31 de enero de 2010

Las predicciones de Dieterich

En fecha 26 de Noviembre de 2007, Heinz Dieterich hacía las siguientes “predicciones” para sentenciar a muerte el proceso de cambio en Bolivia.
1. “El Gobierno (de Morales) no tiene las fuerzas ni la iniciativa ya, para derrotar a la oligarquía. La fase popular ha terminado y no se puede excluir que Evo pierda el gobierno enteramente en el corto plazo.
2. La oligarquía ha logrado bloquear a la Asamblea Constituyente. La Carta Magna no tiene ninguna viabilidad real, es letra muerta.
3. En un año y diez meses, el bloque gamonal se ha extendido como un cáncer desde la periferia tropical hacia los centros del poder gubernamental, La Paz, Oruro y Potosí.
4. El gobierno perdió la iniciativa estratégica hace 16 meses, y no ha logrado recuperarla.
5. El separatismo de Santa Cruz no es “local” o “regional”, sino se trata de un proyecto mundial.
6. Ante la asombrosa incapacidad del gobierno de parar a la oligarquía en su guerra de movimientos, ésta ha decidido dar el jaque mate al gobierno popular en el mes de diciembre con cuatro ofensivas coordinadas. A) crear ingobernabilidad y un levantamiento civil en Sucre; b) fomentar paros y huelgas; c) Formar un Consejo Nacional Democrático, encabezado por el gobernador fascista Rubén Costas; d) la asunción del “derecho democrático de autogobierno” de las provincias de Santa Cruz, Tarija, Beni, Pando y Cochabamba.
7. De hecho, ya existen dos gobiernos y dos Estados en Bolivia
8. El Gobierno boliviano no tiene a su disposición una fuerza civil o militar capaz de resolver por la fuerza el conflicto de la dualidad de poderes.
9. Dado que el gobierno no tiene a su disposición el recurso de la violencia legítima a gran escala, le quedan sólo dos opciones: a) negociar en condiciones desfavorables las demandas de la oposición, o dejar la quimera de la Carta Magna y de la Asamblea Constituyente en el olvido y convocar a nuevas elecciones.
Como podemos apreciar claramente las sombrías “predicciones” del “teórico” del Socialismo del Siglo XXI, carecían de toda objetividad y más que predicciones parecían deseos de parte del escritor alemán.
Ninguna de ellas se cumplió y por el contrario, la fuerza social del proceso y del gobierno fueron tales que no precisó de la violencia legítima (Weber) para poner en su lugar a la oligarquía gamonal de Santa Cruz, propinarle palizas sociales y electorales, poner en vigencia plena la Nueva Constitución, ganar con el 67% el referéndum revocatorio y finalmente lograr una amplia reelección con el 64% en 2009.
Preguntamos. ¿Serán inocentes las “predicciones” del señor Dieterich?, ¿Qué papel juegan estos comedidos analistas en el ámbito latinoamericano, cerca de nuestros gobiernos populares y democráticos?
En cuanto a los recursos sociales que tiene el actual gobierno para aplicar la violencia legítima, se encuentran en la movilización de inmensas masas humanas que, sobre todo en la ciudad de La Paz, pueden ahogar cualquier aventura golpista. Si ocurren tales desatinos, los revolucionarios estamos dispuestos a vencer porque tenemos las experiencias de las derrotas y victorias anteriores de Julio-46 (victoria), Abril-52 (victoria), Noviembre-64 (derrota), Agosto-71 (derrota), Noviembre-79 (derrota) y Octubre-2003 (victoria).
¿Cuál será la actual “predicción” del académico alemán?
Jorge Echazu Alvarado.
PCmlm.

