Por: Lic. Waldo Caballero Toledo
Es difícil encontrar información fiable sobre la intimidación y delincuencia que ha sucedido en la ciudad de Cobija en los últimos días। Por eso, es mi deber hablar con franqueza a los que integran el sistema periodístico, sobre lo que ocurre en la radio y la televisión de este Departamento, y si lo que voy a decir trae consecuencias, yo soy el único responsable de esta opinión.
Los que comunican información, conocimiento e ideas solo pueden pasar a la historia por sus actos, pero estos no deben ser el crear caos y anarquía provocada con la propagación de rumores o falsas noticias que en muchos casos estimularon el incremento de la brutalidad en Cobija debido a la acción concertada de elementos desestabilizadores que son evidentes en la difusión de noticias alarmistas। Espero que la población y los periodistas conserven en sus grabaciones lo sucedido en el paro cívico coercitivo de los días 27 y 28 de noviembre (con varios locales comerciales violentados, funcionarios públicos amenazados, comerciantes y mototaxistas amedrentados e insultados, racismo es su máxima expresión y que terminó con la casa del Senador Abraham Cuellar, quemada), además de la incitación a la violencia del día 30 por los funcionarios prefecturales mimetizados como peones en distintas organizaciones llamadas cívicas y universitarias y que fue transmitido por las diferentes cadenas televisivas y radiales del país, ahí encuentran registradas pruebas de la decandencia de una parte de la población dependiente, sumisa y servil, la cual quiere escapar de la realidad y del aislamiento del mundo en el que vivimos.
Cobija es una sociedad opulenta, acomodada y autocomplaciente: por un lado los que viven de los cargos políticos amasando fortunas exorbitantes, aprovechándose de los recursos económicos departamentales con proyectos dirigidos, construcciones fantasmas, compras con sobreprecios, y por otro de grandes comerciantes cuyo mercado principal es el brasileño। Se adolece de una alergia innata a la información real que nos perturba, debido a que casi el 100% de los medios de comunicación son comprados por la Prefectura con jugosa publicidad y contratando a los familiares de los empleados de mencionados medios que ganan bien sin hacer nada, ¿Cómo van a dar cabida a ideas que para los dueños de la tribu les parezcan subversivas e incluso peligrosas, por ir contra sus intereses económicos y políticos?, ¿Cómo van a morder la mano que les da de comer?. Es por esta razón, que uno de los sofisticados sistemas sicilianos modernos como ser el sistema entramado de los medios de comunicación a instancia de la publicidad de los patrocinadores permanecerá en este Departamento impasible y siempre con la verdad distorsionada a favor de los intereses de sus patrones.
Algunos medios son el reflejo de esta situación, considerados un negocio, tenemos que reconocer que la televisión y la radio en muchas partes del país, están enfocadas básicamente a distraernos, engañarnos, entretenernos y aislarnos। Los medios de comunicación (no todos) y los que los financian, los que la ven y los que la producen podrían percartarse del error demasiado tarde, principalmente de haber dado acogida a dictadores de la opinión y manipuladores de las noticias.
Las autoridades departamentales creerán que hemos tomado mal uso de sus actos, actitudes y declaraciones, asumimos que tendrán la oportunidad de explicar a la población pandina de estos vergonzosos actos, ya que los medios no les faltan ni el tiempo tampoco।
Espero que las opiniones vertidas en pro de expresar la verdad aunque esta tenga que discordar del libreto armado en Santa Cruz para la Prefectura y los Podemistas Pandinos que solo repiten como disco rayado argumentos sin sentido y sin análisis, no pongan en riesgo a los ciudadanos por discordar con esta política।
El autor es Presidente de la Asociación de Profesionales Residentes en Pando (APREPAN)
1 comentario:
Excelente articulo, asi desde afuera de ese interesante pais tenemos un enfoque sobre la realida de una ciudad que esta en la parte amazonica y que por lo visto crece a tropezones.
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