30 de junio de 2011

¿Crisis del modelo agrícola o crisis alimentaria?

Alicia Tejada

Nos encontramos hoy frente a esta pregunta en Bolivia. Para intentar algunos elementos de acercamiento, a algunas de las múltiples respuestas, es inevitable contextualizar este análisis en dos estrategias[1] globales que aún, en pleno siglo XXI, se relacionan con el modelo que nos está planteando la agro industria cruceña, en tanto, expresan postulados similares para abordar un mismo fin: Combatir el hambre del mundo con las mismas medidas.
Las dos estrategias para combatir el hambre del mundo a las que haré referencia fueron: La Revolución Verde (Cuyo auge abarcó desde los sesenta a mediados de los ochenta, aunque para muchos autores, continúo hasta los 90 aún continúa) y El Consenso de Washington (Que se implementó desde los ochenta a los 90, década en la que surgen los paradigmas de nuestro futuro común y del desarrollo sostenible, expresados en las estrategias de la Agenda XXI de la ONU).
Hay quienes afirman que hoy nos encontramos frente a una tercera Revolución Verde” que viene aparejada nuevamente con políticas del BM, el bio comercio, y esta vez orientadas por la era de los agro combustibles y las transnacionales como la Monsanto, DuPont, Novartis y otras compañías.
Revolución verde-1960-1980:[2]
La revolución verde incrementó los niveles de producción agrícola en Europa y en los llamados países desarrollados pero también en países del Asia, África y América.
Tuvo una fuerte influencia en los ejidos en Méjico y en sus políticas agrarias de los 60. De hecho el primer experimento de exportaciones de la revolución verde se lo realizó el año 1967, en Puebla. (Importante recordar este dato para evaluar los efectos hoy).
El objetivo de la revolución verde fue:
“Terminar con el hambre del mundo, logrando cosechas abundantes e independientes del clima o del suelo en el que se cultivase”.
La esencia de la revolución verde fue el uso de Variedades de Alto Rendimiento de dos cereales básicos, arroz y trigo, (semillas VAR) con todos los insumos necesario para ello; pesticidas, fertilizantes, modificaciones genéticas, (en un segundo momento), regadío, abonos especiales, maquinaria, aeronáutica agrícola, etc.).
El rol de los Estados debía ser fuerte, no solo con subsidios, entidades financieras y de investigación, sino también con grandes inversiones en infraestructura (carreteras, vías férreas, marítimas, aéreas, hidroeléctricas, centros de investigación, comercializadoras, silos y empresas mixtas).
La revolución verde no fue un mito, la producción se incrementó en millones de toneladas, pero aquí se nos plantea la primera pregunta, puesto que este es el tema que nos convoca, ¿Resolvió el problema del hambre en el mundo la Revolución Verde?.[3]
El costo de este modelo de producción, alto para el consumo de los países pobres, lo fue también para la producción de los pequeños campesinos, por tanto gradualmente se evidenció que sus productos, no estarían destinados al consumo interno sino a los países ricos, consecuentemente el hambre del mundo no sólo no disminuyó sino que continúo incrementándose.[4]
Efectos negativos:
Se aumentó la dependencia externa, por cada dólar gastado se produjo la mitad del producto agropecuario que antes se destinaba al consumo interno; se dio paso a la crisis agrícola con subsidios insostenibles y tierras cultivables altamente salinizadas, desertizadas y con pérdida absoluta de su capacidad de uso agrícola. Se detectó la utilización de agro tóxicos altamente nocivos a la salud humana y presencia de agro tóxicos clorados en bebés y en mujeres gestantes.
Surgió lo que se llama hoy el círculo vicioso de los plaguicidas; cada vez plagas más resistentes y cada vez mayor dependencia de nuevos plaguicidas, y la crisis de este modelo agrícola se inició con cada vez más tierras demandadas, menores rendimientos y menor diversidad de alimentos.
Hasta el 2010 no solo se habían empleado las tuierras de uso agrícola. Se destruyeron 13 millones de bosques. para nuevos cultivos.
Se extranjerizó la tierra en los países menos desarrollados, pues los capitales internacionales, frente a la crisis agrícola evidenciada en 1970, se vieron obligados a ir por más tierras cultivables que reemplacen las degradadas que dejaron tras de sí.
La mayor parte de la población rural dejó de estar ligada a la tierra y a la agricultura y se produjeron oleadas de migraciones rurales hacia centros urbanos que no estaban preparados para recibirlas.
No se resolvió el problema del hambre en el mundo pero sí se constituyeron entidades privadas internacionales que iniciaron el negocio de los paquetes completos de las semillas VAR. Las modificaciones genéticas, supuestamente beneficiosas, no contribuyeron a disminuir estos niveles de dependencia ni la destrucción de suelos aptos incluso para agricultura.
Tras la crisis de la revolución verde, se plantearon algunas propuestas acerca de cómo evitar repetir errores similares:
Identificación de algunas correcciones:
La actividad agrícola debía buscar un equilibrio entre la necesaria producción de alimentos para nutrir a una población creciente, y el respeto del medio ambiente. De esta forma se evitaría la destrucción de la naturaleza, que había repercutido además en la capacidad de producir y de extraer alimentos y de la re-producción de los sistemas socio económicos locales.
La incorporación de las estrategias locales empleadas para su seguridad alimentaria, a largo plazo, debía implementarse en lugar de intentar embutir a todos en mismo paquete.
El cuidado del medio ambiente requeriría el abandono de la conversión en gran escala de bosques, fuentes de agua y hábitat naturales frágiles en tierras de cultivo.
Por primera vez los aspectos ambientales salieron de la esfera científica (bilogía) para conectarse con otras múltiples dimensiones, como las sociales, institucionales, económicas y políticas.
Aunque todavía podrían haber quedado grandes superficies que dedicar a la agricultura en África y América Latina, los elevados costos para la población que habita los bosques, así como para la pérdida de diversidad biológica y de vegetación forestal y de sabana, y la dependencia de combustibles fósiles, disuadieron a muchos gobiernos de continuar aplicando dicha estrategia.