26 de enero de 2010

A propósito del acto en Tiwanaku

Escrito por Xavier Albó (*)
He aquí algunos puntos que me han llamado la atención esta segunda vez que he participado en Tiwanaku en el ritual de investidura de Evo como presidente, la víspera de su posesión más formal del viernes 22.
Me he sentido frustrado por segunda vez al no haber podido seguir de cerca el ritual en la pirámide Achakana, por estar ubicado en un lugar desde el que nada podía observar ni siquiera a través de las pantallas que esta vez se instalaron. Me he consolado viviendo así un poco más el hálito de misterio que siempre rodea lo sagrado.
Lo central en términos de cosmovisión parece abrirse a recibir las energías cósmicas mediante un intercambio de dones con la Pacha Mama y demás seres protectores. Todo empezó con una “limpia” o purificación y después ofrendas a las cuatro direcciones del espacio, expresadas en la chakana o cruz andina e incluso en el ch’uku o birrete ceremonial de cuatro puntas usado por Evo.
Pero Pacha Mama, en su sentido pleno, significa Madre y Señora tanto del Espacio como del Tiempo. Este segundo sentido se ha expresado en el hecho mismo de celebrar el rito en Tiwanaku, que nos conduce a las raíces temporales más profundas de los pueblos andinos.
El protagonismo compartido de Evo con la abuelita Nicolasa Choque, me ha resultado muy sugerente, no sólo por ese vínculo intergeneracional sino también por expresar el respeto a tanta sabiduría no letrada. Aprendamos a leer las arrugas de la anciana, como nos recomendaría David Choquehuanca.
¿En qué queda el Estado laico, con tanto ritual? Laico ni significa ateo ni anti-religioso, como nos querían hacer creer algunas propagandas electorales mal intencionadas. Quiere decir pluralismo y apertura a toda expresión religiosa, sin descartar tampoco la increencia total, algo muy bajo entre nosotros (2% tanto en 1992 como en 2001). En la primera gestión gubernamental recién concluida, después de tensiones, habladurías y a veces excesos, ya ha habido diversos eventos públicos ecuménicos; y viceversa, algunas autoridades han seguido participando también en eventos religiosos ahora no oficiales. En nuestra realidad poco sentido tiene la frialdad con que algunos estados laicos europeos tienden a eliminan cualquier signo religioso en sus instituciones. Lo central del estado laico, como contrapuesto al confesional, es la apertura a todos sin exclusión de nadie. Por cierto que cuando se estaba finalizando el acto en Tiwanaku apareció incluso, revestido con una majestuosa casulla roja, el P. Sebastián Obermaier para dar su saludo o bendición al Presidente, a título personal.
El evento de Tiwanaku, apoyado sin duda por fondos públicos, hay que interpretarlo no tanto como una expresión de la cosmovisión y espiritualidad del ciudadano y “guía espiritual” Evo Morales, la cual debiera ser “privada”, sino ante todo como parte del reconocimiento público a toda la población indígena originaria. Dado el enfoque holístico (o integral) de sus culturas, poco sentido habría tenido tener este tipo de celebración sin incorporar en ella algo tan central como su propia espiritualidad. Estoy seguro que así lo han entendido también los numerosos invitados indígenas de otros países, quienes explícitamente, llaman a Evo incluso “su presidente”.
En Tiwanaku toda la ceremonia ha sido pensada y realizada mayormente en clave andina. Aunque ha habido también gente de otras regiones, éstos han estado poco tenidos en cuenta en el diseño mismo de la celebración, más allá de un breve discurso en guaraní. En ese sentido el acto ha sido aún poco plurinacional.
Ojalá pueda lograrse un mejor equilibrio en el futuro. A muchos de nuestros pueblos originarios actuales de carne y hueso probablemente también les habría gustado alguna referencia a las prácticas cristianas que ya han hecho tan propias y combinan sin problema con las ancestrales sin que, a esas alturas, ello les haga necesariamente “colonizados”. ¿Recuerdan aquella histórica marcha de 1990 por el territorio y la dignidad desde el Beni? Para sorpresa de la CSUTCB y otros, quisieron acabarla con una misa en la catedral.
En un evento de tal magnitud y que debía ceñirse inevitablemente a restricciones de horario en imposible desarrollar demasiado la celebración. Pero tal vez se habría podido incluir un abrazo de reconciliación y enhorabuena entre los asistentes más cercanos, como se hace en muchas celebraciones tanto originarias como criollas.(*) Xavier Albó es antropólogo lingüista y jesuita.

