracción del látex en los bosques húmedos de Pando, parte del Beni y Santa Cruz, aunque se caracterizó por ser una economía de enclave que generó más impactos negativos que positivos en la región, beneficiando a un reducido número de familias y en desmedro de la vida de miles de personas que trabajaron como siringueros y en condiciones inhumanas, además del genocidio de los pueblos indígenas, y la apropiación violenta del territorio al cual pertenecían estos.

A partir de1980 con la clausura de la subvención de precios por parte de Brasil, se abandona la explotación de la goma y a nivel comercial se inicia la explotación de la castaña que hasta la fecha representa el sostén económico de la región.

El enorme potencial de biodiversidad, que convierte a esta parte de la región amazónica en el pulmón del mundo, y su carácter estratégico para la vinculación internacional, le ha permitido la inclusión social, económica, política y territorial, pese al escaso desarrollo y la poca articulación de la región norte amazónica al país, que la mantuvo aislada durante mucho tiempo.

Como una de las alternativas para dinamizar la economía en la región y crear nuevas fuentes de trabajo, está la reactivación de la explotación de la goma. Organizaciones como COINACAPA con el apoyo de CARE cuenta con 60 familias campesinas dedicadas a la explotación de la goma con una producción de 100 toneladas aproximadamente y emplean este recurso para hacer ciertas artesanías a pequeña escala.

El potencial de este producto en Pando es enorme, se habla de aproximadamente 27.000.000 árboles de goma en el departamento, conservado en su estado nativo, lo cual garantiza preferencia en el mercado por su alta calidad a diferencia de las plantas de goma injertadas con que cuenta Brasil y el continente Asiático. Además existe conocimiento local sobre las formas de explotación del látex por parte de los comunarios campesinos e indígenas del lugar que facilitaría la extracción, sin embargo, estas personas no disponen de herramientas e incentivos para la explotación de dicho recurso.

En esta línea el Gobierno Nacional se ha propuesto incentivar este rubro, a través de la intervención subvencionada para el aprovechamiento sostenible de la goma, apoyada en la cadena productiva de la misma, consistente en el manejo y uso, el valor agregado, la promoción y la venta del producto coagulado. Sin embargo, la propuesta no llega a ofrecer una alternativa de transformación de la goma para venderla procesada o laminada y por ahora es aún un sueño que se establezca una fábrica para la producción de neumáticos para llantas, profilácticos ó piel sintética. La misma busca suministrar los insumos e instrumentos para el rayado de la goma mientras que los potenciales beneficiarios (60 familias) deberían contribuir con su fuerza de trabajo como contraparte a la iniciativa, haciéndose cargo a nivel local el Programa Sustentar, dependiente del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierra.

El esfuerzo planteado tropieza con otro problema, un mercado estable para la goma, pues aunque existe demanda de algunas plantas trasformadoras en Brasil o Bolivia, el precio de la goma es poco rentable respecto a la inversión para su producción, un kilo de goma en estos mercados valdría solo 8 bolivianos mientras que el costo de producción equivale a más de 6 bolivianos. Por ello es que algunos actores locales proponen que se instale a mediano plazo una planta laminadora para poder vender la goma procesada, mientras que los sectores con economías más vulnerables exigen respuestas y piden la celeridad del Estado para dinamizar dicho rubro pese a los bajos ingresos que se prevén por su aprovechamiento.

(*)Margoth Céspedes Es socióloga de CIPCA Pando.

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