Consenso de Washington:
Acuñado en 1990 por Jhon Willamson: es un paquete de medidas económicas (10) centrales para el apoyo del BM y del FMI a los países que tendrían que superar sus crisis económicas implementando los llamados Ajustes Estructurales:
El consenso planteó medidas como las de la seguridad jurídica, menos gastos en elefantes blancos producto de la revolución industrial, menos intervención del Estado y más inversión privada; tipos de cambios competitivos, disciplinas fiscales, desregulación, inversión extranjera directa, liberación del comercio.
El debate acerca del Consenso Washington aún no termina, pero queda claro que existen numerosas consecuencias para el sector de la alimentación y el desarrollo agrícola y rural.
La política agrícola durante los años 1980 y 1990 proviene del paradigma de ajuste estructural: Precios determinados por el mercado, eliminación de restricciones cuantitativas, promoción de operaciones del sector privado, apoyo a las producciones transgénicas, fueron temas clave en el sector alimentario, y para otros productos primarios
La pregunta es qué límites acompañaron ese proceso. El Informe sobre el Desarrollo Mundial 2000/1, por ejemplo, asegura que la liberalización del mercado requería de un apuntalamiento institucional sólido y previo, tema pendiente. La institucionalidad estatal se ha debilitado tras los ajustes estructurales y aún no supera esta crisis.
En el sector de la alimentación y del desarrollo agrícola y rural se planteó, por ejemplo, en el caso del suministro de semillas, que el sector público no podría quedar al margen del apoyo a un sector privado naciente. Pero también necesitaría jugar un rol en la protección de la diversidad de las plantas, especialmente en lo que se refiere a los derechos de los agricultores a variedades desarrolladas en explotaciones agrícolas.[5]
Cuál es el modelo que se ha implementado en Bolivia:
Sin pretender etiquetar, el modelo agro industrial en el país, sino más bien, intentado acercamiento a sus efectos, para definir algunas de sus características es que parto de otra pregunta:
Por cuál estrategia estamos transitando hoy en Bolivia. Puesto que no se trata únicamente de que si queremos semillas transgénicas o no, se trata de políticas que subyacen a estas decisiones y que a todos nos afectan, en tanto, en Bolivia han tenido efectos que hay que mencionar también:
-La ampliación de la frontera agrícola alcanza y afecta ya al 21% de los suelos forestales (bosques) de Bolivia y el vice ministro de desarrollo productivo ha anunciado que se requerirá de mayores superficies.
-El sector productivo forestal, que exporta 274 millones y ha invertido en 654 planes de manejo forestal, detenta 4.4. Millones de hectáreas de bosques, y es un sector marginal en esta política, puesto que su capital (los bosques), estaría seriamente amenazado.
-Los desmontes han afectado ya cinco millones de hectáreas de bosques, y con ello deteriorado suelos cuyo costo de recuperación hoy lo transfieren al Estado (es un modelo que privatiza las ganancias y socializa las pérdidas).
-Las quemas, gran parte de estas, originadas en prácticas de conversión de suelos a otros usos, han afectado otras cinco millones de hectáreas de bosques.
-Importamos el 40% de lo que comemos y el sector campesino solo provee el 18%. Menos de la mitad de lo que consumimos está en manos de la agro industria. Estamos produciendo menos para el consumo interno y más para las exportaciones, sino, mire lo sucedido con los cultivos de quinua también,
- Estamos ya ingresando a los cultivos destinados a agro-combustibles, frente a la crisis mundial de los combustibles fósiles; o a mono cultivos para la exportación altamente dependientes de los paquetes transgénicos..
-Se está produciendo un fenómeno migratorio campo-ciudad. Estamos expulsando a las poblaciones rurales de modelos en los que no pueden competir con el poder agro industrial transnacional; las tierras se están extranjerizando (brasileros, colombianos, argentinos, colombianos, mejicanos, están adquiriendo tierras en Bolivia).
-Los ingresos mayores de las instancias de control de bosques y tierras provienen de multas a desmontes ilegales, (30.484.182) y se generan precisamente en áreas de expansión agrícola, demostrando con ello la fuerte influencia del modelo en las distorsiones de institucionalidad estatal (rentista).
-Asentamientos humanos sin mayores perspectivas de desarrollo puesto que ocurren en tierras no aptas para la actividad agrícola (reservas forestales) y sin ningún tipo de apoyo para realizar gestión de recursos, apropiadamente, son parte de los efectos de este modelo. Si no veamos lo ocurrido con el Chore, con bajo Paraguá, con el Valle de Tuca Vaca.
Frente a ello se plantea entonces la necesidad de responder:
Primero: ¿A qué estrategia (agrícola, alimentaria) responde este modelo agro industrial?, ¿Dónde lo situamos, más allá de sus cifras de exportaciones?
Segundo: ¿A qué elementos obedece la crisis del modelo agrario y cómo influyen estos en la seguridad alimentaria de los bolivianos?
Tercero: Dónde se inserta la demanda de la ampliación de la frontera agrícola y cuál es el plan de seguridad alimentaria, para los bolivianos, a largo plazo que la respalda?
Y Cuarto: Cuál de estos problemas resuelve la nueva Ley del sector,[6] apoyada únicamente por la CSUTCB y algunas de las instituciones sectoriales de la agro industria cruceña.
Según Josette Sheeran, directora ejecutiva del programa Mundial de Alimentos de la ONU, la creciente demanda de países como India y China y el uso de granos para producir biocombustibles. "Está llevando a una nueva fase de hambre en el mundo, lo que denominamos nuevos hambrientos son personas que tienen dinero, pero no llegan a poder comprar comida", "Unos precios más altos de los alimentos incrementarán el descontento social en una serie de países que son sensibles a las presiones inflacionarias y dependen de las importaciones”.[7]
"

