Escrito por: Omar Quiroga Antelo, Técnico de la COICA
Hace unas semanas atrás tuvimos la oportunidad junto con otros compañeros y compañeras de la COICA (Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica), de participar en las reuniones en Bangkok-Tailandia para hablar y discutir de cambio climático. Ahora, la semana pasada estuvimos en Barcelona-España en la continuación de la serie de eventos para negociar un acuerdo futuro que reemplace o modifique al del Protocolo de Kyoto hoy vigente.
Como en Bangkok, en Barcelona se repitió la historia. No hay avances!, es la conclusión a la que se llega. Los países industrializados no están dispuestos a subir sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que están provocando el calentamiento gradual del planeta, ni siquiera al menos para alcanzar las cifras que han recomendado los científicos aglutinados en el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático - IPCC (mínimo 40% de reducciones para el 2020 con relación a 1990, para evitar la subida de la temperatura media más de 2 ºC) y por tanto cambios en las condiciones climáticas que hacen prever con certeza, efectos catastróficos para la humanidad.
Cada vez más se ven arrinconados los pueblos indígenas y sus demandas se van reduciendo a la mínima expresión. El argumento, el texto está muy largo y debemos resumir. Lo más fácil, sacrificar todo lo que haga referencia a pueblos indígenas. Es más, se ha sacrificado todo lo que tiene que ver con “agua”. Verdaderamente, se trata de un retroceso inconcebible.
El cierre del evento fue para llorar. Se escuchaban a diferentes representantes de los países en la plenaria del grupo especial de trabajo sobre el Protocolo de Kyoto decir “estamos preocupados por el curso de las negociaciones, pedimos a los países desarrollados se pongan de acuerdo y planteen metas más ambiciosas” decía el de Lesotho. El G77 + China dieron a conocer una declaración a la que se sumaban o ratificaban otros países. El representante de China decía “No se han alcanzado resultados después de 4 años de negociaciones. Incluso hay dudas de la continuidad de este proceso”.
Pero no solo el G77 + China se había pronunciado, también lo hicieron los países de África, los Países Menos Adelantados (PMAs) y los países Insulares o isleños. Todos coinciden en el mensaje. “Estamos preocupados….!!”. “Hay peligro de que no avance el acuerdo”. “Hasta ahora no hay consenso, sobretodo de las cifras de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero”.
“No llegar a un acuerdo en Copenhague es moralmente inadmisible” fue la frase que manifestó el representante de Benin y que conmovió a la sala.
Países desarrollados como Suiza consideran que un acuerdo rápido y ambicioso es necesario pero lo que más les preocupa es que una brecha entre ambos acuerdos ocasionaría problemas al “mercado” y a la sociedad.
Muchas intervenciones posteriores se unían a la manifestada por el G77 + China, entre ellos Arabia Saudita, Gambia, Bangladesh, Qatar, Liberia y Perú.
En el caso de Japón, ellos consideran que “si bien ha habido algunos avances, se necesita unir a los dos grupos de trabajo y esta tarea debe lograrse en Copenhague”. Están comprometidos con el Protocolo de Kyoto y piden que los jóvenes vengan y den una mano para lograr acuerdos. El nuevo marco jurídico debe ser el único documento considerando responsabilidades compartidas pero diferenciadas”.
Estados Unidos ha dejado establecido que ellos no asumirán ningún compromiso mientras el senado en su país no apruebe una ley sobre cambio climático que está ahora en discusión.
En conclusión, la evaluación es que se han tenido pocos avances, hay preocupación por el curso de las negociaciones, se teme que Copenhague sea un fracaso, sin embargo, muchas intervenciones dejan un resquicio de esperanza de que algo extraordinario pueda suceder. Dejan bien sentado que el fracaso de las negociaciones y no llegar a ningún acuerdo afectará negativamente a los países más pobres y dentro de ellos a las poblaciones más pobres.
Ya se habla de que Copenhague sería un momento para asumir un “compromiso político” y no acuerdos “jurídicamente vinculantes” sobre el cambio climático.
Las cartas están echadas, los negociadores oficiales de los países seguramente están trabajando e imaginando las mejores alternativas y los pueblos indígenas a la expectativa.
Santa Cruz de la Sierra, 11 de noviembre de 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario