Fortunato Esquivel
Por estos días, las paredes de algunas calles céntricas de Santa Cruz aparecieron con graffitis de Falange Socialista Boliviana (FSB), partido político que se creía extinto, tras la caída del neoliberalismo. Lo mejor de sus líderes pasaron a militar en otras tendencias de igual ruta ideológica.
Desde su fundación FSB nunca logró llegar al poder por sí mismo, sino a través de las dictaduras militares más oprobiosas de la historia de Bolivia. Su mejor militancia se desgastó en inútil lucha intestina con el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
Se atribuye a FSB una copia de las tendencias iniciadas por Mussolini, Hitler y Francisco Franco. La iniciativa fue traída a Bolivia por los hermanos Puente. Este partido fue fundado oficialmente por el joven de 24 años Oscar Ungaza de la Vega en 1940. Su nombre fue tomado del partido español de Antonio Primo de Rivera, “Falange’´.
Su contraparte movimientista, tenía iguales tendencias, según señala Desiderio M. Rivera en su libro ¡Miente Usted!, donde compara los programas de gobierno del partido Nazi y el MNR.
Durante 12 años ambos grupos sostuvieron duro enfrentamiento.
Los graffitis de las paredes cruceñas señalan: “FSB Sí al federalismo, muera el narcoterrorismo, Dios, Patria, Hogar”, “Libertad para Juan Carlos Santisteban”, “No más presos políticos. FSB toda su militancia en estado de emergencia”, “No permitiremos más atropellos ¡Carajo!”, “Nunca más Ñanderoga ni Curahuara”.
Los escritos impresionan pues parecen surgidos de la época en que FSB y MNR se enfrentaban sin cuartel. El último es significativo, “Nunca más Ñanderoga ni Cuarahuara” ¿Qué tiene que ver con la actualidad?, ¿Qué fue Ñanderoga?.
A media cuadra de la plaza 24 de septiembre, sobre la calle Bolívar, el edificio donde funcionó Ñanderoga, hoy es utilizado como un estacionamiento de vehículos. El año 59, las damas rotarias alquilaron ese lugar para instalar un local de baile para las fiestas de año nuevo y carnaval, bautizándolo con el nombre de Ñanderoga (esta es tu casa en guaraní).
El 19 de abril de 1959, los falangistas fracasaron en un intento por derrocar al MNR y tomar el poder. Producto de esa conspiración murió Únzaga de la Vega junto a 16 ideólogos de su partido. A partir de entonces comenzaron las persecuciones que en Santa Cruz se intensificaron desde el 27 de junio, cuando el MNR incautó el local de bailes e instaló allí el control político de triste memoria.
¿Dónde nació la enemistad de estas dos tendencias políticas de similar orientación?. Se dice que ambos se habían comprometido para el proceso revolucionario del 9 de abril de 1952 y que en la madrugada de ese día, a sólo dos horas de estallar el golpe, los falangistas se arrepintieron y retiraron del proceso, lo que motivó el resentimiento y posterior odio movimientista. Cierto o no este aspecto, quedó en la anécdota.
Más tarde, ambos “hermanos de ruta” se unieron y abrazaron fraternalmente para cooperar con el golpe de Hugo Bánzer Suárez en 1971 y así permanecieron hasta la caída del neoliberalismo y el triunfo de la corriente campesina de Evo Morales.
Los graffitis que hacen alusión a Ñanderoga, no tienen razón de ser, ni los anuncios de “refundación” de una corriente ya superada por la historia. Nadie persigue a nadie en Bolivia. Excepto la Ley, que busca juzgar a los corruptos y les sigue el rastro. Los culpables del saqueo al Estado ya se pusieron a buen recaudo.
Los graffitis quedarán así y los anuncios de refundación salidos desde la célula ”S” de Sucre también. Nadie cree en corrientes del siglo pasado, pues Bolivia vive actualmente un verdadero proceso revolucionario, liderado por un sector sometido durante 500 años y que decidió tomar el poder, mediante elecciones democráticas.
Ñanderoga, ya no es de este tiempo y queda en la historia como quedó en la mente de los cruceños, muchos de quienes, ni siquiera sabían dónde quedaba ese lugar de torturas al estilo de los nazis alemanes.
