30 de octubre de 2011

Indisciplina escolar y la necesidad de un ethos profesional en la educación

Ciro Añez Núñez

Los actos de indisciplina escolar han sido siempre un fuerte dolor de cabeza para los directores de los colegios y su respectivo plantel docente.

Las malas acciones que los estudiantes llevan a cabo, se deben a múltiples factores, entre los cuales podríamos citar: 1) la imitación (debido al permanente apego a los programas televisivos nada educativos; las películas de cine con contenido promiscuo, frívolo, indisciplinado y de bromas tontas basadas únicamente en lo grosero y asqueroso carentes del buen sentido del humor; la música donde reina el doble sentido; la moda de los estereotipos del más rebelde y bravucón de la clase como signo de popularidad; el incentivo al egocentrismo, la vanidad y la envidia, etc.); 2) los dramas familiares a los cuales se encuentran inmersos algunos estudiantes fuera del aula; y, 3) los problemas producto del bullying donde algunos estudiantes adquieren la calidad de víctimas y otros son los agresores con el fin de aparentar popularidad, lo cual conlleva a serias secuelas en el desarrollo de la personalidad tanto para el agresor como para la víctima; entre otros factores complementarios.

Ante todo este conglomerado de causas, los efectos no tardan en manifestarse en la conducta social de los estudiantes, evidenciándose en varios colegios (tanto privados como fiscales) una serie de comportamientos que sobrepasan los límites y alcanzan contenidos delictivos, como ser la aparición de las pandillas o asociaciones delictuosas, las peleas callejeras, excursiones o fiestas donde abundan las bebidas alcohólicas y concluyen en lamentables actos de fornicación o violaciones sexuales a sus propias compañeras, bromas pesadas que acaban en muerte, etc.

Por otro lado, se han dado casos en que los bachilleres próximos a concluir el año escolar distorsionan su alegría y/o afloran los resentimientos que estuvieron reprimidos incurriendo en actos vandálicos, como ser: quemar el bote de basura del aula ante la presencia atónita del profesor como si esto fuera algo gracioso, pintarrajear las paredes del recinto educativo como un adelanto del carnaval, destruir los pupitres, ensuciar el colegio producto de la destrucción de textos y cuadernos, etc.

Ante esta situación, cabe preguntarnos: ¿cuál es la respuesta por parte de los padres de familia, profesores y principalmente de la autoridades del recinto educativo?. ¿Existe alguna sanción ejemplarizadora (Ej.- la anulación del acto de graduación con la simple entrega de libretas por secretaría) o por el contrario optan por volcar la hoja del año escolar como si esto nunca hubiera ocurrido, debido a la presión social que ejercen los padres de familias que quieren ver a sus hijos desfilar sin importar la indisciplina?. ¿Existe una grave crisis en la educación?...

Como vemos la indisciplina escolar muchas veces alcanza niveles alarmantes y en consecuencia ya no es una preocupación únicamente del centro educativo sino que involucra también a los padres de familia y a la sociedad, pues la moral cada vez es desvalorada sistemáticamente y no existe una asignatura enfocada a fortalecerla dentro del currículo educativo.

La palabra educación proviene del latín educere que significa “guiar, conducir”, oeducare que significa “formar, instruir”. La educación usualmente es definida como el proceso multidireccional mediante el cual se transmiten conocimientos, valores,costumbres y formas de actuar. La educación no sólo se produce a través de la palabra, pues está presente en todas nuestras acciones, sentimientos y actitudes.

Existen tres tipos de educación: la “formal”, la “no formal” y la “informal”. La educación formal hace referencia a los ámbitos de las escuelas, institutos, universidades, módulos, mientras que la no formal se refiere a los cursos, academias, e instituciones, que no se rigen por un particular currículo de estudios, y la educación informal es aquella que fundamentalmente se recibe en los ámbitos sociales, pues es la educación que se adquiere progresivamente a lo largo de toda la vida.

Todo estudiante escolar invierte doce (12) años de su vida destinados a recibir educación formal en el colegio.

Durante ese tiempo, el estudiante también es probable que reciba educación no formal e informal; sin embargo, la labor del docente con vocación en la educación formal es de vital importancia, pues un profesor es ante todo un ser humano; y por ende, es capaz de detectar los problemas o cambios de conductas de sus estudiantes, los cuales obviamente deben ser orientados con ayuda de otros profesionales en el área. De allí que varios colegios privados cuentan con psicopedagogos destinados a brindar dichos servicios, si bien algunos son controlados no por ello éstos problemas dejarán de existir.

Como podemos advertir, la profesión docente no solo consiste en instruir o mostrar los principales conocimientos de una disciplina (literatura, matemáticas, etc.), sino esencialmente en “educar”. Y para esto, es necesario la vocación y el compromiso no solo por parte de algunos profesores que imparten determinadas materias sino de todas las asignaturas además de las autoridades educativas, llámase directores, regentes, etc.

Un profesor o un Director sin vocación, no tiene más compromiso que los deberes señalados en normas formales que les obligan cumplir. Por esta razón, caen en el legalismo profesional y solo se enfrascan en cumplir un sistema educativo al que se les ha impuesto. Por lo tanto, resulta dudoso que un educador en estas condiciones pueda moverse por vías de libertad y felicidad y mucho menos pueda enseñarlas.

A veces pueden darse casos de Unidades Educativas que llevan un “buen nombre” gracias a la visión que tuvieron y forjaron sus fundadores, pero si la actual cabeza de la institución ejerce un liderazgo posicional carente de vocación y de liderazgo transformador, ésta se verá reflejada en la calidad de la educación de sus educandos, independientemente de estar al día con el sistema educativo formalista al cual se encuentra enzarzado.

Es hora de entender que educar es un concepto más fructífero que en la práctica llega más allá, pues no se limita en impartir ciertos conocimientos preestablecidos a los estudiantes, precisamente porque al ser una vocación, como diría Jesús Cordero, consiste en “trabajar en la formación del hombre, en colaborar en orden al seguimiento de la personalidad humana definida, a partir de la posibilidad abierta que inicialmente supone la naturaleza humana”.

Al momento de elegir un centro educativo no debemos olvidar el núcleo y el verdadero propósito que es la educación, evitando confundirlo como un recinto tradicional de enriquecimiento de relaciones humanas, de estar incluido en una determinada clase social u otros factores importantes pero al fin accesorios, pues la esencia está en contar con verdaderos guías del conocimiento, motivadores orientados al descubrimiento de talentos y el desarrollo de la personalidad y no conformarse con simples transmisores de información.

De allí que la profesión docente es una gran labor que lamentablemente es menospreciada y mal remunerada en nuestro país; cuando lo correcto y lo lógico debería estar orientada hacia una mayor inversión de tiempo y recursos para alcanzar el ethos de la educación.

Ethos es una palabra griega que puede ser traducida de diferentes maneras. Algunas posibilidades son 'punto de partida', 'aparecer', 'inclinación' y a partir de ahí,'personalidad'.

La profesora de la Universidad de Naibori (Kenya), Phd. Christine Wanjiru Gichure, siguiendo la teoría de Aristóteles señala que el término cualidad referido a la acción humana, tiene dos acepciones: 1) la “dispositio” o inclinación natural hacia la consecución de algo. Es la aptitud o la idoneidad que se tiene para algo (talento o don); y, 2) el hábito (hexis), referido a un estado de ser en el cuál se está en posesión. Esta cualidad se la adquiere por la repetición de actos que modifican el comportamiento de la persona con respecto a la acción. De allí que para Aristóteles, el término ethos era entendido como costumbre y remite a los usos o maneras reiteradas de realizar algo, tanto por parte del individuo como del grupo social.

Wanjiru, considera que la repetición de actos que comporta la costumbre es capaz de generar el ethos siempre que se trate de una obrar verdaderamente humano (obrar moral), de una costumbre no degradada por la rutina; por lo tanto, la naturaleza ética no significa únicamente la naturaleza inicialmente dada (recibida por dotación genética), sino que también es esta otra, que se adquiere por la particular conquista de cada persona. Se obtiene como consecuencia de un peculiar modo de dirigir la propia actividad, y se puede traducir correctamente por el término “carácter” contrapuesto al simple temperamento.

Donde hay naturaleza ética, el temperamento queda moldeado por ese carácter, porque configura interiormente a los sujetos que lo tienen, de tal modo que manifiesta en la manera de vivir y de obrar como una identidad. Es decir, afecta al ser y al actuar de la persona (condición constitutiva ética o moral del ser humano).

En el ámbito de la profesión el ethos comprende aquellas actitudes que caracterizan a una cultura o un grupo profesional. Por este motivo, Bernhard Haring, consideró elethos profesional como el ideal ético e invulnerable de una profesión.

En la educación, el ethos profesional no se limita a la actuación del profesor en el aula, sino que se extiende a mucho más, porque la relación del profesor con los demás es polifacética, difundida y extensa, tanto por la cantidad de personas con la que se relaciona, como en su alcance temporal.

En toda profesión tiene por característica principal el servicio a los demás; sin embargo, en la educación este requisito resulta ser fundamental, máxime si las relaciones del profesor implican círculos cada vez más amplios, como ser: los padres, los estudiantes, los colegas, las autoridades educativas; sumados a todas aquellas personas que tiene algo que ver con la materia de su estudio, publicaciones, etc. Por lo tanto, la influencia del profesor se extiende como por círculos concéntricos, tal como lo advierte la profesora universitaria de Naibori.

En ese sentido, amerita que la deontología de la educación asuma mayor importancia y se aplique en dos grandes ámbitos: 1) en las Facultades de la ciencia de la Educación, el Magisterio y Escuelas Normales, organizando programas de deontología como parte del curriculum. Así como a los profesores de colegios mediante cursos de perfeccionamiento pedagógico; y, 2) Al profesorado universitario en las diferentes Facultades de las ciencias.