Si Evo avisaba cambio de ministros, antes del 6 de diciembre, ganaba con más del 70%

Analistas resaltan equilibrio del nuevo Gabinete de Morales
“Si el presidente Evo Morales hubiera anunciado cambios en su gabinete antes del 6 de diciembre el resultado a su favor se habría incrementado en 70 por ciento”, dijeron analistas tras conocer el cambio de gabinete el pasado sábado 23 de enero.
A su juicio los tres principales cambios que efectuó el primer mandatario en el área política eran fundamentales para el giro que iba a tomar la votación de las elecciones del pasado año, ya que los ministros Quintana, Rada y San Miguel eran los más influyentes en el órgano ejecutivo, remarcaron.
“La clase media en el país aguardaba profundos cambios en esa estructura, sobre todo quienes jugaron un papel cuestionable en la estructura del aparato político de Evo Morales”, dijo el analista Gonzalo Chirveches.
La gran mayoría coincide que ese cambio posibilitara un acercamiento con sectores que en el pasado fueron cuestionados y ayudara a destrabar su nivel de relaciones con los movimientos sociales, tras incluso, el desencantamiento con la clase media por parte del gobierno, acotaron.
Resaltan equilibrio del nuevo Gabinete de Morales
Analistas políticos resaltaron la decisión "equilibrada" y "equitativa" del presidente Evo Morales para conformar su nuevo Gabinete de Ministros, aunque dejara de lado a los "hombre fuertes" del mismo, según dijeron.
"El Presidente tomó una decisión equilibrada en la designación de Ministros, se ve pluralidad: sociológica y territorial; es un gabinete con un perfil técnico y es interesante porque va a tener la oportunidad de trabajar políticas de desarrollo", dijo el analista Carlos Cordero.
También consideró que "nunca más" un Gabinete Presidencial podrá estar sin la presencia de la mujer, después que Morales posesionó con paridad de género a sus 20 nuevos ministros, el último sábado en Palacio de Gobierno.
Cordero resaltó que durante la juramentación de del gabinete, cuatro mujeres hicieran la señal de la cruz, "en un proceso político social en el cual la moda es levantar el puño izquierdo".
"Es un poco la expresión de la pluralidad no sólo social, sino ideológica, religiosa", sostuvo.
Por su parte, el politólogo Jorge Lazarte, consideró que entre las 14 nuevas autoridades de Estado "ninguno tiene la estatura de los que han salido", particularmente, en referencia a los ministros de la Presidencia, Gobierno y Defensa Nacional, Juan Ramón Quintana; Alfredo Rada; y Walker San Miguel, respectivamente.
"Han salido los hombres fuertes y más cercanos al Presidente, y es muy difícil que pueda gobernar sin un grupo de confianza y probablemente tendrá la necesidad de reconstituir este grupo de confianza", dijo.
Lazarte conceptuó a esas tres ex autoridades como los "hombres de combate" del primer período gubernamental de Morales (2006-2010), quienes a su juicio cumplieron su ciclo.
Ambos analistas coincidieron en que Morales inicia su segundo mandato en un clima de paz social. (ABI y otras agencias).

23 de enero de 2010

La democracia haitiana nació hace un ratito.

Eduardo Galeano

En su breve tiempo de vida, esta criatura hambrienta y enferma no ha recibido más que bofetadas. Estaba recién nacida, en los días de fiesta de 1991, cuando fue asesinada por el cuartelazo del general Raoul Cedras.

Tres años más tarde, resucitó. Después de haber puesto y sacado a tantos dictadores militares, Estados Unidos sacó y puso al presidente Jean-Bertrand Aristide, que había sido el primer gobernante electo por voto popular en toda la historia de Haití y que había tenido la loca ocurrencia de querer un país menos injusto.
El voto y el veto Para borrar las huellas de la participación estadounidense en la dictadura carnicera del general Cedras, los infantes de marina se llevaron 160 mil páginas de los archivos secretos. Aristide regresó encadenado. Le dieron permiso para recuperar el gobierno, pero le prohibieron el poder.

Su sucesor, René Préval, obtuvo casi el 90 por ciento de los votos, pero más poder que Préval tiene cualquier mandón de cuarta categoría del Fondo Monetario o del Banco Mundial, aunque el pueblo haitiano no lo haya elegido ni con un voto siquiera.

Más que el voto, puede el veto. Veto a las reformas: cada vez que Préval, o alguno de sus ministros, pide créditos internacionales para dar pan a los hambrientos, letras a los analfabetos o tierra a los campesinos, no recibe respuesta, o le contestan ordenándole: -Recite la lección. Y como el gobierno haitiano no termina de aprender que hay que desmantelar los pocos servicios públicos que quedan, últimos pobres amparos para uno de los pueblos más desamparados del mundo, los profesores dan por perdido el examen.

