23-09-09
PETRAS, EL TROTSKISTA DE ESCRITORIO
James Petras es un escritor muy conocido en América Latina que desde su cómoda residencia en los Estados Unidos, se permite, como oráculo, dar lecciones a los pueblos en la típica postura trotskista de agresión a los pueblos en nombre de una ideología ultrarradical de palabra. Leamos las expresiones textuales de Petras:
«El nacionalismo de los 50 en Bolivia fue mucho más radical, más socialista si quieres, que lo que está haciendo Evo Morales. Y sobre la participación popular, la Asamblea del Pueblo en el año 70 bajo el gobierno de J.J. Torres fue mucho más amplio y profundo de lo que hay en Bolivia ahora en el Parlamento de Evo Morales. Y las nacionalizaciones de que él habla no son nacionalizaciones sino pactos con el gran capital petrolero. Y eso ni se acerca a la nacionalización del año 68 cuando nacionalizaron GUlf Oil con el gobierno de Ovando y Santa Cruz de Ministro de economía. En relación con la historia boliviana yo creo que el gobierno de Evo Morales cae en la categoría 4, después de Paz, Ovando, de Torres....»
«En Bolivia, Evo Morales está montando una gran maquinaria política electoral con prebendas y también un discurso populista y creo que con la estupidez de la derecha dividiéndose en 3 o 4 pedazos, no hay ninguna posibilidad de derrotar a Evo Morales.» (1)
En primer lugar, Petras, el trotskista de escritorio, se permite comparar el gobierno de Paz Estenssoro con el de Evo Morales y asegura que aquel sería más profundo en cuanto a revolucionarización que el segundo. ¡Una verdadera aberración!
El señor Petras no sabe nada del gobierno reaccionario y de tinte fascista de Paz Estenssoro. El MNR, partido político que se apoderó de una gran insurrección popular espontánea, implantó un gobierno populista y de profundo contenido reaccionario. Petras nos habla de la "profundidad" del proceso del 9 de abril, de la nacionalización de las minas que fueron traspasadas al Estado cuando los yacimientos viejos estaban agotados, de una Reforma Agraria que no tocó el oriente y que parceló la tierra hasta el minifundio en el occidente en medio de una corrupción enorme, un voto universal para eternizar el poder de un Partido de orígenes fascistas y que hoy es una mala palabra en Bolivia (2). El trotskista Petras defendiendo a brazo partido al MNR de los reaccionarios más radicales.
Ovando el asesino de obreros y guerrilleros, cómplice de las masacres mineras de Barrientos y Torres el asesino del Che, según el inefable Petras son más "progresistas" que Morales. ¡La ceguera o la mala fe son malas consejeras! Es, pues, increíble que se pretenda equiparar regímenes militares semi-fascistas (recordar a Luís Arce Gomes ayudanta principal de Ayoroa como Ministro de Gobierno de Ovando Candia), asesorados por politiqueros oportunistas que buscaban simplemente figuración.
Petras dice a continuación que la Asamblea Popular fue más progresista que los movimientos sociales actuales. ¡Otra desventurada afirmación! Es sabido que la Asamblea Popular fue ideada por el POR trotskista de Guillermo Lora y por ello mismo Petras piensa que fue un acontecimiento de gran importancia. Nosotros pensamos que sin restar ninguna importancia al evento, significó simplemente una tribuna de propaganda demagógica. La reunión de un grupo de politiqueros de la vieja izquierda no puede compararse en absoluto con la insurgencia de millones de campesinos e indígenas de Bolivia que ahora se sienten dueños de grandes parcelas de poder político y de gobierno con uno de sus hermanos a la cabeza.
Los grandes movimientos sociales y las luchas por el agua, por la tierra, por el territorio y finalmente, lo más importante, la expulsión de la mayor parte de las clases dominantes de las cumbres del poder, nos muestran pues una profundidad muy grande que no tiene comparación con el movimiento de abril que fue traicionado casi inmediatamente por la dirigencia movimientista que no tenía ningún compromiso con las clases oprimidas.
Tampoco las medidas políticas anti-imperialistas como las de expulsar al embajador norteamericano que estaba estimulando y financiando la división de Bolivia y el derrocamiento de Morales, la expulsión de la DEA, la expulsión de USAID, su declarado anti-imperialismo y anti-capitalismo, aunque en el aspecto económico no sea posible implantar el comunismo, como pretende Petras, son expresiones de un valor incalculable que no tienen significación para el trotskista impenitente.