En otras palabras, aquel postulado previsto en el art. 79 de la Constitución Política del Estado, el cual establece que la educación fomentará los valores éticos morales, no debe quedar en simples enunciados teóricos sino que amerita un trabajo arduo desde los padres de familia, profesores y autoridades educativas en general; para lo cual, debemos preguntarnos: ¿Estamos haciendo algo para lograr este propósito? o hemos perdido el norte de lo que debemos entender por educación y como padres preferimos delegar cómodamente parte de nuestra responsabilidad a los profesores.
Visitar: http://ciroanez7.blogspot.com/

25 de octubre de 2011

Hace 20 años…

OJO DE VIDRIO
Hace 20 años…
Por Ramón Rocha Monroy - Columnista - 25/10/2011
Hay un alemán a quien los cochabambinos deberíamos declarar ciudadano honorario e ilustre. Apellida Alzheimer. Entre los 1.000 defectos que me deshonran, lastimosamente no soy descendientes de dicho señor; quizá por eso me designaron Cronista de la Ciudad.
Pues bien. Hace 20 años, hubo un paro cívico que conmovió a “todas las fuerzas vivas” de nuestra querida llajta y duró tres días de paralización completa. ¿El motivo? Exigirle al gobierno de Jaime Paz Zamora ¡la construcción de la carretera Cochabamba-Beni! El Congreso se reunió en sesión urgente y aprobó una ley que declaraba “de prioridad nacional” la construcción de dicha carretera, aunque todavía no se vislumbraba la posibilidad de conseguir financiamiento para semejante empresa. Una senadora del Acuerdo Patriótico propuso en la sesión que primero se tratara el problema de límites interdepartamentales entre Cochabamba y Beni, y así se postergó indefinidamente el bendito proyecto.
20 años después, como no lo habría soñado ni Alejandro Dumas, “todas las fuerzas vivas” de nuestra querida llajta se movilizaron y paralizaron completamente la ciudad. ¿El motivo? Exigirle al Gobierno de Evo Morales ¡que no construya la carretera Cochabamba-Beni! Es cierto que la posición fue más morigerada: nadie está en desacuerdo con el bendito proyecto, pero que se construya por otro lado y no por el medio del Tipnis. Pero detrás del acuerdo firmado por el Ejecutivo con los indígenas de la marcha a La Paz, hay la intención clara de no permitir la construcción de ninguna carretera.
Un artículo oportuno sobre el tema fue publicado en Petropress, Nº 15 (ver en Google) y el autor es Pablo Villegas, a quien le debemos un enjundioso estudio sobre los recursos naturales de Bolivia. Este conocido investigador del Cedib dice que el verdadero debate es el corredor interoceánico digitado por el Brasil para lograr su propósito histórico de llegar al Océano Pacífico.
El Brasil tiene un aparato productivo importante en el Estado de Rondonia, limítrofe con Bolivia, pero la producción debe salir por el Atlántico, bajar hasta el Cabo de Hornos y remontar el Pacífico para llegar a los países asiáticos, que son el eje de la economía mundial. Un corredor bioceánico por Bolivia les sería como un canal de Panamá para llegar cuanto antes a dichos países consumidores.
La conclusión de Villegas es interesante: Que hagan el corredor bioceánico por Perú o por Argentina ¡pero no por Bolivia! Con todo respeto, yo diría que esta es la madre del cordero. Los cochabambinos debemos estar contentos: no habrá más carretera.
Victoria pírrica, que le llaman. Veamos por qué.
La Universidad de San Simón convocó a un debate sobre el Tipnis. Carlos Crespo, investigador del Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU) dijo que las decisiones sobre el Tipnis son estratégicas porque determinarán lo que ocurra más tarde con otros megaproyectos, como la explotación del litio, la explotación de nuevas reservas de gas o la adjudicación de yacimientos minerales. Tan certera es esta apreciación, que los indígenas de la marcha pudieron arrancar otra concesión al Gobierno: que se suspenda la exploración/explotación de hidrocarburos en el Aguaragüe. El presidente Evo Morales ha indicado que esto puede costarle al país casi 4.000 millones de dólares anuales. ¡4 billones de dólares anuales! Este es sólo el antecedente, porque a la hora de adjudicar la explotación del litio, puedo apostar que otra vez se dará el debate entre “conservacionistas” y “desarrollistas” para impedir que se haga trabajo alguno en el Salar de Uyuni. Tan hermoso que es, ¿no ve?
La ciencia política enseña que el arte de gobernar es el arte de equilibrar posiciones. Hoy el debate es entre conservacionistas y desarrollistas. Si ganan los primeros, viviremos orondos y felices en el Neolítico y en contacto con la madre Naturaleza; si ganan los segundos, aumentaremos el ingreso, los subsidios, los bonos, quizá la calidad de vida, pero destruiremos la Naturaleza.
Con todo, si hubo algo de positivo en el debate del Tipnis es la defensa de los pueblos indígenas y el reconocimiento de la nueva Constitución en la población urbana. Incluso aquellos constitucionalistas que hicieron encomiables esfuerzos teóricos por asestar rudos golpes a la Asamblea Constituyente y criticaron con severidad la redacción final de la Constitución, ahora son celosos defensores de ella y, por supuesto, de los pueblos indígenas.

19 de octubre de 2011

Bolivia: el karaoke de Evo

por Flavio Dalostto

Que el Pueblo a través de sus representantes pueda elegir a sus jueces, me parece una medida acertada, original, justa y revolucionaria, sin precedentes en el mundo; y és, sin duda un logro del Proceso de Cambio encabezado por el presidente boliviano Evo Morales. No conozco a los candidatos al poder judicial, así que me es imposible juzgar si son honestos o idóneos. No me corresponde, pero la idea en sí misma que el Pueblo elija a quien lo juzga es buena.

El problema es que Evo no alcanza a entender que el Proceso de Cambio o la Constitución Nacional que él tanto contribuyó a consagrar son más grandes que un individuo, incluso si ese individuo es Evo Morales. Evo promovió una Constitución que se ha vuelto ¡gracias a Dios! mas poderosa que él. El presidente, más de una vez, ha quedado entrampado en su propia Ley Madre. La Constitución establece que toda megaobra que pase por territorio indígena (la reserva Tipnis es una de ellos) debe tener la aprobación de los Pueblos Indios; pero Evo trata de torcer la letra y el espíritu de la Ley extendiendo esta consulta a los departamentos (provincias en Argentina) donde está incluido el TIPNIS, con lo cual pobladores por fuera del territorio indígena decidirían sobre las megaobras.

No se debe amañar la Constitución, esquivarla o buscarle atajos, según convenga. La Constitución debe ser respetada y sus leyes cumplidas; porque no es una Constitución Idiota que se la pueda llevar para donde le de ventaja al gobierno de turno. Ya no es el Pueblo el que se confunde, sino el mismo Evo el que está confundido. Solo él ató el resultado de las elecciones judiciales a su propia gestión ejecutiva. Solo él, dijo que "ganaría" esta elección judicial por casi el 70% de los votos válidos. Solo él promovió la idea de Plebiscito sobre su gestión de gobierno que representarían estas elecciones pasadas, donde el 62% de los bolivianos rechazó a los candidatos judiciales del MAS. Lógicamente, a plato servido, plato comido: La derecha oligárquica y los sectores más conservadores, toda la caterva de criminales que se han servido de Bolivia como si fuera una vaca particular a exprimir eternamente, salió a respaldar la idea "plebiscitaria" sobre el gobierno de Evo. El presidente ¡les organizó a la oposición de derechas un revocatorio sobre su gestión! que a la oligarquía le costó nada, pero que pagó el Pueblo Boliviano. Nuevamente Evo le regaló un triunfo contundente a la Anti-Patria. El colmo de la ridiculez lo representan las recientes declaraciones del vice Alvaro García Lineras, quien al enterarse del fracasado resultado de las elecciones judiciales, pidió no atar esta derrota a la "popularidad" de Evo. ¿Cómo? Si convenía, esto era un plebiscito sobre Morales. Si no conviene, no tiene nada que ver con Morales. Un insulto a la inteligencia del boliviano medio.

Además de ésto, Evo transformó su derrota judicial en un triunfo para los indios amazónicos apaleados "imperdonablemente" por su policía, el 25 de setiembre pasado. Como Evo dijo que la intencionalidad de la marcha indígena a La Paz por la defensa del TIPNIS era perjudicar la elección judicial; ha logrado instalar la idea que su derrota se debe a la terquedad de esos 1.000 indios "pagados por el imperialismo". Por lo tanto, menos Evo y su gobierno, todos han ganado con la derrota judicial del oficialismo. Los indios por su lado ganaron porque según el gobierno querían "perjudicarlo". La derecha ganó aún sin tener candidato, porque aceptaron la idea plebiscitaria de Evo. El ex-aliado del gobierno, el MSM ganó perfilándose como alternativa de gobierno centro-izquierdista.

El proceso de elecciones judiciales, que debía mantenerse al margen del utilitarismo del gobierno, fue, precisamente ensuciado por éste. El más del 60% que votó negativamente, tal vez no lo hizo en contra de esos candidatos, muchos de ellos seguramente personas honorables y de gran mérito; sino que encontró en esta elección la manera de enviar un mensaje claro y contundente de desaprobación en ciertas áreas del gobierno de Evo, empeñado en escuchar a alto volumen, únicamente su propio Karaoke. Es como si la gente hubiera dicho: Si Evo no escucha por los oídos, tal vez escuche por los números.

Es el Virus de Altura, el Soberbium Collis que ataca el entendimiento de quienes gobiernan. Parece que nadie permanece inmune, ni siquiera el Comandante. Hay que rescatar urgentemente el Proceso de Cambio, refundándolo, antes que continúen fundiéndolo quienes lo fundaron. "Los-de-Antes", "Oportunistas-de-Ahora", se refriegan las manos de gozo cada vez que Evo les regala gratis un nuevo desacierto. Los monstruos no pueden ganarle a Evo. No necesitan hacerlo, porque él se derrota a sí mismo.

Venceremos porque ya vencimos.

17 de octubre de 2011

Moraleja eleccionaria

Ciro Añez Núñez.

El tema principal de esta semana, sin duda alguna, será las elecciones judiciales.

Actualmente Bolivia es considerada como un gran laboratorio pues es en la única parte del mundo donde se eligen los altos cargos de la justicia ordinaria a través del sufragio universal.

Después de haberse llevado a cabo la jornada electoral, independientemente de los sonoros abucheos que recibieron dos ministros de Estado mientras emitían su voto, se evidencian dos situaciones: 1) que existió una gran afluencia de electores; y, 2) que los votos nulos y blancos superan a los válidos.