La coartada demográfica A fines del año pasado cuatro diputados alemanes visitaron Haití. No bien llegaron, la miseria del pueblo les golpeó los ojos.
Entonces el embajador de Alemania les explicó, en Port-au-Prince, cuál es el problema: -Este es un país superpoblado -dijo-. La mujer haitiana siempre quiere, y el hombre haitiano siempre puede. Y se rió. Los diputados callaron. Esa noche, uno de ellos, Winfried Wolf, consultó las cifras.
Y comprobó que Haití es, con El Salvador, el país más superpoblado de las Américas, pero está tan superpoblado como Alemania: tiene casi la misma cantidad de habitantes por quilómetro cuadrado. En sus días en Haití, el diputado Wolf no sólo fue golpeado por la miseria: también fue deslumbrado por la capacidad de belleza de los pintores populares. Y llegó a la conclusión de que Haití está superpoblado... de artistas. En realidad, la coartada demográfica es más o menos reciente.

Hasta hace algunos años, las potencias occidentales hablaban más claro. La tradición racista Estados Unidos invadió Haití en 1915 y gobernó el país hasta 1934. Se retiró cuando logró sus dos objetivos: cobrar las deudas del City Bank y derogar el artículo constitucional que prohibía vender plantaciones a los extranjeros. Entonces Robert Lansing, secretario de Estado, justificó la larga y feroz ocupación militar explicando que la raza negra es incapaz de gobernarse a sí misma, que tiene "una tendencia inherente a la vida salvaje y una incapacidad física de civilización". Uno de los responsables de la invasión, William Philips, había incubado tiempo antes la sagaz idea: "Este es un pueblo inferior, incapaz de conservar la civilización que habían dejado los franceses".
Haití había sido la perla de la corona, la colonia más rica de Francia: una gran plantación de azúcar, con mano de obra esclava.

En El espíritu de las leyes, Montesquieu lo había explicado sin pelos en la lengua: "El azúcar sería demasiado caro si no trabajaran los esclavos en su producción. Dichos esclavos son negros desde los pies hasta la cabeza y tienen la nariz tan aplastada que es casi imposible tenerles lástima.

Resulta impensable que Dios, que es un ser muy sabio, haya puesto un alma, y sobre todo un alma buena, en un cuerpo enteramente negro".
En cambio, Dios había puesto un látigo en la mano del mayoral.

Los esclavos no se distinguían por su voluntad de trabajo. Los negros eran esclavos por naturaleza y vagos también por naturaleza, y la naturaleza, cómplice del orden social, era obra de Dios: el esclavo debía servir al amo y el amo debía castigar al esclavo, que no mostraba el menor entusiasmo a la hora de cumplir con el designio divino. Karl von Linneo, contemporáneo de Montesquieu, había retratado al negro con precisión científica: "Vagabundo, perezoso, negligente, indolente y de costumbres disolutas".
Más generosamente, otro contemporáneo, David Hume, había comprobado que el negro "puede desarrollar ciertas habilidades humanas, como el loro que habla algunas palabras".

La humillación imperdonable En 1803 los negros de Haití propinaron tremenda paliza a las tropas de Napoleón Bonaparte, y Europa no perdonó jamás esta humillación infligida a la raza blanca. Haití fue el primer país libre de las Américas.
Estados Unidos había conquistado antes su independencia, pero tenía medio millón de esclavos trabajando en las plantaciones de algodón y de tabaco. Jefferson, que era dueño de esclavos, decía que todos los hombres son iguales, pero también decía que los negros han sido, son y serán inferiores.
La bandera de los libres se alzó sobre las ruinas. La tierra haitiana había sido devastada por el monocultivo del azúcar y arrasada por las calamidades de la guerra contra Francia, y una tercera parte de la población había caído en el combate. Entonces empezó el bloqueo.

La nación recién nacida fue condenada a la soledad. Nadie le compraba, nadie le vendía, nadie la reconocía. El delito de la dignidad Ni siquiera Simón Bolívar, que tan valiente supo ser, tuvo el coraje de firmar el reconocimiento diplomático del país negro. Bolívar había podido reiniciar su lucha por la independencia americana, cuando ya España lo había derrotado, gracias al apoyo de Haití. El gobierno haitiano le había entregado siete naves y muchas armas y soldados, con la única condición de que Bolívar liberara a los esclavos, una idea que al Libertador no se le había ocurrido.
Bolívar cumplió con este compromiso, pero después de su victoria, cuando ya gobernaba la Gran Colombia, dio la espalda al país que lo había salvado. Y cuando convocó a las naciones americanas a la reunión de Panamá, no invitó a Haití pero invitó a Inglaterra.