SE podría decir que la crisis alimentaria y agrícola en el mundo esPero en realidad, esta crisis también es el resultado de muchos años de políticas destructivas que socavaron las producciones nacionales de alimentos, y obligaron a los campesinos/as a producir cultivos comerciales para compañías multinacionales y a comprar sus alimentos de las mismas multinacionales (o a otras…) en el mercado mundial.
[1] http://www.fao.org/DOCREP/003/X9808S/x9808s04.htm
[2] http://www.fao.org/kids/es/revolution.html
[3] . Reuters, Bruselas 6 de marzo del 2008, ONU prevé más hambre en el mundo por inflación alimentaria,
[4]
[5] Tripp y Louwaars (1997)
[6] Villegas P, CEDIB, Los transgénicos y la modificación genética de la política agraria en Bolivia
[7][7]http://www.elconfidencial.com/cache/2008/03/06/87_preve_hambre_mundo_inflacion_alimentaria.html

23 de junio de 2011

Las 10 trasnacionales gigantes y secretas que controlan las materias primas

Alfredo Jalife-Rahme
Fuente: Sodepaz


¿Cómo puede pasar sin ser detectada una trasnacional gigante en la época de la antiterrorista seguridad del hogar? ¿Es posible que en el siglo XXI todavía existan empresas secretas y/o piratas, que entendemos significa que se den el lujo de no cotizar en las bolsas, pero que gozan de todas las canonjías del libre mercado desde su comercialización pasando por su bursatilización hasta su blanqueo criminal?