Lo interesante de todo esto, es que ninguno de ellos se encuentra fuera de la razón, por lo siguiente:

Los artículos 182, 188, 194 y 198 de la Constitución Política del Estado establecen que los miembros del Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental, Consejo de la Magistratura y Tribunal Constitucional Plurinacional serán elegidos mediante sufragio universal; por lo tanto, este proceso electoral era de esperarse que no se trate de un referéndum ni de un plebiscito.

Teniendo en cuenta la afluencia de personas a nivel nacional que acudieron a las urnas a votar, se demuestra que la mayoría hizo uso de su derecho democrático y constitucional al sufragio; sin embargo, esta conducta humana no significa que todos ellos estuvieran de acuerdo con el proceso electoral.

En ese sentido, al existir una mayoría de votos nulos resulta por demás evidente que gran parte de la población se encuentra en total desacuerdo con el proceso electoral llevado a cabo y del mismo modo se encuentran en desacuerdo con los candidatos ofrecidos por la Asamblea Legislativa Plurinacional (art. 158-I numeral 5 de la Constitución).

Si bien es cierto que el voto nulo será únicamente tomado en cuenta para fines estadísticos; sin embargo, no es menos cierto que esta experiencia ha dejado la siguiente moraleja (enseñanza): 1) existe un rechazo al proceso electoral; 2) existe un rechazo a todos los candidos que competían por el cargo público; y, 3) en consecuencia, si los candidatos son rechazados por la mayoría del pueblo (el soberano), esto implica la deslegitimación del elegido pues aquel candidato que ha logrado ocupar el cargo público, lo hace gracias a un formalismo técnico jurídico relativo a la simple mayoría vinculado únicamente al número de votos válidos. En otras palabras, la mayoría del pueblo estaría en desacuerdo con su envestidura, independientemente del ejercicio legal del cargo.

Téngase en cuenta que si la mayoría de los votos resultaban ser blancos, ésta experiencia hubiera sido entendida como la aceptación del pueblo al proceso electoral y el rechazo absoluto a todos los candidatos, sea por desagrado, desconocimiento o ignorancia sobre la personalidad de los candidatos.

En este caso, al haber resultado el voto nulo como mayoría, implícitamente el soberano ha demostrado tener una convicción y una firme decisión por decantarse a favor del rechazo. Por lo tanto, es una expresión libre y voluntaria de rechazo.

La pregunta que ahora debemos hacernos es: ¿quién defiende el voto de aquellos indignados que votaron nulo demostrando su total desacuerdo y rechazo?; acaso estos ¿podrían motivar la revocatoria de mandato de los miembros elegidos al Consejo de la Magistratura?, teniendo en cuenta, que existe un vacío constitucional sobre la revocatoria de mandato para dicho cargo.

Si bien el art. 240 de la Constitución, establece toda persona que ejerza un cargo electo podrá ser revocada de su mandato, excepto el Órgano Judicial, de acuerdo con la ley. Sin embargo, la Ley del Órgano Judicial no ha previsto la figura de la revocatoria para los miembros del Consejo de la Magistratura, a diferencia de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y Tribunal Agroambiental (art. 105-1 de la Constitución). Entiéndase que no es lo mismo revocatoria de mandato que juicio de responsabilidades.

13 de octubre de 2011

La fila 9

¿Han oído hablar de los sobrevivientes de los Andes? En 1972, un avión militar con 40 pasajeros y cinco tripulantes se estrelló en la Cordillera de los Andes en ruta hacia Santiago de Chile.
De las 45 personas que iban en el avión, 12 murieron en el accidente (entre ellas la madre de Fernando Parrado); 5 murieron al otro día, y a los 8 días muere Susana Parrado (hermana de Fernando) debido a sus lesiones.
A los 16 días, una avalancha se llevó la vida de ocho más, y dos jóvenes murieron a mediados de Noviembre por las infecciones de sus lesiones.
Los demás, completaron 72 días en la montaña, hasta que fueron rescatados.
Esta es una conferencia que dió Fernando Parrado, sobreviviente de los Andes:
"NINGÚN ÉXITO EN LA VIDA JUSTIFICA EL FRACASO EN LA FAMILIA"
¿Qué conferencista logra hoy colmar un auditorio de 2,500 ejecutivos y empresarios, muchos con sus mujeres e hijos, y hablar durante una hora y media sin que nadie pierda detalle del tema ?
Fernando Parrado, uno de los 16 sobrevivientes de la tragedia de los Andes, a 36 años de aquella historia que asombró al mundo, consiguió hace algunos meses más que eso: Conmover a un foro de negocios y capacitación empresarial al transmitir las simples moralejas que le dejaron vivir 72 días en plena Cordillera sin agua ni comida.
Fue durante la jornada de cierre de Expo Management 2008.
Su presentación, un monólogo sin golpes bajos acompañado por vídeos e imágenes de la montaña, tuvo dos etapas bien diferentes.
En la primera narró, con un relato íntimo repleto de anécdotas, los momentos que lo marcaron de aquella odisea a 4000 metros de altura en la que perdió a buena parte de sus amigos, además de su madre y su hermana.
¿Cómo es posible sobrevivir donde no se sobrevive?', se preguntó.
'Sobrevivimos porque hubo liderazgos, toma de decisiones y espíritu de equipo, porque nos conocíamos desde mucho antes', dijo.
Y arrojó un primer disparador.
"En la vida el factor suerte es fundamental"
Cuando llegué al aeropuerto de Montevideo no daban número de asiento para el avión.
A mí me tocó, de casualidad, la fila 9, junto a mi mejor amigo.
Cuando el avión chocó en la montaña, se partió en dos.
De la fila 9 para atrás no quedó nada.
Los 29 sobrevivientes al primer impacto viajaban en la parte que quedó a salvo.' De ellos, dijo, 24 no sufrieron un rasguño.
Así, los menos golpeados empezaron a ayudar, actuando como un verdadero equipo. Administramos barritas de chocolate y maní al punto de comer un grano por horas cada uno.
Marcelo, nuestro capitán y líder, asumió su rol para contenernos cuando le preguntábamos qué pasaba porque no llegaba el rescate.
Decidimos aguantar.' Pero días después el líder se desmoronó. La radio trajo la noticia de que había concluido el rescate. '¿Cómo hubieran reaccionado ustedes?
El líder se quiebra, se deprime y deja de serlo. Imagínense que yo cierro esta sala, bajo la temperatura a -14 grados sin agua ni comida a esperar quién muere primero.' se hace un Silencio estremecedor de la primera a la última fila.
'Ahí me di cuenta de que al universo no le importa qué nos pasa. Mañana saldrá el sol y se pondrá como siempre. Por lo tanto, tuvimos que tomar decisiones. En la noche 12 o 13 nos dijimos con uno de los chicos: «¿Qué estás pensando?» «Lo mismo que vos. Tenemos que comer, y las proteínas están en los cuerpos.» Hicimos un pacto entre nosotros, era la única opción. Nos enfrentamos a una verdad cruda e inhumana.'
Desde la primera fila, decenas de chicos llevados por sus padres escuchaban boquiabiertos. Parrado apeló a conceptos típicos del mundo empresarial. 'Hubo planificación, estrategia, desarrollo. Cada uno empezó a hacer algo útil, que nos ayudara a seguir vivos: zapatos, bastones, pequeñas expediciones humanas. Fuimos conociendo nuestra prisión de hielo.' 'Hasta que me eligieron para la expedición final, porque la montaña nos estaba matando, nos debilitaba, se nos acababa la comida.
Subí aterrado a la cima de la montaña con Roberto Canessa. Pensábamos ver desde allí los valles verdes de Chile y nos encontramos con nieve y montañas a 360 grados. Ahí decidí que moriría caminando hacia algún lugar.' Entonces sobrevino el momento más inesperado. Pero "Esta no es la historia que vine a contar", avisó. Y contó que su verdadera historia empezó al regresar a su casa, sin su madre ni su hermana, sin sus amigos de la infancia y con su padre con una nueva pareja.
'¿Crisis? ¿De qué crisis me hablan? ¿Estrés? ¿Qué estrés? Estrés es estar muerto a 4000 metros de altura sin agua ni comida', enfatizó. Hay que pasar por una cosa así para darse cuenta de la diferencia entre lo importante y lo que no lo es.
En general, me siento distinto en la percepción de los problemas del día a día: la gente se complica, yo me volví bastante simple. Recordó un diálogo fundamental que tuvo con su padre, que le dijo: 'Mira para adelante para adelante, anda tras esa chica que te gusta, ten una vida, trabaja. Yo cometí el error de no decirle a tu madre tantas cosas por estar tan ocupado, de no compartir tantas festividades con tu hermana, no darme el tiempo de platicar con ellas mis vivencias, no decirles cuanto las amaba'.
Y cerró, determinado: 'Las empresas son importantes, el trabajo lo es, pero lo verdaderamente valioso está en casa después de trabajar: la familia. Mi vida cambio, pero lo más valioso que perdí fue ese hogar que ya no existía al regresar. No se olviden de quien tienen al lado, porque no saben lo que va a pasar mañana. Una interminable ovación lo despidió de pie ......
"NINGUN ÉXITO EN LA VIDA, JUSTIFICA EL FRACASO EN LA FAMILIA"
Si TU tienes un cálido hogar, piensa. Eres una persona con Suerte !!! Te toco de la fila 9 hacia adelante, y créeme.... la mayoría viaja de la 9 para atrás.