SCZ 10/08/10
Por estos días, las paredes de algunas calles céntricas de Santa Cruz aparecieron con graffitis de Falange Socialista Boliviana (FSB), partido político que se creía extinto, tras la caída del neoliberalismo. Lo mejor de sus líderes pasaron a militar en otras tendencias de igual ruta ideológica.
Desde su fundación FSB nunca logró llegar al poder por sí mismo, sino a través de las dictaduras militares más oprobiosas de la historia de Bolivia. Su mejor militancia se desgastó en inútil lucha intestina con el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR).
Se atribuye a FSB una copia de las tendencias iniciadas por Mussolini, Hitler y Francisco Franco. La iniciativa fue traída a Bolivia por los hermanos Puente. Este partido fue fundado oficialmente por el joven de 24 años Oscar Ungaza de la Vega en 1940. Su nombre fue tomado del partido español de Antonio Primo de Rivera, “Falange’´.
Su contraparte movimientista, tenía iguales tendencias, según señala Desiderio M. Rivera en su libro ¡Miente Usted!, donde compara los programas de gobierno del partido Nazi y el MNR.
Durante 12 años ambos grupos sostuvieron duro enfrentamiento.
Los graffitis de las paredes cruceñas señalan: “FSB Sí al federalismo, muera el narcoterrorismo, Dios, Patria, Hogar”, “Libertad para Juan Carlos Santisteban”, “No más presos políticos. FSB toda su militancia en estado de emergencia”, “No permitiremos más atropellos ¡Carajo!”, “Nunca más Ñanderoga ni Curahuara”.
Los escritos impresionan pues parecen surgidos de la época en que FSB y MNR se enfrentaban sin cuartel. El último es significativo, “Nunca más Ñanderoga ni Cuarahuara” ¿Qué tiene que ver con la actualidad?, ¿Qué fue Ñanderoga?.
A media cuadra de la plaza 24 de septiembre, sobre la calle Bolívar, el edificio donde funcionó Ñanderoga, hoy es utilizado como un estacionamiento de vehículos. El año 59, las damas rotarias alquilaron ese lugar para instalar un local de baile para las fiestas de año nuevo y carnaval, bautizándolo con el nombre de Ñanderoga (esta es tu casa en guaraní).
El 19 de abril de 1959, los falangistas fracasaron en un intento por derrocar al MNR y tomar el poder. Producto de esa conspiración murió Únzaga de la Vega junto a 16 ideólogos de su partido. A partir de entonces comenzaron las persecuciones que en Santa Cruz se intensificaron desde el 27 de junio, cuando el MNR incautó el local de bailes e instaló allí el control político de triste memoria.
¿Dónde nació la enemistad de estas dos tendencias políticas de similar orientación?. Se dice que ambos se habían comprometido para el proceso revolucionario del 9 de abril de 1952 y que en la madrugada de ese día, a sólo dos horas de estallar el golpe, los falangistas se arrepintieron y retiraron del proceso, lo que motivó el resentimiento y posterior odio movimientista. Cierto o no este aspecto, quedó en la anécdota.
Más tarde, ambos “hermanos de ruta” se unieron y abrazaron fraternalmente para cooperar con el golpe de Hugo Bánzer Suárez en 1971 y así permanecieron hasta la caída del neoliberalismo y el triunfo de la corriente campesina de Evo Morales.
Los graffitis que hacen alusión a Ñanderoga, no tienen razón de ser, ni los anuncios de “refundación” de una corriente ya superada por la historia. Nadie persigue a nadie en Bolivia. Excepto la Ley, que busca juzgar a los corruptos y les sigue el rastro. Los culpables del saqueo al Estado ya se pusieron a buen recaudo.
Los graffitis quedarán así y los anuncios de refundación salidos desde la célula ”S” de Sucre también. Nadie cree en corrientes del siglo pasado, pues Bolivia vive actualmente un verdadero proceso revolucionario, liderado por un sector sometido durante 500 años y que decidió tomar el poder, mediante elecciones democráticas.
Ñanderoga, ya no es de este tiempo y queda en la historia como quedó en la mente de los cruceños, muchos de quienes, ni siquiera sabían dónde quedaba ese lugar de torturas al estilo de los nazis alemanes.
SCZ 10/08/10
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