Antecedentes: Zheng Fengtian, profesor de la Escuela de Economía Agrícola de la Universidad Renmin, de China (Global Times, 13/4/11), fustiga el monopolio de los granos que ejerce Occidente y la manipulación deliberada de los precios por los especuladores internacionales gracias a la desregulación que gozan en Wall Street y la City, así como en los paraísos fiscales (v.gr Suiza): no podemos depender sólo de Estados Unidos (EU) para resolver la crisis alimentaria global ni de las cuatro (sic) gigantes (sic) trasnacionales.

No especifica cuáles, pero los lectores pueden consultar mis artículos sobre el cártel anglosajón de la guerra alimentaria (ver Bajo la Lupa; 4, 16, 23 y 27/4/08; 4/4/10, 4/8/10, 8/10/10; 16 y 19/1/11) y su meganegocio (Radar Geopolítico; Contralínea, 30/1/11). Fengtian adopta la añeja tesis de Bajo la Lupa sobre la guerra alimentaria que libra Washington para someter al mundo: en el pasado (sic), EU tomó ventaja de su papel dominante en el mercado global de alimentos para adoptarlos como arma (¡supersic!) política.
Hechos:

El mundo anglosajón cacarea huecamente la transparencia y la rendición de cuentas, mientras oculta simultáneamente sus 10 gigantes (sic) trasnacionales secretas (¡supersic!), que controlan la comercialización de los hidrocarburos y las materias primas, según The Daily Telegraph (15/4/11). ¡Cómo si no nos bastasen las depredadoras trasnacionales (BP, Tepco, Schlumberger/Transocean, etcétera) que cotizan despiadadamente en la bolsa!

Más allá de los tenebrosos grupos de la plutocracia (private equity) como el grupo texano Carlyle (vinculado al nepotismo de los Bush) y el inimputable Blackstone Group (controlado por Peter G. Petersen y Stephen A. Schwarzman, cuyas hazañas se remontan al macabro cobro de los seguros de las Torres Gemelas del 11/9; ver Bajo la Lupa, 26/9/04 y 3/10/04), The Daily Telegraph devela la identidad oculta de las principales 10 comercializadoras globales de petróleo y materias primas:

1. Vitol Group: sede en Ginebra y Rotterdam, con ingresos por 195 mil millones de dólares en la comercialización de hidrocarburos; la primera petrolera en exportar con puntualidad desde la región controlada por los rebeldes en Libia.

2. Glencore Intl.: sede en Baar (Suiza), con ingresos por 145 mil millones de dólares en metales, minerales, productos agrícolas y de energía; fundada por el israelí-belga-español Marc Rich; acusada por la CIA (¡supersic!) de sobornar a gobernantes; controla 34 por ciento de la minera global suizo-británica Xstrata; apostó al alza del trigo durante la sequía rusa (The Financial Times, 24/4/11); el banquero Nat Rothschild recomendó a su polémico nuevo director Simon Murray (The Daily Telegraph, 23/4/11); destaca la circularidad financiera del binomio Rotshchild-Rich.
3. Cargill: sede en Minneapolis, Minnesota, con ingresos por 108 mil millones de dólares en agronegocios, carnes, biocombustibles, acero y sal; severamente criticada por deforestación, contaminación de todo género (incluida la alimentaria) y abusos contra los derechos humanos.

4. Koch Industries: sede en Wichita, Kansas, con ingresos por 100 mil millones de dólares en refinación y transporte de petróleo, petroquímicos, papel, etcétera; empresa familiar (la segunda más importante en EU detrás de Cargill) manejada por los hermanos ultraconservadores David y Charles Koch, quienes financian al Partido del Té.

5. Trafigura: sede en Ginebra, con ingresos por 79,200 millones de dólares en petróleo crudo, comercialización de metales; depredadora tóxica en África; proviene de la separación de varias empresas del israelí-belga-español Marc Rich.

6. Gunvor Intl.: sede en Amsterdam y Ginebra, con ingresos por 65 mil millones de dólares en petróleo, electricidad y carbón.

7. Archer Daniels Midland Co.: sede en Decatur, Illinois, con ingresos por 62 mil millones de dólares en maíz, trigo, cacao; listada en la Bolsa de Nueva York; actuación escandalosa y enjuiciada por contaminación reiterativa; se ha beneficiado de los subsidios agrícolas del gobierno de EU.

