Max Murillo Mendoza
El mundo pende de un hilo respecto de las decisiones norteamericanas con referencia a las terribles noticias económicas. El agujero negro que es el “modelo norteamericano”, y sus consumos irracionales, destruyendo todo el hábitat del planeta, raya en lo esquizofrénico y enfermizo “modelo” mental norteamericano. El “sueño americano” no fue sostenible y se convierte en una pesadilla mundial. El país del norte se hunde en su podredumbre consumista e irracional, pero sin ningún sustento concreto: simplemente gratis, y sin fondos económicos. Los Estados Unidos no son una economía productiva o productora, sino comercial y terciaria, es decir sólo de comercio y especulativa. Admite desde siempre negocios turbios como las drogas, las mafias, el contrabando de armas, y otros negocios turbios a lo largo del mundo. Sus servicios secretos se dedican también a proteger esos negocios turbios, pues básicamente los Estados Unidos son conglomerados de sociedades turbias.
Después de la segunda guerra mundial, los Estados Unidos, sin competencia alguna en lo económico, se dedicaron a corromper al mundo entero con su economía de consumo masivo. Y hoy el mundo entero está pagando caro esa sumisión ingenua al modelo norteamericano. El sueño americano se basa en la destrucción del hábitat humano: consumo y destrucción de todo lo imaginable en recursos renovables y no renovables. Ese modelo destructivo ha llegado a su fin, ha tocado fondo. Temas como cambio climático hacen referencia necesaria al modelo y sueño americano: destructor e irracional. El chantaje de sus préstamos y créditos se basan en el consumo, es decir es lo destructivo e irracional; sin embargo, ese chantaje ha funcionado muy bien con los grupos de poder en todo el mundo, porque son los únicos que pueden consumir hasta límites irracionales. O sea, por eso apoyaron desde siempre a oligarquías y colonias por estos lados del mundo, porque en esencia son los portadores de lo destructivo e irracional como modelo de consumo hasta el infinito.
Las evidencias de todo esto ya son demasiado claras. Sólo los mercenarios a sueldo del modelo defiende esta irracionalidad (científicos, técnicos y banqueros mafiosos); pero sus estudios ya no son creíbles por todo lo que sucede actualmente en el mundo: pobreza, miseria, crisis económicas, guerras inventadas por las mafias de las industrias de armas, etc. El “sueños americano” es la pesadilla más cruel que el hombre haya imaginado. La modernidad norteamericana se tambalea por donde se lo vea. Su modelo está llevando a la destrucción masiva de la especie humana y su entorno. Su consumismo es un desprecio al mundo entero. Su enfermedad mental que es el consumismo, sigue chantajeando al mundo entero haciendo creer a las oligarquías, sobre todo tercermundistas, que “nos salvan” comprándonos para su consumo. El mundo entero depende de esta irracionalidad norteamericana y destructiva. Las finanzas han sido esclavizadas al consumo destructivo, y todo lo que se refiera a la ciencia económica y financiera se refiere a la irracionalidad del consumo. Es decir la destrucción humana está sistematizada por las ciencias económicas.
Se requieren con mucha urgencia alternativas económicas más humanas y anti consumistas. Se requiere revisar los acuerdos post segunda guerra mundial en todo el mundo, porque la dependencia hacia los Estados Unidos ya no es sostenible, es cruel y enfermiza; es irracional y destructiva. Es chantajista y anti soberana. Y hoy, su moribunda economía podría destruir todos los esfuerzos que se están realizando en el mundo, para salir de esta hecatombe de la crisis económica, ocasionada por las mafias de banqueros, políticos y economistas norteamericanos. El capitalismo salvaje norteamericano tiene cáncer y con metástasis. Al pueblo norteamericano sólo le queda el camino de hacer otra revolución, porque esa podredumbre antihumana y cruel de sus oligarquías no cambiarán, no tienen la intención ni la capacidad, y eso ha demostrado la presidencia del primer presidente negro: esperanzas esfumadas y engañadas.
Cochabamba, 30 de Julio de 2011.