Estados Unidos reconoció a Haití recién sesenta años después del fin de la guerra de independencia, mientras Etienne Serres, un genio francés de la anatomía, descubría en París que los negros son primitivos porque tienen poca distancia entre el ombligo y el pene.

Para entonces, Haití ya estaba en manos de carniceras dictaduras militares, que destinaban los famélicos recursos del país al pago de la deuda francesa: Europa había impuesto a Haití la obligación de pagar a Francia una indemnización gigantesca, a modo de perdón por haber cometido el delito de la dignidad.
La historia del acoso contra Haití, que en nuestros días tiene dimensiones de tragedia, es también una historia del racismo en la civilización occidental.

¿Hay gobierno en los bosques de Bolivia?

(Por: Alicia Tejada Soruco)*1
Desde el año dos mil tres la institucionalidad forestal en Bolivia fue víctima de interinatos, experimentos descentralizadores y de la improvisación de “expertos” de la forestería social.
Desde entonces también los índices de desmonte se han incrementado en cien mil hectáreas por año y esta cifra no expresa ni lejanamente las pérdidas cuantiosas de vida, conocimientos y valores de cientos de culturas que viven en los bosques.
Si en el año dos mil nueve, se enterraron definitivamente los vestigios vergonzosos de la Super Intendencia Forestal para abrirle el paso a la pomposa Autoridad de fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras, ABT, hasta la fecha nada se ha hecho para demostrar la validez de tal autoridad.
De otro lado las prefecturas, con competencias en el tema que nos ocupa, y en plena defensa de las autonomías departamentales, tuvieron el cuidado de excluir de sus censuras sobre traiciones, a la ilegalidad en los bosques que se campeó en sus narices y de la mano de sus protegidos.
Se ha demostrado abundantemente que los problemas de destrucción de los bosques en Bolivia, no ocurren por la falta de mejores leyes o de mejores conceptos que incorporen los aspectos sociales: Adolecemos de males institucionales e institucionalizados que nadie aún se ha atrevido a erradicar.
La ABT va por el mismo camino; en materia administrativa, ignoró la necesidad de un gobierno de los bosques; un sistema institucional en el que se sustente y tenga validez la legislación forestal en Bolivia y más de medio centenar de leyes que contemplan derechos indígenas incluidos convenios y tratados internacionales.
Desde los años 60 los bosques fueron el botín de los poderes estatales y de las redes de corrupción locales que éstos fomentaron y la historia no ha cambiado mucho: Los nuevos “requisitos” para acceder al aprovechamiento forestal, so pretexto de la eficiencia, constituyen hoy la carretera, muy bien asfaltada, que transitan la informalidad, la ilegalidad y la insostenibilidad, del brazo con los poderes locales.
Lejos están los conceptos de mercados, impulsados y regulados por los gobiernos, que valoren, e incorporen en los precios, la reciprocidad, la complementariedad, el conocimiento del bosque, la cultura, los símbolos, las instituciones indígenas; los atributos que hacen a los pueblos que viven en los bosques comunitarios de tierras bajas.
Con la ABT, cuyas autoridades hemos heredado de interinatos y negociaciones partidarias y no de un proceso serio de institucionalización, se han reproducido viejos males como la incapacidad de asumir responsabilidades institucionales legales y responsabilidades administrativas estatales:
Nadie exige y nadie rinde cuentas por el patrimonio forestal que administran los servidores públicos quienes se mantienen en sus cargos otorgando indulgencias a mañosos seudo dirigentes campesinos e indígenas.
Gestión forestal Comunitaria se reduce hoy a un conteo de árboles maderables que media docena de individuos (Intocables y poderosos) venden a nombre de comunidades inexistentes o de las que nunca serán beneficiarias de sus negociados millonarios.
Los CEFO, mecanismo de control del Estado para el transporte de la madera desde el bosque comunitario de origen, se compran hoy en quioscos junto a una cerveza o un café.
Desde hace seis años las auditorias, audiencias, registros de contratos, autorizaciones a privados en TCO quedaron sin efecto; el Estado “reparte” los bosques, no los administra y las autorizaciones de aprovechamiento las obtiene cualquier ciudadano que acceda a las desprestigiadas “certificaciones” de “dirigentes” politiqueros que hoy se asumen como propietarios de bosques.
Los compradores de madera en comunidades deben aprenderse un manual de cumplimiento de requisitos y papeleos sin preocuparse por un plan de manejo sostenible ni por el respeto a un solo derecho de los pueblos indígenas, porque esto es lo último que evaluará la ABT.
Los PGMF perdieron su estatus de Declaración Jurada ante el Estado Boliviano y desde el año 2009, la ABT hasta realiza cobros ilegales a las comunidades para pagar a los dirigentes de organizaciones supra-comunales y así prevenir que “no se corrompan”.
Esta es la situación actual del manejo o forestería comunitaria en el país y no corresponde a la ausencia de leyes ni de normas sino al manejo institucional discrecional, abusivo y plagado de corruptelas y clientelismos de “servidores públicos” en complicidad con “dirigentes”.
¿Dónde queda entonces la verdadera Forestería Comunitaria y qué evalúa y controla el Estado sobre el aprovechamiento forestal en comunidades indígenas y campesinas? ¿A qué queda reducida la relación jurídica entre Estado y usuarios del bosque cuando el límite se ha diluido hasta perderse la distinción entre uno y otro? ¿De qué control social se habla si no existen mecanismos administrativos y formales para el ejercicio del mismo?
Si acaso el manto sagrado de la madre tierra alcanza a los bosques de las grandes regiones del Oriente y de la amazonia, esperemos que el Presidente de los Bolivian@s, a quien felicito por su apabullante re-elección, institucionalice el gobierno de los bosques tanto a niveles estatales como en las organizaciones indígenas y campesinas, con responsabilidad legal sobre el patrimonio que los bolivian@s y la humanidad entera hemos depositado en sus manos.ATS-Guarayos-2010