10 de octubre de 2011

29 años de democracia colonialista

Max Murillo Mendoza
Sería estúpido y tonto y actitud colonialista festejar estos 29 años de democracia colonialista, como hacen los tabloides de las familias colonialistas. Las élites coloniales y racistas siguen portando el poder judicial, económico y político de este país llamado Bolivia. Simplemente se prestan a jugar al gato y al ratón como estrategia política, para seguir engañando a las masas de clases medias, que en su ignorancia creen todo lo que dicen “los medios de incomunicación”. Una estrategia que sigue funcionando por inutilidad de los sistemas alternativos poco creativos y sugerentes. Esas élites coloniales están entrenadas en disfraces y actuaciones de teatro para no perder sus privilegios, y en esta etapa de cambios se disfrazan de “masistas” y portadores de los cambios sociales, aprovechando la enfermedad triunfalista de Evo Morales que prefiere codearse colonialmente con gente blancoide, que con personas de su misma raza y sangre: como dijo Franz Fannon: en procesos de descolonización, el colonizado muchas veces asume el papel de colonizador. Y prefiere subirse a carro ganador de las ideologías de izquierda triunfadoras en Cuba y Venezuela, a ver las nuestras: más autóctonas y sostenibles.
Con el 70% de pobres y miserables. Con nula seguridad social, pues los sistemas de salud son una porquería y engaño absoluto, como los sistemas educativos, y los sistemas policiales absolutamente corruptos y coloniales, cómo podemos festejar alegremente estos 29 años de “democracia”? Las excusas saldrán a borbotones. Que es difícil, que es estructural, que es complejo. Palabras de analistas y brujos de la política colonial. Excusas que venimos escuchando desde el nacimiento mismo de esta era republicana: nunca hay tiempo para resolver nuestras demandas, sino simplemente el enriquecimiento ilícito de las familias coloniales: de izquierda o derecha son los mismos compinches y compadres: viven en los mismos barrios y utilizan los mismos Bancos y oficinas.
Ya al inicio de esta etapa “democrática”, allá por los años 80 del anterior siglo, lo que fue la UDP, esa coalición de familias coloniales de izquierda, a la cabeza del MIR y el Partido Comunista, se disputaron como perros la torta del estado, para corromperse en competencia y destruir tempranamente las esperanzas de un pueblo miserable, que ciertamente veía con agrado el nuevo proceso, después de las aventuras militaristas que habían cansado a los mismos colonialistas, y sobre todo al departamento de estado norteamericano, que ya no apoyaba estas aventuras y prefería la moda democrática en sus intereses estratégicos. Pues la izquierda “boliviana” demostró en corto tiempo lo que era en el fondo: tan corrupta y colonial como la derecha. Todavía peor: más peligrosa porque utilizaba a los movimientos sociales de aquellas épocas, para satisfacer sus apetitos personales y grupales. Poco tiempo después prefirieron compartir la silla del poder, y la repartija de la riqueza, junto a la misma derecha. Nada raro en Bolivia.
Esa actitud y enfermedad mirista colonial caracterizó a la “democracia” de estos años. Y ese fracaso de clase media colonial también destruyó posibilidades de profundización de esta etapa. Hoy todavía está tenido este proceso por esas actitudes. Muchos de los asesores, parlamentarios, funcionarios públicos, ministros, etc, son y vienen de estas familias y mentalidades del fracaso, que no entienden este país, que muchos de ellos no son de este país, que muchos de ellos comparten plenamente la mentalidad del destino manifiesto: que los dueños de las democracias son los portadores del desarrollo, progreso y economía mercantil, es decir de las familias coloniales llegadas a estas tierras hace algún tiempo. Y que viven a costa de nuestras realidades; pero que no entienden lo que son nuestras realidades, sino como mentalidades asistencialistas y coloniales. Estas mentalidades fracasadas y obtusas y tercas respecto de lo que somos, siguen gobernando en estos procesos sociales, porque la izquierda que rodea a Evo es la misma izquierda que fracaso en la “democracia pactada y formal” de estos 29 años. Su radicalidad es simple formalismo y pinta, como lo formal que es esta democracia.
Cochabamba, 10 de Octubre de 2011.

9 de octubre de 2011

Historia es sobre amor y pérdida

Fui afortunado: encontré temprano lo que amaba hacer en la vida vida. Steve Wozniak ‘Woz’ y yo comenzamos la empresa Apple en el garaje de mis padres cuando yo tenía 20 años. Trabajamos duro, y en 10 años Apple había pasado de ser solo nosotros dos en un garaje a una compañía de 2.000 millones de dólares con más de 4.000 empleados. Habíamos presentado nuestra más fina creación –el Macintosh- un año antes, y yo apenas llegaba a los 30. Y entonces fui despedido. ¿Cómo puede ser despedido de la compañía que usted mismo creó? Bien, mientras Apple crecía empleamos a alguien que pensé era muy talentoso para manejar la compañía conmigo, y durante el primer año o más las cosas estuvieron bien. Pero entonces nuestras visiones del futuro comenzaron a apartarse hasta que tuvimos una discusión. Cuando ocurrió, nuestra junta de directores lo apoyó a él. Así que a los 30, estaba fuera. Y muy públicamente. Lo que había sido el foco de toda mi vida adulta se había ido, y fue devastador.
No supe realmente qué hacer por algunos meses. Sentí que había dejado por el suelo a la generación previa de empresarios, que dejé caer la posta mientras me la pasaban. Conocí a David Packard y Bob Noyce y traté de disculparme por haber errado tan gravemente. Fue un fracaso muy público, e incluso pensé irme del valle (Silicon Valley). Pero algo comenzó lentamente a despertar en mí –todavía amaba lo que hacía-. El giro de los eventos en Apple no había cambiado eso en nada. Había sido rechazado, pero estaba todavía enamorado. Y decidí comenzar de nuevo.
No lo vi entonces, pero es cierto que haber sido despedido de Apple fue la mejor cosa que pudo haberme pasado. El letargo de ser exitoso fue reemplazado por la claridad de ser un principiante de nuevo, menos seguro de todo. Me liberó para entrar a uno de los periodos más creativos de mi vida.
Durante los siguientes cinco años, comencé una compañía llamada NeXT, otra llamada Pixar, y me enamoré de una asombrosa mujer que llegaría a ser mi esposa. Pixar continuó para crear la primera película animada completamente por computador, Toy Story, y ahora es el estudio de animación más exitoso del mundo.
En un giro sorprendente de eventos, Apple compró NeXT, yo retorné a la compañía, y la tecnología que desarrollamos en NeXT es el corazón de su actual renacimiento. Y Laurene y yo tenemos juntos una maravillosa familia.
Estoy seguro de que nada de esto hubiera pasado si no hubiera sido despedido de Apple. Era una medicina de horrible sabor, pero supongo que el paciente la necesitaba. Algunas veces, la vida te golpea en la cabeza con un ladrillo. No pierdas la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me mantenía fue que yo amaba lo que hacía. Tienes que encontrar lo que amas. Y eso es cierto tanto para tu trabajo como para tus amantes. Tu trabajo va a llenar una gran parte de tu vida, y la única forma de estar verdaderamente satisfecho es hacer lo que crees que es un gran trabajo. Si no lo has encontrado todavía, sigue buscando. No te conformes. Como en todos los asuntos del corazón, sabrás cuándo lo encuentres. Y como cualquier gran relación, solo mejora mientras los años pasan. Así que sigue buscando hasta que lo encuentres. No te conformes.
Mi tercera historia es sobre la muerte
Cuando tenía 17 años, leí una cita que decía algo así como: “Si vives cada día como si fuera el último, algún día seguramente estarás en lo correcto”. Esto me impresionó, y desde entonces, los pasados 33 años, me he mirado en el espejo cada mañana y me he preguntado a mí mismo: “Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿desearía hacer lo que estoy a punto de hacer?”. Y como quiera que la respuesta por muchos días en fila ha sido “No”, sé que tengo que cambiar algo.
Recordar que estaré muerto pronto es la más importante herramienta que he encontrado para hacer grandes elecciones en mi vida. Porque casi todo – las expectativas externas, todo orgullo, todo temor de vergüenza o falla- estas cosas desaparecen al enfrentar la muerte, dejando solo lo verdaderamente importante. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco para evitar la trampa de pensar que tienes algo que perder. Siempre estás desnudo. No hay razón para no seguir tu corazón.
Hace cerca de un año se me diagnosticó cáncer. Tuve una escanografía a las 7:30 de la mañana, y claramente mostraba un tumor en mi páncreas. Ni siquiera sabía qué era un páncreas. Los doctores me dijeron que casi seguramente era un tipo de cáncer incurable, y que no debería esperar vivir más de tres o seis meses. Mi doctor me aconsejó ir a casa y poner en orden mis asuntos, que es el código médico para prepararse para la muerte. Eso significa tratar de decir a tus hijos en solo unos meses todo lo que pensaste tendrías que decirles en los próximos 10 años. Significa asegurarte de que todo está ajustado de forma tal que sea lo más fácil posible para tu familia. Significa despedirse.
Viví con el diagnóstico todo el día. Esa noche tuve una biopsia, en la que metieron un endoscopio a través de mi garganta, estómago e intestinos, pusieron una aguja en mi páncreas y tomaron algunas células del tumor. Estaba sedado, pero mi esposa, quien estaba allí, me dijo que cuando ellos vieron las células bajo el microscopio los doctores comenzaron a llorar al darse cuenta de que era una rara forma de cáncer pancreático que es curable con cirugía. Tuve la cirugía y estoy bien ahora.
Esto es lo más cerca que he estado de enfrentar la muerte, y espero que lo sea por algunas décadas más. Haberlo superado me permite decirles esto con un poco más de certeza que cuando la muerte era un concepto útil pero puramente intelectual:
Nadie quiere morir. Incluso la gente que desea ir al cielo no desea morir para ir allí. Y sin embargo la muerte es un destino que todos compartimos. Nadie ha escapado a ella. Y es como debería ser, porque ‘La Muerte’ es probablemente la mejor invención de La Vida. Es el agente de cambio de la vida. Saca lo viejo para hacer camino a lo nuevo. Ahora lo nuevo son ustedes, pero algún día, no lejos de ahora, ustedes llegarán a ser gradualmente lo viejo y serán sacados. Siento ser tan dramático, pero es cierto.
El tiempo de ustedes está limitado, así que no lo desperdicien viviendo la vida de otros. No sean atrapados por el dogma, que es vivir con los resultados del pensamiento de otra gente. No dejen que el ruido de las opiniones de otros acallen su propia voz. Y más importante, tengan el coraje de seguir su corazón e intuición. Ellos de alguna forma ya saben lo que ustedes verdaderamente quieren llegar a ser.
Todo lo demás es secundario.
Cuando yo era joven, había una publicación llamada ‘The Whole Earth Catalog’ (El catálogo completo de la Tierra’), que fue una de las biblias de mi generación. Fue creada por un colega llamado Stewart Brand, no lejos de aquí, en Menlo Park, y la trajo a la vida con un toque poético. Esto fue a finales de los 1960, antes de los computadores personales y la edición de escritorio, así que fue hecha con máquinas de escribir, tijeras y cámaras polaroid. Fue algo parecido a Google en papel periódico, 35 años antes de que Google viniera: fue idealista, muy abundante en herramientas pulcras y grandes nociones.
Stewart y su equipo publicaron varios números del ‘The Whole Earth Catalog’ y luego, cuando había hecho su camino publicaron un número final. Fue a mediados de los años 1970, y yo tenía la edad que tienen ustedes. En la contraportada de su número final había una fotografía de un camino del país, temprano en la mañana, de la clase que ustedes podrían encontrar haciendo auto stop si fueran aventureros. Debajo estaban las palabras: “Permanece hambriento. Permanece necio”. Fue su mensaje de despedida. Y siempre he deseado eso para mí mismo. Y ahora, mientras empiezan aquí de nuevo, deseo eso para ustedes.
“Permanezcan hambrientos. Permanezcan necios”
Junio de 2005