Petras se refería también en la entrevista al capitalismo. Es muy cierto que en lo que se refiere al combate a la penetración transnacional, la situación de Bolivia, debe ser considerada desde un punto de vista real. Pedirle al Gobierno de Morales que nacionalice totalmente la industria petrolera, por ejemplo, que decrete la abolición de la propiedad privada (como lo pretenden todos los trotskistas del mundo), implantar la dictadura del proletariado, cuando nuestro proletariado ha sido reducido a la mínima expresión; proclamar el socialismo, etc., significaría crear un caos imposible de controlar, significaría un enfrentamiento muy desigual con los intereses brasileños que pueden hacer un daño enorme a Bolivia, un bloqueo económico, un caos económico que seguramente llevaría a la caída estrepitosa de Morales y, como consecuencia, un gobierno de extrema derecha o fascista.
Señor Petras, NO vivimos en Bolivia una REVOLUCION, porque nuestro proceso está dirigido por un Gobierno reformista, pero que tiene un apoyo popular enorme de los bolivianos más humildes, más explotados, de los indígenas que apoyarán a su hermano de sangre hasta la muerte. Estos hechos políticos no le importan en absoluto al señor Petras que, como todo trotskista, ignora la existencia de los campesinos e indígenas que por primera vez desde hacen quinientos años, ahora tienen voz y voto en Bolivia; les exige a Morales, a Correa y a Chávez que decreten la muerte del imperialismo y proclamen el comunismo en todo el planeta para darle gusto al inefable revolucionario de escritorio.
¿Cómo se podría comparar la "profundidad" de los gobiernos del MNR con la verdadera profundidad milenaria del actual proceso?, cuando tenemos un indígena de presidente, ministros aymaras, viceministros quechuas, cholas y cholos gobernando, bien o mal, no importa. Empero, al frente el fascismo, la derecha, el MNR, y muy detrás Petras, los trotskistas y sus estupideces.
Se debe ser ciego o tuerto de nacimiento para calificar a Morales con un cuatro detras de Paz Estenssoro, primero, Ovando, segundo y Torres, tercero. ¡Increíble la ceguera del viejo trotskista, enemigo de nuestros procesos logrados con tanta sangre y tanto sacrificio por nuestros pueblos.
Chomsky, el norteamericano anarquista, perspicaz intelectual progresista que pondera como se merece nuestro proceso de cambio, deberá ser el intelectual que ponga en su lugar al infame Petras.
1. Ver. Petras en www.rebelion.org
2. Ver. El MNR, una mala palabra. Cuadernos de Liberación número 14.
Jorge Echazu
PETRAS, EL TROTSKISTA DE ESCRITORIO
James Petras es un escritor muy conocido en América Latina que desde su cómoda residencia en los Estados Unidos, se permite, como oráculo, dar lecciones a los pueblos en la típica postura trotskista de agresión a los pueblos en nombre de una ideología ultrarradical de palabra. Leamos las expresiones textuales de Petras:
«El nacionalismo de los 50 en Bolivia fue mucho más radical, más socialista si quieres, que lo que está haciendo Evo Morales. Y sobre la participación popular, la Asamblea del Pueblo en el año 70 bajo el gobierno de J.J. Torres fue mucho más amplio y profundo de lo que hay en Bolivia ahora en el Parlamento de Evo Morales. Y las nacionalizaciones de que él habla no son nacionalizaciones sino pactos con el gran capital petrolero. Y eso ni se acerca a la nacionalización del año 68 cuando nacionalizaron GUlf Oil con el gobierno de Ovando y Santa Cruz de Ministro de economía. En relación con la historia boliviana yo creo que el gobierno de Evo Morales cae en la categoría 4, después de Paz, Ovando, de Torres....»
«En Bolivia, Evo Morales está montando una gran maquinaria política electoral con prebendas y también un discurso populista y creo que con la estupidez de la derecha dividiéndose en 3 o 4 pedazos, no hay ninguna posibilidad de derrotar a Evo Morales.» (1)
En primer lugar, Petras, el trotskista de escritorio, se permite comparar el gobierno de Paz Estenssoro con el de Evo Morales y asegura que aquel sería más profundo en cuanto a revolucionarización que el segundo. ¡Una verdadera aberración!
El señor Petras no sabe nada del gobierno reaccionario y de tinte fascista de Paz Estenssoro. El MNR, partido político que se apoderó de una gran insurrección popular espontánea, implantó un gobierno populista y de profundo contenido reaccionario. Petras nos habla de la "profundidad" del proceso del 9 de abril, de la nacionalización de las minas que fueron traspasadas al Estado cuando los yacimientos viejos estaban agotados, de una Reforma Agraria que no tocó el oriente y que parceló la tierra hasta el minifundio en el occidente en medio de una corrupción enorme, un voto universal para eternizar el poder de un Partido de orígenes fascistas y que hoy es una mala palabra en Bolivia (2). El trotskista Petras defendiendo a brazo partido al MNR de los reaccionarios más radicales.