19 de enero de 2010

Haití: Estrategia del caos para una invasión

- - Servicio Informativo "Alai-amlatina" - - -

José Luis Vivas
ALAI AMLATINA, 18/01/2010.-
El terremoto que arrasó Puerto Príncipe el 12 de enero pasado ofrece una pretexto inmejorable para justificar la enésima invasión y ocupación militar del Haití, ya ocupado desde 2004, pero ahora directamente por los principales promotores de esa ocupación, sin intermediarios. Motivos, políticos y estratégicos, no faltan. De paso, serviría para escarmentar al principal intermediario de la actual ocupación, Brasil, que a pesar de los buenos servicios prestados en Haití no se ha portado de la misma forma en relación al reciente golpe de Estado en Honduras.
Lo que hemos observado hasta el momento parece corroborar la tesis de que se está preparando una nueva ocupación militar, no humanitaria. Varios elementos lo indican como: fricciones con los actuales ocupantes, la Misión de Paz (MINUSTAH) de la ONU, especialmente con Brasil, que tiene el mando militar; entorpecimiento de la ayuda humanitaria y fomento de una situación de caos; y una campaña mediática consistente en la creación de una imagen de caos y violencia, que justificaría una ocupación ante la opinión pública. Como veremos abajo, todos esos componentes parecen estar presentes.
Hay motivos para sospechar que se está permitiendo deliberadamente el deterioro de la situación humanitaria en Haití. Por ejemplo la reconocida descoordinación en las tareas de rescate, ampliamente difundida por los medios. En teoría, correspondería a la ONU dirigir tales tareas, pero al parecer ésta ha sido desautorizada por los Estados Unidos, que ocupó desde primera hora uno de los puntos claves para la coordinación de las tareas de rescate, el aeropuerto. Sin el liderazgo de la ONU, y con un Estado haitiano “fallido” o, en lenguaje menos Orwelliano, quebrado de forma premeditada, no queda nadie que pueda dirigir las tareas de rescate eficientemente. Ciertamente tampoco las ONGs, que han venido recibiendo fondos internacionales para ejercer muchas de las funciones que deberían corresponder al gobierno haitiano. A las ONGs no se les puede exigir las mismas responsabilidades que a un gobierno, un hecho tal vez muy conveniente en estos momentos.
Otro elemento es la escasa prisa en el envío de ayudas por parte de EEUU, en contraste con la rapidez demostrada en a movilización militar. Incluso la distante China parece haberse adelantado a los Estados Unidos en el envío de auxilio. Así, el teniente general retirado del ejército estadounidense, Russell Honoré, que participó en las tareas de rescate tras el huracán Katrina en 2005, declaraba acerca de la situación de Haití tras el terremoto: “pienso que eso ya hemos aprendido durante el Katrina, llevemos agua y alimentos y comencemos a evacuar a la gente… Pienso que deberíamos haber comenzado con más premura” Por ejemplo, mientras las fuerzas armadas de EEUU parecen haber sido movilizadas con bastante rapidez, un buque hospital de la marina se está preparando con más parsimonia: “es un buque lento, algo viejo, tardará una semana en llegar una vez que lo hayamos puesto a punto”, aclara un portavoz del Pentágono. Quizá no puedan hacer nada mejor con el viejo buque, pero deberían existir otros medios para acelerar las ayudas. Por ejemplo, se podría seguir la sugerencia algo herética de Lawrence Korb, ex secretario asistente de Defensa de EEUU, de aprovechar los conocimientos de los cubanos en las tareas de rescate: “debemos pararnos y pensar que nuestro vecino Cuba cuenta con algunos de los mejores médicos del mundo… Deberíamos tratar de trasladarlos allí en en nuestros vuelos “.