8. Noble Group: sede en Hong Kong, con ingresos por 56,700 millones de dólares en azúcar brasileño y carbón australiano; sólidos vínculos con HSBC y la polémica empresa contable Pricewaterhouse Coopers; cotiza en el Índice Strait Times (Singapur).

9. Mercuria Energy Group: sede en Ginebra, con ingresos por 46 mil millones de dólares en petróleo y gas.

10. Bunge: sede en White Plains, Nueva York, con ingresos por 45,700 millones de dólares en granos, soya, azúcar, etanol y fertilizantes; multada en EU por emisiones contaminantes.

The Daily Telegraph agrega sorprendentemente como mención especial a Phibro, hoy subsidiaria de Occidental Petroleum Corporation (Oxy): sede en Westport (Connecticut), con 10 por ciento de los ingresos del banco Citigroup en 2007 en petróleo, gas, metales y granos, donde inició su aprendizaje el israelí-belga-español Marc Rich.

De las 11 trasnacionales piratas, cinco pertenecen a EU, tres a Suiza (notable paraíso fiscal bancario), dos son suizo-holandesas y una es de Hong Kong (vinculada a Gran Bretaña). Si cotizaran en la bolsa las 11 se colocarían desde el ranking siete hasta el 156 en la clasificación de Fortune Global 500. Sin penetrar en la genealogía de sus prestanombres y verdaderos dueños, destaca la ominosa sombra del israelí-belga-español Marc Rich en tres empresas piratas: Glencore Intl., Trafigura y Phibro.

El israelí-belga-español Marc Rich merece una mención honorífica y cuya biografía mafiosa revela quizá una de las razones del hermetismo de las gigantes trasnacionales que no cotizan en las bolsas y que mueven nocivamente verdaderas fortunas sin el menor escrutinio gubernamental ni ciudadano. ¿Será mera casualidad o causalidad que Rich aparezca en tres de las secretas 11 empresas gigantes que especulan desde las penumbras con los precios de los alimentos, hidrocarburos y metales?

Marc Rich, perseguido por evasor fiscal en EU (luego perdonado controvertidamente por Clinton), ha sido expuesto como espía del Mossad israelí (Niles Latham, New York Post, 5/2/01) y lavador de dinero de las mafias (The Washington Times, 21/6/02).

El investigador William Engdahl desde hace 15 años expuso la red financiera secreta (¡supersic!) detrás de los banqueros esclavistas Rothschild, el megaespeculador fil¢ántropo George Soros y el mafioso Marc Rich. Cada vez se asienta más el papel determinante de Israel en el lavado de dinero global (ver Bajo la Lupa, 20/4/11).

Conclusión:

¿Cómo puede pasar sin ser detectada una trasnacional gigante en la época de la antiterrorista seguridad del hogar? ¿Es posible que en el siglo XXI todavía existan empresas secretas y/o piratas, que entendemos significa que se den el lujo de no cotizar en las bolsas, pero que gozan de todas las canonjías del libre mercado desde su comercialización pasando por su bursatilización hasta su blanqueo criminal?

¿Son gigantes secretos y/o clandestinos tolerados por el sistema anglosajón y sus mafiosos paraísos fiscales?¿Se puede mantener secreta la actividad pirata y criminalmente blanqueadora de las clandestinas trasnacionales gigantes que controlan los alimentos y los energéticos, usados como armas de destrucción masiva contra la mayoría del género humano?

Enlace:http://www.sodepaz.org/soberania-alimentaria-mainmenu-14/16-noticias/1604-las-10-trasnacionales-gigantes-y-secretas-que-controlan-las-materias-primas.html

16 de junio de 2011

Ollanta, el "neoliberal"

Por Diego Mendoza
PRENSA OBRERA
La "deschavización" del presidente electo de Perú, el ex militar Ollanta Humala, ya no sorprende a nadie, y menos a los pulpos mineros. Durante la semana posterior a su elección, Humala destacó la necesidad de mantener "la estabilidad macroeconómica" del país, y la voluntad de asociar al Estado con el capital privado para diversos emprendimientos. El ex militar rechazó enfáticamente cualquier nacionalización o estatización, y respondió que se incentivaría la inversión privada. Todo esto sirvió para que la Bolsa pudiera recomponerse de su estrepitosa caída de más del 12%, con alzas pronunciadas durante varios días posteriores. La caída había sido calificada por los analistas como "exagerada".