El mundo pende de un hilo respecto de las decisiones norteamericanas con referencia a las terribles noticias económicas. El agujero negro que es el “modelo norteamericano”, y sus consumos irracionales, destruyendo todo el hábitat del planeta, raya en lo esquizofrénico y enfermizo “modelo” mental norteamericano. El “sueño americano” no fue sostenible y se convierte en una pesadilla mundial. El país del norte se hunde en su podredumbre consumista e irracional, pero sin ningún sustento concreto: simplemente gratis, y sin fondos económicos. Los Estados Unidos no son una economía productiva o productora, sino comercial y terciaria, es decir sólo de comercio y especulativa. Admite desde siempre negocios turbios como las drogas, las mafias, el contrabando de armas, y otros negocios turbios a lo largo del mundo. Sus servicios secretos se dedican también a proteger esos negocios turbios, pues básicamente los Estados Unidos son conglomerados de sociedades turbias.
Después de la segunda guerra mundial, los Estados Unidos, sin competencia alguna en lo económico, se dedicaron a corromper al mundo entero con su economía de consumo masivo. Y hoy el mundo entero está pagando caro esa sumisión ingenua al modelo norteamericano. El sueño americano se basa en la destrucción del hábitat humano: consumo y destrucción de todo lo imaginable en recursos renovables y no renovables. Ese modelo destructivo ha llegado a su fin, ha tocado fondo. Temas como cambio climático hacen referencia necesaria al modelo y sueño americano: destructor e irracional. El chantaje de sus préstamos y créditos se basan en el consumo, es decir es lo destructivo e irracional; sin embargo, ese chantaje ha funcionado muy bien con los grupos de poder en todo el mundo, porque son los únicos que pueden consumir hasta límites irracionales. O sea, por eso apoyaron desde siempre a oligarquías y colonias por estos lados del mundo, porque en esencia son los portadores de lo destructivo e irracional como modelo de consumo hasta el infinito.
Las evidencias de todo esto ya son demasiado claras. Sólo los mercenarios a sueldo del modelo defiende esta irracionalidad (científicos, técnicos y banqueros mafiosos); pero sus estudios ya no son creíbles por todo lo que sucede actualmente en el mundo: pobreza, miseria, crisis económicas, guerras inventadas por las mafias de las industrias de armas, etc. El “sueños americano” es la pesadilla más cruel que el hombre haya imaginado. La modernidad norteamericana se tambalea por donde se lo vea. Su modelo está llevando a la destrucción masiva de la especie humana y su entorno. Su consumismo es un desprecio al mundo entero. Su enfermedad mental que es el consumismo, sigue chantajeando al mundo entero haciendo creer a las oligarquías, sobre todo tercermundistas, que “nos salvan” comprándonos para su consumo. El mundo entero depende de esta irracionalidad norteamericana y destructiva. Las finanzas han sido esclavizadas al consumo destructivo, y todo lo que se refiera a la ciencia económica y financiera se refiere a la irracionalidad del consumo. Es decir la destrucción humana está sistematizada por las ciencias económicas.
Se requieren con mucha urgencia alternativas económicas más humanas y anti consumistas. Se requiere revisar los acuerdos post segunda guerra mundial en todo el mundo, porque la dependencia hacia los Estados Unidos ya no es sostenible, es cruel y enfermiza; es irracional y destructiva. Es chantajista y anti soberana. Y hoy, su moribunda economía podría destruir todos los esfuerzos que se están realizando en el mundo, para salir de esta hecatombe de la crisis económica, ocasionada por las mafias de banqueros, políticos y economistas norteamericanos. El capitalismo salvaje norteamericano tiene cáncer y con metástasis. Al pueblo norteamericano sólo le queda el camino de hacer otra revolución, porque esa podredumbre antihumana y cruel de sus oligarquías no cambiarán, no tienen la intención ni la capacidad, y eso ha demostrado la presidencia del primer presidente negro: esperanzas esfumadas y engañadas.
Cochabamba, 30 de Julio de 2011.
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