Escrito por Maria Elena Moreira (*)
Como se sabe, el cambio climático se refiere a una serie de alteraciones ocurridas en el clima como consecuencia directa o indirecta de las actividades humanas, las cuales alteran la estructura de la capa atmosférica. Estas alteraciones han generado -desde la era industrial- un aumento inusual en la concentración de Gases de Efecto Invernadero (GEI), provocando un incremento de la temperatura global y produciendo una serie de impactos negativos en los diversos ecosistemas.
En los últimos años existe un creciente interés y preocupación por parte de la población mundial por los impactos del cambio climático, como el aumento de la temperatura global promedio en 0.7 °C, el derretimiento de capas de hielo polar, glaciares y nevados, el aumento de los niveles de los Océanos, incremento en la frecuencia de eventos climáticos extremos: sequías, inundaciones, ciclones, heladas, granizadas, etc.
Estos efectos también se dan en la región del Chaco; pese a que por naturaleza esta región es seca, podemos observar con nitidez las variaciones en la época de lluvias: épocas cortas de lluvia a veces intensa o períodos de suspensión de lluvias demasiado prolongadas, con calor intensa. Estos efectos están repercutiendo de varias maneras en las comunidades guaraníes; por ejemplo en un bajo rendimiento productivo. Muchas veces, sobre todo cuando ocurren los veranillos en época de floración, prácticamente se pierde la producción; asimismo, para la ganadería las precipitaciones son insuficientes para asegurar el agua y alimento en época seca.
Frente a esta situación, los productores están realizando diversas acciones concretas para poder enfrentar estos impactos, como las acciones de adaptación, entendida como la capacidad de los seres vivos poseen para acomodarse a un determinado medio; pero también se desarrollan acciones de mitigación, con el objetivo de reducir las emisiones de GEI y mejorar los sumideros como son los bosques.
Entre acciones de adaptación y mitigación en el Chaco destacan el mejor uso, manejo y aprovechamiento de los recursos naturales con que cuentan, como el manejo adecuado del monte (diferimiento y clausura del monte), valorando las especies nativas resistentes y adaptadas a la región (recursos forrajeros nativos, maíz amarillo, bovinos criollos, etc). Asimismo, incorporando en el sistema productivo especies agrícolas y pecuarias introducidas y de reconocida adaptación en la región. Así mismo tanto productores como organizaciones sociales están incorporando en sus demandas y acciones mayor sensibilización e involucramiento de toda la población que ayude a encontrar soluciones innovadoras a estos impactos, que puede llegar a amenazar la seguridad alimentaria.
La preocupación por el Cambio Climático y sus efectos también se da a nivel de país, hecho que ha llevado a la conformación de la Plataforma por el Cambio Climático, un espacio de articulación y coordinación de las Organizaciones Campesinas, Indígenas, Originarias, Movimientos Sociales urbanos y rurales e Instituciones en Bolivia, quienes están propiciando una serie de campañas de sensibilización contra este fenómeno. Ahora queda el reto de involucrar en esta plataforma también a las regiones y municipios y a los diferentes actores y sectores sociales de la sociedad civil, organizaciones indígenas y campesinas, autoridades municipales, entes educativos, la iglesia, etc. de estos espacios subnacionales, para que puedan ser parte de este movimiento a favor de concienciar y sensibilizar sobre este tema.
En ese marco se debe considerar la necesidad de conformar una Plataforma Regional por el Cambio Climático del Chaco. La MANCHABOL (Mancomunidades del Chaco Boliviano) distribuida en 3 departamentos (Chuquisaca, Tarija y Santa Cruz), y que cuenta con 16 municipios, puede ser un espacio que lidere dicha Plataforma, e incorpore este tema en sus acciones de incidencia como las campañas, elaboración de propuestas, etc. Asimismo, puede tener la ventaja de incidir y acompañar en la formulación de políticas públicas orientadas a promover acciones frente al cambio climático y lograr que las instituciones públicas incorporen en sus planes y programas de desarrollo este tema, mismos que rescaten las experiencias ya validadas e implementadas en comunidades de la región del Chaco por los propios productores.
(*) Maria Elena Moreira es Antropóloga de CIPCA Cordillera
20 de julio de 2009
Cambio Climático un reto del presente
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