Los nuevos voceros del Ollanta "aggiornado" son el ex presidente -neoliberal- Alejandro Toledo y Mario Vargas Llosa, el escritor derechista más reconocido del mundo -los verdaderos gestores mediáticos de la victoria ‘nacionalista'. Se da por descontado que el equipo económico de Ollanta estará integrado por "técnicos" del ex mandatario Toledo, es decir que los "neoliberales" van a copar el gobierno. Kurt Burneo, el ex presidente del Banco Central con Toledo, sería el nuevo ministro de economía, mientras que Beatriz Merino, ex jefe de gabinete de Toledo, ocuparía el mismo cargo en el gobierno de Humala. Merino es, además, intima amiga del escritor peruano y Premio Nobel de Literatura, Vargas Llosa. Asimismo, quedaría ratificado Julio Valverde, el actual titular del Banco Central, como señal de continuidad con las políticas de Alan García.

El aumento de los impuestos a las mineras o de las regalías petroleras, la principal preocupación de los pulpos, ya no parece preocupar. "Aunque la victoria de Ollanta Humala no es lo que los inversionistas esperaban, el resultado podría no ser tan negativo como muchos temen", afirmó Jorge Benavides, presidente del pulpo Zincore Metals de Vancouver (Wall Street Journal, 8/6). El mandatario electo solo cuenta con el 36% de las bancas en el Congreso, por lo que estaría obligado a gobernar por "consenso"; Ollanta llegó a hablar de un "gobierno de unidad nacional", quizá con el cálculo de que el amontonamiento que siguió a Keiko Fujimori no podrá evitar la extinción.

Humala ya anticipó que su intención de "redistribuir la riqueza" se limita una serie de subsidios asistenciales que, en cualquier caso, no superarían el 1% del PBI. Esos planes ya tienen nombre: "Pensión 65" (una jubilación mínima, disociada del salario, como impulsa el Banco Mundial), o planes de familia para asistencia de niños y adolescentes, como el que ya existe en Brasil.

Minería y rebelión social

Perú es el segundo país en materia de reservas de cobre luego de Chile, y uno de los principales exportadores de metales del mundo, pero al igual que en el resto de la región el saqueo minero de los pulpos ha dejado una brutal degradación social, con una secuela de levantamientos populares; Alan García debió atravesar sus cuatro años con una interminable cantidad de crisis políticas. La rebelión obrera y ambiental impuso un freno relativo a la actividad y paralizó inversiones multimillonarias. Actualmente, se registran más de 230 conflictos sociales en Perú, de los cuales la mitad son protagonizados por los pueblos originarios que sufren el saqueo minero. Humala plantea el desarrollo de la "infraestructura" nacional en una asociación "pública-privada", con las constructoras brasileñas, que viabilizaría un inmenso corredor interoceánico que beneficiaría a las mineras. "Las inversiones en el interior del país son escasas, excepto en la industria minera (...) eso desconecta la economía moderna de la costa de lo que son los territorios andinos y la Amazonía, que son el 70% de la superficie del Perú", explicó Humala al diario El País. Este es el principal plan de "creación de empleo" del nacionalista.

El ascenso de Humala al gobierno está vinculado a la necesidad de arbitrar la lucha de clases en Perú -de características explosivas- con algunas concesiones sociales. Para lograrlo, Humala quiere colocar a Perú bajo la órbita de Brasil, o sea, de sus empresas constructoras, y repartir el negocio de las mineras y petroleras con nuevos actores. Perú se suma al pelotón de los países con una dirección nacionalista burguesa o pequeño-burguesa en un cuadro de agotamiento de estos regímenes políticos, y con la certeza de que la bancarrota capitalista se volverá a manifestar la región con la caída de precios de exportación y reflujo de capitales.

11 de junio de 2011

Ser o no ser: es la cuestión?

Max Murillo Mendoza

El tema marítimo, más allá de las anecdóticas estupideces de la prensa sobre si fue un fracaso o un triunfo (lo último de la OEA), delata una constante a lo largo de nuestra turbulenta historia. La falta de Estado, es decir la falta de políticas de Estado. En cambio, Chile sí tiene políticas de Estado desde el proyecto Portales allá por el siglo XIX. Y esa diferencia se marca y se remarca cada vez que resucitamos el asunto de la guerra del Pacífico. El gobierno del MAS entra en este saco roto como todos los demás gobiernos: querer inventar la pólvora, además desde cero, como en todos los demás temas. Querer diferenciarse de los demás como quinceañero conquistador. Y lo que hace no es nada más y nada menos lo que hicieron los demás: repetir errores pasados.