Ovando el asesino de obreros y guerrilleros, cómplice de las masacres mineras de Barrientos y Torres el asesino del Che, según el inefable Petras son más "progresistas" que Morales. ¡La ceguera o la mala fe son malas consejeras! Es, pues, increíble que se pretenda equiparar regímenes militares semi-fascistas (recordar a Luís Arce Gomes ayudanta principal de Ayoroa como Ministro de Gobierno de Ovando Candia), asesorados por politiqueros oportunistas que buscaban simplemente figuración.
Petras dice a continuación que la Asamblea Popular fue más progresista que los movimientos sociales actuales. ¡Otra desventurada afirmación! Es sabido que la Asamblea Popular fue ideada por el POR trotskista de Guillermo Lora y por ello mismo Petras piensa que fue un acontecimiento de gran importancia. Nosotros pensamos que sin restar ninguna importancia al evento, significó simplemente una tribuna de propaganda demagógica. La reunión de un grupo de politiqueros de la vieja izquierda no puede compararse en absoluto con la insurgencia de millones de campesinos e indígenas de Bolivia que ahora se sienten dueños de grandes parcelas de poder político y de gobierno con uno de sus hermanos a la cabeza.
Los grandes movimientos sociales y las luchas por el agua, por la tierra, por el territorio y finalmente, lo más importante, la expulsión de la mayor parte de las clases dominantes de las cumbres del poder, nos muestran pues una profundidad muy grande que no tiene comparación con el movimiento de abril que fue traicionado casi inmediatamente por la dirigencia movimientista que no tenía ningún compromiso con las clases oprimidas.
Tampoco las medidas políticas anti-imperialistas como las de expulsar al embajador norteamericano que estaba estimulando y financiando la división de Bolivia y el derrocamiento de Morales, la expulsión de la DEA, la expulsión de USAID, su declarado anti-imperialismo y anti-capitalismo, aunque en el aspecto económico no sea posible implantar el comunismo, como pretende Petras, son expresiones de un valor incalculable que no tienen significación para el trotskista impenitente.
Petras se refería también en la entrevista al capitalismo. Es muy cierto que en lo que se refiere al combate a la penetración transnacional, la situación de Bolivia, debe ser considerada desde un punto de vista real. Pedirle al Gobierno de Morales que nacionalice totalmente la industria petrolera, por ejemplo, que decrete la abolición de la propiedad privada (como lo pretenden todos los trotskistas del mundo), implantar la dictadura del proletariado, cuando nuestro proletariado ha sido reducido a la mínima expresión; proclamar el socialismo, etc., significaría crear un caos imposible de controlar, significaría un enfrentamiento muy desigual con los intereses brasileños que pueden hacer un daño enorme a Bolivia, un bloqueo económico, un caos económico que seguramente llevaría a la caída estrepitosa de Morales y, como consecuencia, un gobierno de extrema derecha o fascista.
Señor Petras, NO vivimos en Bolivia una REVOLUCION, porque nuestro proceso está dirigido por un Gobierno reformista, pero que tiene un apoyo popular enorme de los bolivianos más humildes, más explotados, de los indígenas que apoyarán a su hermano de sangre hasta la muerte. Estos hechos políticos no le importan en absoluto al señor Petras que, como todo trotskista, ignora la existencia de los campesinos e indígenas que por primera vez desde hacen quinientos años, ahora tienen voz y voto en Bolivia; les exige a Morales, a Correa y a Chávez que decreten la muerte del imperialismo y proclamen el comunismo en todo el planeta para darle gusto al inefable revolucionario de escritorio.
¿Cómo se podría comparar la "profundidad" de los gobiernos del MNR con la verdadera profundidad milenaria del actual proceso?, cuando tenemos un indígena de presidente, ministros aymaras, viceministros quechuas, cholas y cholos gobernando, bien o mal, no importa. Empero, al frente el fascismo, la derecha, el MNR, y muy detrás Petras, los trotskistas y sus estupideces.
Se debe ser ciego o tuerto de nacimiento para calificar a Morales con un cuatro detras de Paz Estenssoro, primero, Ovando, segundo y Torres, tercero. ¡Increíble la ceguera del viejo trotskista, enemigo de nuestros procesos logrados con tanta sangre y tanto sacrificio por nuestros pueblos.
Chomsky, el norteamericano anarquista, perspicaz intelectual progresista que pondera como se merece nuestro proceso de cambio, deberá ser el intelectual que ponga en su lugar al infame Petras.
1. Ver. Petras en www.rebelion.org
2. Ver. El MNR, una mala palabra. Cuadernos de Liberación número 14.
Jorge Echazu
No hay comentarios:
Publicar un comentario