Todo eso nos deja la impresión que, en el mejor de los casos, las tareas de rescate no son una prioridad para el gobierno de EEUU, al contrario de las puramente militares, como el envío de “3500 soldados de la 82 División Aerotransportada de Fort Bragg”, cuya misión “no está clara”, según el Christian Science Monitor. Pero quizá quede más clara con esta explicación del portavoz del Departamento de Estado de EEUU Philip Crowley: “Nosotros no estamos adueñándonos de Haití. Estamos ayudando a estabilizar el país. Estamos ayudando en el suministro de material y socorro para salvar vidas, y vamos a permanecer allí a largo plazo para ayudar a reconstruir Haití.” Y también las palabras posteriores de la secretaria de Estado Hillary Clinton, asegurando que las fuerzas norteamericanas se quedarían en Haití “hoy, mañana, y previsiblemente en el futuro”.
Las fricciones diplomáticas con otros países, especialmente Brasil, que está al mando de las tropas de la ONU en Haití, no tardaron en manifestarse, lo que parece indicar también que la “misión” norteamericana en Haití va mucho más allá de lo puramente humanitario. Hasta hoy Brasil había cumplido diligentemente con el papel que le fue designado en Haití. Sus tropas se dedicaban a controlar y, en ocasiones, aterrorizar a la población haitiana, especialmente a los más pobres, de una forma que ya habían perfeccionado en las favelas de Brasil. Como informa en una entrevista el periodista Kim Ives, de Haiti Liberté, la presunta misión de la paz de la ONU en Haití, liderada por brasileños, “es extremadamente mal vista [por la población haitiana]. La gente está harta y cansada de que se estén gastando millones en ella, de observar como los muchachos se la pasan dando vueltas por todas partes dentro de tanques gigantescos y apuntándoles con los fusiles. Y es que, como sabes, esta es una fuerza cuya misión es la de someter al país”.
Cabe esperar que los EEUU entrarían en conflicto con Brasil si la intención del primero es la de asumir un papel militar en Haití. El conflicto no tardó en producirse. En palabras del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el 14 de enero, “sería absolutamente deseable que todas esas fuerzas estuvieran coordinadas por el comandante de la MINUSTAH allí” (3). Pero los EEUU no aceptaron esta propuesta. Funcionarios del gobierno de EEUU han indicado que sus fuerzas “coordinarán” sus acciones con la dirección de la MINUSTAH, y nada más: “Vamos a actuar bajo comando de los EEUU en apoyo a una misión de la ONU en nombre del gobierno y del pueblo haitiano”, declara Crowley .
Como esa “coordinación” está funcionando se puede deducir de la reacción del ministro de defensa de Brasil, Nelson Jobim, criticando el control “unilateral” de EEUU sobre el aeropuerto de Puerto Príncipe, que según él se tomó sin que otros países fueran consultados, y que estaría entorpeciendo el aterrizaje de aviones de la FAB (Fuerza Aérea Brasileña) cargados de personal y mantenimientos. Como indica el diario brasileño Folha de São Paulo, esa situación “ha causado un pequeño problema diplomático entre Brasil y EEUU. Además de entorpecer el aterrizaje de los aviones de la FAB, los brasileños se quejan de que el control norteamericano habría impedido el acceso de la MINUSTAH (Misión de paz de la ONU en el Haití, liderada por brasileños) al local [el aeropuerto]”
A pesar de declaraciones posteriores de Hillary Clinton a Jobim, asegurando que “las fuerzas norteamericanas van a cumplir funciones esencialmente humanitarias, sin interferir en la seguridad pública del país”, el hecho es que tales funciones “humanitarias” estarán comandados “no por agencias civiles del gobierno… sino por el Pentágono” , a través de SOUTHCOM (Comando Sur de los Estados Unidos), cuya misión es la de “conducir operaciones militares y promocionar la cooperación en seguridad para lograr los objetivos estratégicos de los Estados Unidos”, como señala Michel Chossudovsky, del Global Research,.