La ausencia de Estado, es decir de políticas de Estado es precisamente lo que no les llama la atención a los burócratas del remedo de estado en Bolivia. Este estado colonial jamás tuvo políticas de estado sino para robar, asaltar y expoliar la riqueza de estos territorios. La guerra del Pacífico perdimos porque no teníamos presencia de estado en aquellos territorios, y porque sus oligarquías estaban farreando en carnavales mientras el ejército chileno ocupaba el litoral boliviano. Esa ha sido la constante en todo lo demás: educación, salud, vivienda y alimentación. Esta ausencia de estado es una constante cotidiana: la burocracia es corrupción. Este instrumento llamado estado está para robar y asaltar al ciudadano. Su lentitud es provocada por la lógica del robo. Del engaño y la mediocridad. Es un estado para los más pendejos, los más ladrones y pícaros.

Entonces no debería extrañarnos, en todo, la ausencia de políticas de estado. El desorden organizado es parte de nuestra cotidianidad. Lo que somos reflejamos hacia afuera y hacia todo lo demás: en deportes, en ciencia, en política exterior, etc. No tuvimos y no tenemos oligarquías educadas y cultas, sino grupos de poder ignorantes y provincianos que se dedican más a farrearse este país, que a pensar y planificar su cotidianidad y su futuro. Su frivolidad y su imitación a occidente es su enfermedad mental y su falta de autoestima cultural. Ni modo. No nos tocó precisamente grupos coloniales cultos y liberales, sino maleantes y piratas asaltantes.

El MAS tuvo la oportunidad de construir un nuevo Estado. Se soñó durante el proceso de la constituyente. Hoy estoy seguro que esa oportunidad se perdió. Se avanzó en varias cosas, no digo que no; pero no en lo esencial: en el sueño de un nuevo estado, o nuevos estados en nuestras nacionalidades. Se está parchando a lo que se llama estado: seguirá siendo un estado colonial aparapita, con otros remiendos y colores; pero remiendos al fin. Esencialmente nada está cambiando, sino se está parchando. Y en eso se sella y se delata las limitaciones de proyecto del MAS. También, ni modo. Por tanto medidas populistas y populacheras como la “nacionalización de autos de contrabando” tampoco debería ya extrañarnos. El desorden ordenado seguirá siendo la ruta de este remedo de estado.

Las organizaciones sociales no tienen las pesadillas existenciales occidentales de ser o no ser, ellos tienen claro sobre lo que hay que hacer. Son los burócratas, los “especialistas en revoluciones” que se han arrimado a este proceso los que no tienen nada claro. Esos entornos palaciegos típicamente coloniales y que son parte del folklor de este estado, son los que no tienen nada claro. Y las organizaciones sociales esperarán. Su paciencia es casi milenaria; pero también pedirán cuentas y espero que sean suficientemente duras con aquellos a quienes hay que pasarles por la guillotina.

Cochabamba, 10 de Junio de 2011.