La venganza de la naturaleza

Sergio Lea Plaza
sergioleaplaza@hotmail.com
Cuentan los guaraníes que cuando sus ancestros cazaban la dosis de veneno que llevaban sus flechas era poderosa, pero insuficiente para matar al “león”. Si después de unos días -de seguirle el rastro- sobrevivía, lo dejaban en libertad, pues representaba un ejemplar fuerte, necesario para reproducir su especie. Si no sobrevivía, entonces recién era utilizado como alimento para la comunidad.
Para quien no se enteró, los pueblos indígenas sostienen otra cosmovisión. Para ellos el hombre no es un ser único que se sitúa en el centro del universo para gobernarlo y disponer de todo lo que le rodea para su servicio particular e ilimitado. Los indígenas se ven a sí mismos como parte inseparable de su entorno, en realidad una parte más, que debe convivir en equilibrio con las otras partes. Por ello no poseen tierras, viven en un territorio.
Construir una carretera que atraviese un territorio indígena, como el TIPNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure), constituye una guerra contra su existencia y, bajo su concepción, una grave amenaza contra la vida misma. No solo por el daño que causaría la propia construcción a la naturaleza, sino por los usos de la tierra que esta infraestructura permitiría. Uno de ellos, en el caso particular del TIPNIS, tiene que ver con la expansión de los sembradíos de coca y la probable transformación de la zona en un lugar de producción de los derivados de dicha planta y, en virtud de ello, en un foco de violencia.
Sin embargo, con la misma lógica del colonizador de hace 500 años, que no entiende las sinrazones de los “salvajes” (quienes no saben lo que hacen), el régimen que gobierna Bolivia ha usado arrogantemente su poder para intentar silenciar a los indígenas que, al defender su territorio, osaron con oponerse a la construcción de la carretera.
Pero, lo que no sabe el régimen es que su propia acción lo ha desnudado de cuerpo entero y le ha provocado una herida en el corazón. La represión contra los indígenas que intentaban marchar hasta la sede de gobierno, un grave error militar, se ha constituido en un hecho político de impacto nacional e internacional, que ha permitido visibilizar las profundas contradicciones del denominado “proceso de cambio”. La teoría del vicepresidente García Linera, según la cual el país ya no vive conflictos de visiones de país, sino una fase de tensiones naturales y de baja intensidad entre los sectores populares, al parecer ha quedado desfasada.
Más bien, ahora su intuición les dice a los propios sectores populares que algo realmente anda mal; probablemente lo propio sucede con la comunidad internacional. Y es que los pueblos indígenas han dejado en evidencia que no se trataba del primer gobierno indígena que llevaría al país a los más trascendentales cambios:
La construcción de un Estado plurinacional -con 36 naciones reconocidas- que funcionase a partir de la inclusión de los desposeídos en la toma de decisiones, a través de un conjunto de mecanismos, entre ellos la consulta previa (establecida en la nueva Constitución Política), ha quedado solo en el papel. De la misma forma que la promesa de avanzar hacia un modelo de democracia radical, que, más bien, parece un modelo de democracia cooptada, con la toma de todos los poderes del estado y con un gobierno que se arroga la representación total.
Asimismo, se constata que la incansablemente repetida consigna de lucha contra el capitalismo, había estado recubierta de una visión desarrollista, que, por decir lo menos, utiliza los mismos métodos que el capitalismo (¿buscara los mismos resultados?). Con la carretera, se trataría nada menos que de abrirle la puerta al capitalismo, para poner a la selva a su servicio.
En esa perspectiva, si es que prosperase la intención de meter los tractores a las entrañas de una de las áreas protegidas y de mayor biodiversidad de Bolivia, el famoso discurso internacional de defensa de la madre tierra y la cultura indígena de la vida quedaría en entredicho.
Pero también ha permitido dejar al descubierto algo que se pregonaba como pilar fundamental del cambio, la lucha contra la corrupción. Cada vez más voces aseguran que detrás de la construcción de la carretera se encuentran elevados sobreprecios y adjudicaciones irregulares.
De esa forma, las dudas acechan y minan la principal idea política que sustentó al gobierno de Evo Morales: el cambio para los sectores populares. Y la gente empieza a asumir que todo se trataba de la brillante puesta en escena de una obra de teatro. El nuevo país de la inclusión y la igualdad, inaugurado por una nueva Constitución Política, quedaría solo en el inventario.
No obstante, con arrogancia reiterada, típica de quien se cree dueño de los pueblos, el poder persiste en su empeño de derrotar de cualquier forma a los indígenas del TIPNIS, que tras retomar la marcha se encaminan hacia La Paz. Lo hace sin percatarse que se encuentra en gran desventaja y sin asumir que ésta no es la lucha contra la oposición o contra un sindicato. De hecho, al haber aniquilado a la oposición política, por medio de la persecución judicial, no es que acabó con los conflictos en el país, más bien lo que hizo, paradójicamente, fue reponer las luchas populares que, a su vez, han colocado al gobierno en el centro de la conflictividad. En ese contexto, en vez de asumir la representación del conjunto, el gobierno pareciese ser el representante de un sector privilegiado, el cocalero.
Por el momento las flechas de los indígenas han herido al régimen. Y le han dado la oportunidad para que en unos días demuestre si puede sobrevivir o no. Mientras tanto continuarán marchando hacia su encuentro, a los pies del Illimani.