9 de junio de 2011

Tumbar los bosques para comer

Por: Alicia Tejada Soruco
Las políticas de Estado, han determinado qué vocación tendría cada uno de los Departamentos de Bolivia. Desde la década de los cincuenta hasta nuestros días, con la Reforma Agraria, Plan Bohan- marcha hacia el Oriente- programas de colonización dirigida y de apoyo a las espontaneas y Tierras Bajas del Este, Santa Cruz se configura como el epicentro de la agro industria.
Cada política viene acompañada del presupuesto; Banco Agrícola, Banco Mundial, FINDESA, EMAPA,Gravetal, bio combustibles. La implementación de estos programas provoca cambios en el mapa de cobertura vegetal. Si sobreponemos al mapa de pérdida de cobertura boscosa a los lugares en los que se implementaron estas políticas, la relación es evidente. La política de estado determina la situación actual de los bosques en Bolivia.
Con idéntica secuencia se pueden medir los desmontes, chaqueos y quemas en Santa Cruz que se lleva el 75% de la deforestación ocurrida en el país, más de doscientas mil hectáreas cada año, cifra a la cual se debe sumar el descontrol de las quemas que ocurrieron en bosques y tierras forestales de producción.
Considerado santa Cruz como el epicentro de la agroindustria boliviana, las tierras y suelos destinados a este efecto también se determinaron científicamente. Estudiosde uso de suelo señalaron que podríamos disponer de cierta cantidad de tierras para agricultura. A la línea que divide las tierras de bosques de las de uso agrícola se le llama frontera agrícola. Significa que la agricultura no puede pasar a tierras de bosques sin ocasionar cambios que nos afectarán a todos.
La frontera es un límite científico que nos dice cuándo detenernos. Los suelos, que no son de uso agrícola o ganadero se deterioran y desertifican hasta perderse, si los utilizamos para este fin. Haití en pocas décadas se convirtió en un desierto demostrando con ello que los desmontes, quemas, cultivos extensivos e intensivos y chaqueos, realizados en tierras no aptas, profundizan también el vínculo pobreza rural-migraciones-pobreza urbana.
No obstante, sin preocuparse por fundamentar tal postura con datos científicos, funcionarios de gobierno y de algunos sectores, han declarado que si no ampliamos la frontera agrícola pondríamos en riesgo nuestra seguridad alimentaria cuando, con casi más de dos millones de hectáreas cultivadas, no solo nos hemos alimentado los bolivianos; sino que hemos cultivado y exportado para atender las demandas de otros países exitosamente, según datos de los mismos sectores.
Hay quienes han hablado incluso de expandir la frontera agrícola hacia tierras de bosques, omitiendo explicarnos con qué bosques asegurarán los servicios ambientales que requiere la misma actividad agrícola(lluvias, climas estables, agua, aire). En todo caso hay que deponer el discurso alarmista de la “inseguridad alimentaria” y transitar hacia la seriedad, el conocimiento, los saberes, y la ciencia sobre la política agraria boliviana.

La Madre o la Revolución Productiva

Por: Alicia Tejada Soruco
Quienes de una u otra forma se han vinculado con espacios que arrastran siglos de colonización a sus espaldas, saben que la ausencia de conocimiento para decidir sobre políticas de Estado, es una de sus más funestas herencias.
La madre tierra de los bolivianos que aspiran a “vivir bien” (concepto que se debate desde 1914) sin destruirla-se y no por la voluntad de ningún gobierno de turno sino gracias a gigantescas movilizaciones ciudadanas urbanas y rurales, debe ser una de las más afectadas por la crisis que no deja que muera un pasado individualista, extractivista y capitalista de quinientos años, en el que los enemigos no son los personajes políticos de turno sino los modelos de “desarrollo y progreso” que adeudan la destrucción de vasta regiones del país. (Ejemplo, la minería).
El año 2006, el presidente de los bolivianos declaró públicamente el rechazo a los transgénico, postura que se expresó además en la Constitución Política del Estado. La misma postura se constituye en impostura cuando se lee el art. 409, modificado a espaldas de los pueblos para abrir el paso a los transgénicos.
Cinco años después, la impostura también, anuncia la Ley de la Revolución Productiva que abre la producción, importación y comercialización de organismos genéticamente modificados (transgénicos) violando la Ley de Derechos de la Madre Tierra a la diversidad de la vida que, según el biólogo Octavio Ribera, esel derecho a la preservación de la diferenciación y la variedad de los seres que componen la Madre Tierra, sin ser alterados genéticamente ni modificados en su estructura de manera artificial, de tal forma que se amenace su existencia, funcionamiento y potencial futuro.
Quienessostienen que este es un tema de “ecologistas románticos” preocupados por unas cuantas semillas más que por el progreso del país, se trata de una estrategia de poder, muy antigua: Quien tiene la semilla tiene el alimento y por tanto tiene el poder. Las semillas transgénicas se venden con todo el paquete tecnológico, fertilizantes, agroquímicos, maquinarias etc. poderosas empresas transnacionales se enriquecen con el negocio (MONSANTO). Estas semillas están patentadas y no se re-producen, generando dependencia de quien las vende.
Al adquirirlas, como política de gobierno, dejamos de lado miles de semillas (valores genéticos) que sustentan la autonomía alimentaria de los pueblos y por tanto la soberanía alimentaria. Hace algunas semanas una transnacional ya patentó la quinua chilena para modificarla genéticamente y venderla en esta condición, con exclusivos derechos. Chile comercializará todos sus productos en su paso por Bolivia (TIPNIS) hacia el Brasil.
El modelo agro industrial no está interesado en la soberanía alimentaria del país; no comemos soya ni etanol (que provoca la escasez del azúcar puesto que proviene de la caña). Importamos papa y casi el 40% de lo que comemos. A ello se suma la ampliación de la frontera agrícola.