Venezuela: Doce meses para atravesar un campo minado

Aram Aharonian
ALAI AMLATINA, 06/10/2011.-
Falta un año para las elecciones presidenciales y se hace difícil prever cómo se desarrollarán los acontecimientos, incluyendo la salud del Comandante-Presidente, que ha influido en que el Gobierno Bolivariano y el PSUV tengan un comportamiento todavía más errático que lo acostumbrado.
No cabe duda que tanto el gobierno como el PSUV deben enfrentar a la vez varios adversarios, más allá del enemigo más difícil, la ineficiencia de sus burócratas.
La oposición anda en su propio laberinto y debe superar la estrategia electoral y acercarse al pueblo, de lo contrario le será muy difícil vencer al presidente Hugo Chávez en las presidenciales de 2012, estimó en Washington el presidente de la encuestadora Datanálisis, José Antonio Gil Yepes.
Para él, la oposición, reunida en la Mesa de Unidad, “necesita transformarse de un movimiento electoral en un movimiento político, económico y social” y “trabajar de cerca con el pueblo, lo que todavía no está haciendo”. Gil afirmó que el principal factor que ha capitalizado la oposición no ha sido producto de su esfuerzo ni de un proyecto propuesto, “sino la incapacidad del gobierno de utilizar sus recursos para movilizar gente”.
Desde el exterior viene el bombardeo de los grandes medios cartelizados, preocupados por los pésimos números que encuestadoras le dan a la oposición (32% de popularidad), lanzaron una campaña de guerra sicológica cuyo principal fin es crear zozobra en la población venezolana como único modo plausible para subirle las encuestas a la oposición.
Allí trabajan especialistas en guerra sucia como el cubano-estadounidense Roger Noriega y el (lamentablemente) venezolano J. J. Rendón, y los diarios El Nuevo Herald de Miami, El País de España, Clarín de Argentina. Y lo que falta…
Estos medios insisten en el término de “etapa de transición”, que sin duda tiende a enredar la política interna venezolana. Para Leopoldo Puchi, por ejemplo, tiene una doble connotación. Se refiere tanto a la culminación normal de un período constitucional como a la ruptura, a veces violenta, con el orden vigente.
¿Acaso si gana la oposición el sistema no sería básicamente el mismo? Los ejemplos de Chile o de España son totalmente diferentes. Allá se pasó de un sistema sin elecciones a uno electoral y con partidos. Transición huele a caída y mesa limpia. Lo democrático sería hablar de alternancia.
Por eso no sorprende que (a decir de Aristóbulo Istúriz) la oposición le propusiera al canciller Nicolás Maduro ser presidente de la República para el período “de transición”, en caso de una eventual victoria en el 2012. “Yo vi por allí una carta que envía (Eduardo) Semtei a Nicolás Maduro, llamándolo a ser Vicepresidente de la transición, tratando de sembrar cizaña”.
Lo cierto es que transitaremos un 2012 que será un verdadero campo minado y donde el tema de un eventual golpe de estado estará a la orden del día. ¿Es posible repetir el formato de Chile que terminó con el derrocamiento del presidente Allende después de “dislocar la cadena de mando y su profesionalismo?, se preguntan.
Y les responden que son muy distintas las condiciones en la región de 1973 y las de 2012 y que hubo una profunda depuración de la FAN luego del golpe de abril, y que se han consolidado los mandos leales de las Fuerzas Armadas.
El Gobierno Bolivariano redescubrió que tenía una diferencia territorial con Guyana y aquí nuevamente la oposición dio un traspié, en su afán de diferenciarse del gobierno, y perdió la brújula sobre temas fundamentales como la soberanía y la defensa de los recursos naturales. Quizá tenga razón el embajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, quien afirmó que el tratamiento que la dictadura mediática dio a la situación limítrofe que Venezuela mantiene con Guyana, “nos hace pensar que los agarramos fuera de base”.
Los ¿socialdemócratas?
El resurgimiento de la socialdemocracia betancourista es un hecho ideológico que requiere máxima atención. Se trata de una ideología de reemplazo para la derecha venezolana contra la revolución bolivariana. Para Javier Biadeau se trata de una maniobra de marketing político y de mediática, para plantear una nueva confrontación de imaginarios políticos, un nuevo trazado de fronteras ideológicas: reavivar el mito de Betancour como el Padre de la Democracia, para oponerla la narrativa de la “democracia liberal” a los mitos, relatos e imaginarios de la Revolución Bolivariana, al Chávez “redentor de los más pobres”.
La disputa, como diría Bourdieu, se sintetiza en la conquista de la centro-izquierda progresista como “capital simbólico”, colocando a Chávez en la ultraizquierda o bajo el mote de la “autocracia totalitaria del siglo XXI”. En el fondo de este cuadro, Chávez sería un simple peón de la política de Fidel y Raúl Castro.
Los “neo-socialdemócratas” del MUD, plenos de atavismos anticomunistas, quieren distanciarse de los ajustes estructurales del Banco Mundial y del FMI, publicitando un compromiso histórico con la “democracia social, plural y liberal” con justicia social, con una política internacional subordinada de hecho a la geopolítica de Washington. Esa “intelectualidad” que, al decir de Biardeau, “remó en las aguas del pensamiento crítico, para ahogarse ahora en la orilla del betancourismo”.
Lamentablemente, desde el bolivianismo no se ha estimulado el debate orgánico y la construcción de referentes ideológicos renovados. No hay coraje para las discusiones francas, que ayuden a la construcción de los nuevos paradigmas válidos para esta etapa histórica superadora de la resistencia, la de la construcción.
Hay una insistencia en confundir procesos, desconociendo una vía nacional al socialismo, quizá sin asumir que los procesos revolucionarios no pueden ser trasplantados. Hay singularidades, momentos y procesos históricos diferentes, pero se insiste en identificar o mimentizar la Revolución Bolivariana con la Revolución Cubana, de medio siglo atrás.
Sin dudas, hay un campo minado que debemos desarmar, y esa tarea es de los intelectuales: prever y analizar en detalle ese campo, geopolíticamente minado por el imperio y la derecha vernácula que fue trabajando una estructura de apoyos (en organismos multilaterales, en la prensa cartelizada internacional). En Washington reside la oficina de transición democrática, con sus revoluciones de colores y en Venezuela pareciera que ser intelectual es mala palabra.
En la oposición hay gente socialdemócrata que se dice “lulista” y está en el equipo que elabora el programa de la MUD, que no tuvo ni la sutileza de medir la repercusión de las declaraciones de los personeros de la oposición, que pareciera tener planes más acordes con los intereses de las trasnacionales.
Sería bueno que tomaran en cuenta las palabras del ministro brasileño Celso Amorim –ex canciller, hoy titular de Defensa- quien plantea la adopción de una estrategia común de disuasión de los países de la región para proteger las riquezas suramericanas de “amenazas de fuera de la región”.
Y, mientras...
Los medios de comunicación que dirigen la oposición le aplicaron censura previa a parte del documento de la MUD en relación al ingreso de Palestina a la ONU. A pesar de que el texto era ambiguo, los sectores más ultraconservadores se molestaron pues no toleran siquiera que se mencione la posibilidad de un Estado palestino. ¿Será esa la posición oficial de los “estadistas” de la MUD?
Mientras bolivarianos y antichavistas estamos preocupados por la salud del Presidente y transitamos la plena la guerrilla comunicacional, Colombia insiste cada día con más fuerza en la firma del tratado de libre comercio con Estados Unidos y en hacer efectivo, el acuerdo de seguridad y defensa fronterizo que se acordaron desde el 10 de Agosto del 2010, entre el recién juramentado Juan Manuel Santos y nuestro Presidente.
Analistas locales recuerdan que la secretaria ejecutiva de UNASUR, María Emma Mejía, con el pretexto de los estudios sobre sistemas de conexión vial que está haciendo esa organización, le propuso a Chávez la vía fluvial, Meta-Orinoco, con lo cual Colombia obtiene acceso al corazón de Venezuela y al Atlántico, y se salta el tratado de Límites de 1941. Desconocemos la respuesta de Chávez a estas propuestas de la simpática MEM, pero no podemos olvidar que Estados Unidos no es ajeno a todos estos tejes y manejes.
La respuesta del gobierno frente a la decisión de la CIDH ha sido –por decir algo- desordenada, sobre todo teniendo en cuenta que se conocía con anterioridad el contenido de la sentencia. La Cancillería no preparó con tiempo una respuesta convincente, quizá a la espera de que Chávez lo haga todo.
La decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos coloca sobre el tapete dos hechos relevantes para el desarrollo de la vida política nacional. Uno, el asunto específico de la inhabilitación de Leopoldo López y el otro con la acción misma de la CIDH al involucrarse en el ámbito de los procesos electorales de Venezuela.
Los juristas saben que la decisión de la CIDH no es una solución política del problema planteado sino que ha generado una complicación adicional, ya que se presenta como si emanara de una jurisdicción jerárquicamente superior en materia electoral por encima de los poderes públicos venezolanos, que bien pudiera constituirse en instancia de apelación de los resultados de la elección presidencial de 2012, con el argumento de que el derecho a ser electo es un derecho humano.
Ni el texto constitucional admite una instancia de apelación supranacional sobre asuntos electorales, ni fue ése el espíritu de la Constituyente al aprobar los convenios internacionales.
- Aram Aharonian es periodista y docente uruguayo-venezolano, director de la revista Question, fundador de Telesur, director del Observatorio Latinoamericano en Comunicación y Democracia (ULAC)

8 de octubre de 2011

El Ché aparece como una síntesis de la teoría y práctica revolucionaria, comunista, comunista por excelencia

Por: Andrés Avila Armella (*).-
Probablemente no exista un ejemplo como este, no somos de los que pensamos que la historia se explica principalmente por la intervención de grandes hombres, pero sin duda existen hombres que son decisivos, sin embargo, a diferencia de las concepciones pequeñoburguesas no les atribuimos a ellos cualidades fantásticas ni sobrenaturales, no somos de los que pensamos que para hacer la Revolución se requiere forzosamente de una gran personalidad, lo cual no nos impide reconocer la grandeza de ciertos revolucionarios ejemplares, y el Ché, sin duda, es uno de los más ejemplares comunistas de los que tenemos noticia.
Como marxistas nos preguntamos ¿qué hace posible la aparición de un hombre tan singular? La respuesta nos la da la propia comprensión dialéctica y materialista de la realidad; una persona, un grupo, por muy ejemplar que sea, no puede sino ser la materialización de las contradicciones y potencialidades de un pueblo; como dijera Gramsci, la historia de un Partido no puede sino ser la historia de un pueblo, y el hombre político que se ha convertido en emblema de una causa no es sino la síntesis de la historia de su partido y, por tanto de su pueblo; así lo entendía el mismo Ché cuando decía que Fidel había ganado la confianza del pueblo porque “responde precisamente a la interpretación cabal de los deseos del pueblo, de sus aspiraciones, y a la lucha sincera por el cumplimiento de las promesas hechas”. La historia, la personalidad y la genialidad del Ché, han sido en muchos sentidos la personificación de la historia de las luchas de liberación en América Latina, una síntesis de la lucha comunista que se libraba en todos los rincones del planeta. Es cierto, el Ché parecía un hombre demasiado adelantado, sigue pareciendo una excepción que nos hace preguntarnos muchas veces por qué no hay más cómo él, por momentos pareciera una estela que se ha difuminado para no volver y que sólo nos ha dejado una luz tan intensa que pareciera imposible de alcanzar, de reponerla. Cómo no extrañar al Ché en estos tiempos en que hace tanta falta, cómo no extrañar al Ché cuando gran parte de la izquierda de su época ha claudicado o se ha rendido conformándose con ser la cómoda oposición ilustrada de regímenes que no hacen sino profundizar las llagas de explotación y miseria que el capitalismo sigue sembrando entre nuestros pueblos; cómo no extrañar al hombre que siempre escogía las tareas más difíciles sin pedir nada a cambio, como no extrañar al hombre que no reparaba en sudar, en caminar, en luchar infatigablemente llevando tras de sí el peso moral y físico de los hombres a los cuales dirigía con singular habilidad, respeto y firmeza. Cómo no extrañar al estudioso de los libros de Marx, Engels y Lenin en estos tiempos en que el oportunismo nos incita a abandonar la formación teórica y política del marxismo-leninismo diciendo que no hacen falta porque, según ellos la Revolución no está en la orden del día.
El Ché aparece como una síntesis de la teoría y práctica revolucionaria, comunista, alguien que dedicó muchas horas a la lectura y reflexión sobre los textos más ricos en teoría revolucionaria, alguien que además de hacer eso nunca se conformó con leer, con saber y mucho menos con decir que sabía, alguien dispuesto siempre a poner a prueba la justeza y viabilidad de los ideales comunistas, alguien siempre dispuesto a ponerse a prueba en su papel, en la consecución de cada objetivo, de cada tarea; alguien que nunca menospreció la tarea más pequeña y que nunca temió al objetivo más grande.
El Ché, pudo reflexionar de manera sobresaliente tanto como comandante como en cada uno de sus puestos al servicio de la Revolución, la importancia que tiene el militante, el individuo, el cuadro revolucionario en la construcción de los proyectos, conocía a su gente y sabía formarla, tratarla, dirigirla, siempre con la fuerza de su ejemplo. Su posición reivindicadora de la voluntad de los individuos no tenía sin embargo nada de individualista ni de voluntarista, él estaba convencido de que el ejemplo que habían de poner los hombres organizados en la vanguardia revolucionaria, tanto en el ejército como en el partido, habría de convertirse en un elemento objetivo de la realidad que por tanto pudiera influir en la transformación subjetiva de la sociedad hacia el comunismo. Decía: “Lo difícil de entender para quien no viva la experiencia de la revolución es esa estrecha unidad dialéctica existente entre el individuo y la masa, donde ambos se interrelaciona y, a su vez la masa, como conjunto de individuos, se interrelacionan con los dirigentes”; también decía que “En nuestra ambición de revolucionarios, tratamos de caminar tan aprisa como sea posible, abriendo caminos, pero sabemos que tenemos que nutrirnos de la masa y que ésta sólo podrá avanzar más rápido si la alentamos con nuestro ejemplo”. Para el Ché, la vanguardia, siguiendo y complementando a Lenin, se asumía colocándose al frente, como la parte más avanzada y decidida del proletariado en su lucha emancipatoria, pero convencido de que ese colocarse al frente implicaba sacrificios y no privilegios, implicaba la irrenunciable responsabilidad de demostrar con hechos a los dirigidos, la posibilidad real de avanzar, pero a la vez teniendo claro que sin las masas, sin el pueblo explotado y trabajador, no habría revolución posible.
El Ché quien estudiaba a fondo la teoría revolucionaria, el marxismo-leninismo, la historia del mundo y de América Latina, y quien de viva experiencia conocía el sinnúmero de dificultades que representaba la lucha revolucionaria, particularmente en nuestros pueblos, siempre insistió en la necesidad de no hacer concesiones ni componendas con fuerzas burguesas. Esto no era un berrinche ni un arranque visceral, su posición derivaba de la comprensión de que las fuerzas materiales del capitalismo tienen capacidad de reproducirse en la subjetividad de todos los individuos y que aunque difícil, los revolucionarios debían blindar su actividad y su táctica de la penetración de la política burguesa. Convencido de “No pensar en alianzas que no estén dirigidas absolutamente por la clase obrera; no pensar en colaboraciones con burgueses timoratos y traidores que destruyen las fuerzas en que se apoyaron para llegar al poder; las armas en manos del pueblo, las vastas comarcas de nuestra América como campo de acción, el campesinado luchando por su tierra, la emboscada, la muerte inmisericorde al opresor y, al darla, recibirla también y recibirla con honor de revolucionario, esto es lo que cuenta”; No, definitivamente no es un arrebato del Ché, es la reflexión de un hombre convencido de que la única fuerza garante del triunfo, y de que ese triunfo sea auténticamente revolucionario, es un pueblo consciente y organizado, fusionado en intereses con su vanguardia.
El Ché no era un voluntarista ni un improvisado, era un hombre exigente ante los suyos, ante su organización, ante su clase y ante sí mismo, su agilidad mental, su constante actividad práctica lo mantenía en una reflexión cotidiana y profunda, dedicado cada minuto de su tiempo a pensar y esforzarse en mejorar el camino hacia el comunismo, por ello no reparó en criticar aquellas posiciones que consideraba incorrectas, en hacer sugerencias en pensar y decir, en decir y hacer, por ello hablaba con firmeza ante sus camaradas, ante los partidos comunistas, ante los otros esfuerzos de construcción del socialismo; pero ni por un minuto el Ché abdicó de su firmeza como marxista-leninista, de comunista, jamás concedió razón alguna al reformismo ni insinuó siquiera la posibilidad a renunciar a sus principios teóricos, ni a la estrategia, jamás insinuó la no necesidad del partido, jamás insinuó la no necesidad de la toma del poder, jamás insinuó la posibilidad de hacer la revolución sin teoría y práctica revolucionaria; su crítica es también un ejemplo de la crítica, es aquella que se hace y se asume con responsabilidad, no de quien critica para no hacer, sino de quien asume que criticar le imprime la necesidad de hacer, de hacer más, con mayor vehemencia y dedicación.
Si el Ché no dudaba de algo y la mayor parte de su reflexión teórica tiene que ver con ello, es que no es posible ninguna conciliación con las fuerzas del capital, no solo con sus representantes sino con sus métodos, con sus formas, con su moral, con sus fetiches. Tremendo coraje haría hoy el comandante Guevara si viera que su imagen ha sido utilizada por sus acérrimos enemigos para convertirla en mercancía, sí la mercancía, germen del capitalismo que él mismo se empeñaba en superar desde la primera fase de construcción de la sociedad comunista, tremendo coraje haría viendo que algunos oportunistas deforman su ejemplo poniéndolo como un mero crítico voluntarista, quienes lo usan como excusa para disociar la lucha de liberación de la lucha comunista cuando él insistió incansablemente en que no hay lucha de liberación posible dentro de los márgenes impuestos por el capitalismo.
Por ello a 44 años de su cobarde asesinato a manos de los esbirros del imperialismo, reivindicamos al hombre, al militante, al estudioso, al comandante, al infatigable revolucionario, al teórico, al práctico y aseguramos que la mejor forma de rendirle homenaje es levantando en alto la bandera del comunismo como única salida emancipadora para los explotados del mundo, con el compromiso de continuar su lucha por la Revolución Socialista, siendo conscientes, como él, de que en una Revolución se triunfa o se muere si ésta es verdadera.
¡Viva el Guerrillero heroico!¡Viva el Comandante Ernesto, Ché Guevara”¡Patria o Muerte… Venceremos!
(*). Segundo Secretario del Partido Comunista de México
Fuente: Partido Comunista de México
प्रेन्सा PCV:

7 de octubre de 2011

El indigenismo de caricatura

Por: Alicia Tejada Soruco
Las caricaturescas imágenes con las que se representan a los Pueblos Indígenas del oriente, amazonía y Chaco bolivianos hubiesen hecho temblar de indignación a los beligerantes Tupí Guaranies. El compromiso y la militancia patriótica exigen crespones negros y ausencia de humanidad: Se representa a los indígenas como de seres alados sin ningún tipo de interés, deseos ni pecados terrenales y, para completar la oda lacrimosa, en permanente duelo.
A contrapelo se condena a los otros; a los indios del poder político arrebatado a la República, son el pecado original de Bolivia. Se condena su torpeza y sus vínculos con todo tipo de maledicencia terrenal. Hay hasta quienes reciben mensajes celestiales que revelan a lucifer. Se eligen a los chivos expiatorios en acalorados juicios de adjetivos vergonzosos. Una sociedad en completa catarsis no podrá salir de esta sin el “sacrificio” prometido a sus dioses que reclaman a quien pague las culpas de toda omisión colectiva. Las hordas, de uno y otro lado, reclaman holocaustos ancestrales que rediman.
Puesto que los proyectos políticos que rescaten y salven a los bien intencionados han envejecido; puesto que los proyectos religiosos han sido interpelados, se buscan respuestas en el hombre nuevo. Necesitamos con urgencia demostrar-nos que el hombre nuevo e inmaculado pre destinado a salvarnos está a punto de nacer de alguna virginal doncella; las selvas; o el TIPNIS y de un ingenuo carpintero; capaz de comprender la grandeza de este engendro espiritual (seguramente un ilustrado viejo de barba blanca que ya lo sabe todo).
Los neo ambientalistas descubrieron que el equilibrio ecológico está ligado a los pueblos indígenas de Bolivia; no se tomarán el tren que los lleve hacia los orígenes de la destrucción del planeta; resultaría muy incómodo este viaje. Reducirán su convicción a una cuestión de estética, a una cirugía menor que opere en remotos parajes en los que no se incomode la pacífica convivencia entre ángeles y demonios. Mientras más alejados estén, mejor, mientras no nos exijan mirarnos uno a uno y en nuestros propios espacios; mucho mejor. Lo ambiental reducido a lo exótico; a las flechas y los avatares de Hollywood; fashion y espectacular.
Ni la ley de la Madre Tierra ni los Derechos Indígenas provocaron tanto entusiasmo hasta que se anunció su violación a miles de kilómetros de las narices de quienes pierden el olfato cuando la podredumbre de toneladas de peces muertos; de animales y bosques calcinados, de basura y nauseabundas aguas petroleras y agro químicas nos inundan.
Las movilizaciones por la vida iniciadas por los universitarios a nadie convienen. Estos piensan por cuenta propia. Hay que reponer a los de siempre. Tendrán que revivir los elegidos con el soplo de vida indígena y según los designios de analistas prestigiosos. Las credenciales son partidarias: hay que demostrar lealtad o resignarse a la traición perpetua. A los universitarios se les arrebató la palabra para que no se infecten con la gripe. La exclusividad del verbo se revelará en la Paz.

5 de octubre de 2011

Carta abierta al Canciller David Choquehuanca Cespedes

*Maria Galindo
Sabemos que después de la emboscada y represión del campamento de la marcha en defensa del TIPNIS, usted presentó su carta de renuncia y que fue presionado para permanecer en el Gobierno.
Sabemos que también cuando se dio el gasolinazo nuevamente fue usted quien puso como condición para no retirarse del Gobierno la revocatoria inmediata de la medida.
Sabemos que usted sabe que el Gobierno no defiende la carretera, sino el contrato y que usted sabe que ese contrato beneficia a alguna de las cúpulas del Gobierno.
Sabemos que usted ha exigido la paralización del contrato de la carretera y que por esa presión suya el Presidente anunció una suspensión, que no es lo mismo.
Sabemos que cuando fue a hablar con los dirigentes de la marcha usted se refirió a los interculturales como colonizadores y que ésa no fue simplemente una vieja costumbre, sino que usted está consciente del peso que tiene la diferencia de términos.
Sabemos que usted está consciente del andinocentrismo que sufre el Gobierno, por eso mismo fue a la marcha personalmente, por eso mismo intentó en persona descifrar las complejidades y profundidades del planteamiento que la marcha defiende.
Sabemos que para usted permanecer o irse del Gobierno es una cuestión de conciencia y compromiso con el proceso histórico de lucha de los pueblos indígenas y no una cuestión de poder.
Sabemos que su permanencia en el Gobierno es uno de los pocos factores de cohesión que le queda al Gobierno, si usted se va sería realmente el principio del fin.
Sabemos que usted está consciente de que su presencia es la única contención del avasallamiento del clan de García Linera, ex inquilino, hoy cuasi propietario del Gobierno. Quizás es ese peligro lo único que lo retiene ahí adentro.
Sabemos por eso que usted está viviendo días de muchísima presión, por eso le escribimos esta carta en gesto de amistad para contarle lo que desde acá afuera y desde acá abajo vemos y que usted desde allí adentro y desde allí arriba no puede ver.
La evolución histórica de inventar una nueva sociedad distinta, descolonizada, despatriarcalizada, horizontal, de plenitud y felicidad no es un proceso que hoy esté conducido por el Gobierno del Movimiento Al Socialismo.
No es que tantos y tantos amigos y amigas se han alejado del proceso, sino al revés, es el Gobierno el que se ha ido alejando de su eje, es el Gobierno el que se ha extraviado en el ejercicio de poder, por eso es el Gobierno responsable de la inaceptable represión a los niños y niñas de la marcha. Sobre muchas cosas se han inventado mentiras y la sociedad se las ha tragado, pero sobre esto no hay mentira que pueda tapar las lágrimas sinceras y hondas de esas wawas.
Imaginamos que usted ha retirado su renuncia porque cree que este Gobierno aún tiene una última oportunidad de reencontrarse con su propia razón de ser. El proceso va a continuar más allá del Gobierno, desde ya y gracias a la marcha y gracias a las infinitas luchas sociales es que el proceso continúa su avance, en realidad a pesar del Gobierno.
Le contamos, señor canciller, que las cosas en las calles no han cambiado, que la Policía es tan abusiva como siempre, que en las escuelas se sigue alimentando el miedo a ser una misma, que en los hospitales el olor a desamparo es el mismo de siempre.
Que ustedes han hecho tan poco de real y de efectivo que se convierte en casi nada. Que si toma usted un minibús a El Alto, la ruta que va a recorrer es el camino de un neoliberalismo explotador y deshumanizado como el de siempre.
Por lo tanto, la esperanza del hacer y el transformar no está en el Gobierno, sino afuera. Sin embargo, le hemos escrito esta carta para pedirle un gesto que desde allí adentro sería muy útil para el proceso.
Queremos pedirle que independientemente de los discursos y decisiones gubernamentales respecto de la marcha, usted la acompañe a pie junto a las mujeres desde la Cumbre, en su entrada a la ciudad. Que la acompañe como uno más.
Sabemos que para poder hacerlo tendrá que explicar por qué se fue sin avisar, tendrá que pedir perdón y lograr que la gente crea nuevamente en su sinceridad. Por eso mismo se lo pedimos, conscientes de que usted no tiene nada más valioso que hacer que enseñar a su Gobierno a pedir perdón.
*María Galindo es miembro de Mujeres Creando.

Yo no me pasé a la oposición

Vamos a andar - Rafael Puente
Yo no me pasé a la oposición
30/09/2011

Esto quiero decírselo a quien le interese, pero de manera especial a mis amigos y compañeras del MAS, sobre todo a quienes han declarado, después de los últimos acontecimientos, que Rafael Puente ya se pasó a la oposición.

Para decepción de algunos tengo que decirles que no, no me pasé a la oposición. Junto con todo el colectivo urbano del que soy parte, sigo diciendo que nos sentimos y manifestamos militantes del proceso de cambio y reconocemos en el Gobierno actual a nuestro gobierno, y en el presidente Evo a nuestro presidente.

Pero precisamente por eso me siento obligado a decir una palabra crítica cuando creo que estamos actuando equivocadamente, que estamos olvidando nuestros propios principios, que estamos ofreciéndole a la derecha opositora -tanto la derecha oligárquica como la derecha aymara (la de Víctor Hugo Cárdenas y Fernando Untoja)- excelentes pretextos para que nos ataquen y para que ahora aparezcan como defensores de una naturaleza que ellos sólo supieron depredar y de unos pueblos indígenas que sólo les interesaron para servirse de ellos. Es repugnante, pero la culpa es nuestra.

¿O es que la lealtad a una causa implica el silencio cómplice ante las inconsecuencias? Llevo años afirmando que la formación política significa la formación de la conciencia crítica; es decir, significa la capacidad de preguntar y preguntarse todo, y de llamar a las cosas por su nombre. Con el servilismo y la obsecuencia no se hace avanzar un proceso de cambio.

Y a propósito de esta última crisis -todavía irresuelta- en torno a la carretera por el TIPNIS, una actitud crítica tiene que abarcar todas las posiciones, desde el oportunismo de la derecha hasta la inconsecuencia de nuestro Gobierno, pasando por las falencias de la propia marcha indígena (también nuestra). En esta última hallamos poca coherencia en su pliego petitorio cada vez más disperso, poca claridad en las condiciones para el diálogo, insuficiente democracia interna (que se expresa en la retirada, por ejemplo, de 80 marchistas del TIPNIS porque no se sentían escuchados por el comité de la marcha) y también faltas de lealtad (como la retirada de la APG). Pero estas debilidades no justifican que nuestro Gobierno descalifique a quienes han constituido uno de los sujetos fundamentales de este proceso, menos aún que los insulte y en ningún caso que los reprima (las anteriores siete marchas indígenas no fueron reprimidas, ni siquiera por gobiernos neoliberales y racistas). Como tampoco se justifica que se hable de diálogo a la vez que se afirma que la carretera igual se va a hacer, pese a quien pese; y menos aún que se envíe al canciller a dialogar pero sin potestad para cambiar la decisión ya tomada, y peor aún a comunicar que -por decisión suprema- el diálogo será con los colonizadores de Yucumo'

¿Es que todo esto no se debe decir? Miren el resultado del silencio de ustedes, ya van cinco renuncias en el alto nivel del Gobierno y el Presidente que ha tenido que pedir disculpas, y que ha tenido que suspender la construcción de la carretera, y los pueblos indígenas que ya no le creen... ¿No les recuerda al gasolinazo, cuando los dirigentes le aseguraban al Presidente que el pueblo apoyaría la medida y luego fue al revés? ¿Es que no aprendemos?

Ustedes saben, porque me lo han dicho varias veces, que lo peor que le pasa a nuestro Presidente son los llunk’us que lo rodean. Yo me precio de no haber sido nunca un llunk’u, y eso el compañero Evo lo sabe; cuando ha sido necesario he discrepado, aunque ello me costara tener que dejar mis responsabilidades en el Gobierno. Pues bien, ahora también me veo obligado a discrepar, y discrepo junto con otras muchas personas que están con el cambio y que lo que quieren es que se corrijan los errores, y que se revierta esa tendencia a la creciente pérdida de apoyo social a nuestro Gobierno. Pero eso no significa que nos pasemos a la oposición, significa -por el contrario- que seguimos apasionados por el cambio, pero por un cambio real.

Rafael Puente es miembro del Colectivo Urbano por el Cambio (CUECA) de Cochabamba

Yo no me pasé a la oposición

Vamos a andar - Rafael Puente
Yo no me pasé a la oposición
30/09/2011

Esto quiero decírselo a quien le interese, pero de manera especial a mis amigos y compañeras del MAS, sobre todo a quienes han declarado, después de los últimos acontecimientos, que Rafael Puente ya se pasó a la oposición.

Para decepción de algunos tengo que decirles que no, no me pasé a la oposición. Junto con todo el colectivo urbano del que soy parte, sigo diciendo que nos sentimos y manifestamos militantes del proceso de cambio y reconocemos en el Gobierno actual a nuestro gobierno, y en el presidente Evo a nuestro presidente.

Pero precisamente por eso me siento obligado a decir una palabra crítica cuando creo que estamos actuando equivocadamente, que estamos olvidando nuestros propios principios, que estamos ofreciéndole a la derecha opositora -tanto la derecha oligárquica como la derecha aymara (la de Víctor Hugo Cárdenas y Fernando Untoja)- excelentes pretextos para que nos ataquen y para que ahora aparezcan como defensores de una naturaleza que ellos sólo supieron depredar y de unos pueblos indígenas que sólo les interesaron para servirse de ellos. Es repugnante, pero la culpa es nuestra.

¿O es que la lealtad a una causa implica el silencio cómplice ante las inconsecuencias? Llevo años afirmando que la formación política significa la formación de la conciencia crítica; es decir, significa la capacidad de preguntar y preguntarse todo, y de llamar a las cosas por su nombre. Con el servilismo y la obsecuencia no se hace avanzar un proceso de cambio.

Y a propósito de esta última crisis -todavía irresuelta- en torno a la carretera por el TIPNIS, una actitud crítica tiene que abarcar todas las posiciones, desde el oportunismo de la derecha hasta la inconsecuencia de nuestro Gobierno, pasando por las falencias de la propia marcha indígena (también nuestra). En esta última hallamos poca coherencia en su pliego petitorio cada vez más disperso, poca claridad en las condiciones para el diálogo, insuficiente democracia interna (que se expresa en la retirada, por ejemplo, de 80 marchistas del TIPNIS porque no se sentían escuchados por el comité de la marcha) y también faltas de lealtad (como la retirada de la APG). Pero estas debilidades no justifican que nuestro Gobierno descalifique a quienes han constituido uno de los sujetos fundamentales de este proceso, menos aún que los insulte y en ningún caso que los reprima (las anteriores siete marchas indígenas no fueron reprimidas, ni siquiera por gobiernos neoliberales y racistas). Como tampoco se justifica que se hable de diálogo a la vez que se afirma que la carretera igual se va a hacer, pese a quien pese; y menos aún que se envíe al canciller a dialogar pero sin potestad para cambiar la decisión ya tomada, y peor aún a comunicar que -por decisión suprema- el diálogo será con los colonizadores de Yucumo'

¿Es que todo esto no se debe decir? Miren el resultado del silencio de ustedes, ya van cinco renuncias en el alto nivel del Gobierno y el Presidente que ha tenido que pedir disculpas, y que ha tenido que suspender la construcción de la carretera, y los pueblos indígenas que ya no le creen... ¿No les recuerda al gasolinazo, cuando los dirigentes le aseguraban al Presidente que el pueblo apoyaría la medida y luego fue al revés? ¿Es que no aprendemos?

Ustedes saben, porque me lo han dicho varias veces, que lo peor que le pasa a nuestro Presidente son los llunk’us que lo rodean. Yo me precio de no haber sido nunca un llunk’u, y eso el compañero Evo lo sabe; cuando ha sido necesario he discrepado, aunque ello me costara tener que dejar mis responsabilidades en el Gobierno. Pues bien, ahora también me veo obligado a discrepar, y discrepo junto con otras muchas personas que están con el cambio y que lo que quieren es que se corrijan los errores, y que se revierta esa tendencia a la creciente pérdida de apoyo social a nuestro Gobierno. Pero eso no significa que nos pasemos a la oposición, significa -por el contrario- que seguimos apasionados por el cambio, pero por un cambio real.

Rafael Puente es miembro del Colectivo Urbano por el Cambio (CUECA) de Cochabamba