Otro elemento importante es la aparente instrumentalización de un supuesto estado de caos en Haití, al que también podría contribuir la quizás premeditada descoordinación en la distribución de la ayuda humanitaria. El objetivo aquí sería el de crear una imagen de caos y violencia que justifique la invasión ante la opinión pública, y para eso hay que contar con la colaboración estrecha de los grandes medios de información. Al menos los medios más afines al gobierno norteamericano parecen no haber perdido tiempo en este sentido. Desde el primer momento han tratado de dramatizar la situación, por ejemplo a través de la difusión de rumores de ráfagas de supuestos tiroteos, que nadie más en Puerto Príncipe parece haber oído, o de la formación de nuevas bandas criminales. Así, ya un par de días después del terremoto podíamos leer, en un artículo intitulado “¿Tomarán las bandas criminales el control del caos haitiano?”, las siguientes ominosas palabras: “cuando la oscuridad cubrió la ciudad de Puerto Príncipe, asolada por el terremoto, moradores informaron que habían oído tiros. Eso difícilmente constituía una sorpresa: en Haití, durante las emergencias – naturales o políticas – tiros pueden ser tan omnipresentes por la noche como el ladrido de los perros, con bandas armadas adueñándose de las calles”. El hecho de que nadie parece haber oído esos tiros ni visto tales pandillas adueñándose de las calles, puede indicar que la intención aquí es la de crear una falsa imagen de caos que haga más aceptable para la opinión pública una eventual invasión y ocupación del país.
La mayor parte de los medios machacan ahora con imágenes de caos y violencia. Pero hay excepciones. Así, como explica el coordinador del Canadian Haiti Action Network, Roger Annis, refiriéndose a un reportaje de la BBC que no muestra nada de esa supuesta violencia, este “contrasta fuertemente con las advertencias de saqueo y violencia que llena las ondas de canales de noticias tales como la CNN”, y que “están siendo reproducidas por el secretario de Defensa de EEUU Robert Gates”. Indagado por los medios acerca del motivo por el cual no se estaban lanzando provisiones desde el aire, Gates contesta que “me parece que lanzamientos desde el aire simplemente van a provocar disturbios”, que por lo visto Gates considera peor que la falta de provisiones.
Lo más macabro de todo esto es que las ayudas podrían no estar llegando a los damnificados debido a una intención deliberada de provocar ese mismo estado de caos y violencia que parece no existir hasta el momento. Según Roger Annis “está creciendo la evidencia acerca de una negligencia monstruosa hacia el pueblo haitiano tras el catastrófico terremoto de 3 días atrás. A medida que provisiones médicas vitales, alimentos, substancias químicas para purificación del agua y vehículos se están amontonando en el aeropuerto de Puerto Príncipe, y que los medios están informando de un esfuerzo internacional masivo para suministrar ayuda de emergencia, los moradores de la ciudad destrozada se preguntan cuándo podrán ver algún tipo de ayuda”.
El reportero de la BBC Andy Gallaguer declara también que anduvo por todas las partes de la capital durante el viernes, 15 de enero, y que “no observó nada más que cortesía de parte de los haitianos que encontró. En todas partes fue llevado por los moradores a ver lo que había sucedido en sus vecindarios, sus casas y sus vidas. Y entonces preguntaban: ¿dónde están las ayudas?” A la declaración del secretario de defensa norteamericano que motivos de “seguridad” estarían impidiendo la distribución de ayuda, Gallaguer contesta que “yo no estoy viendo nada de eso”. Sobre la situación en el aeropuerto, informa que “hay una gran cantidad de material en el suelo y mucha gente allí. Yo no sé qué problemas hay con la entrega”. Igualmente, según palabras de un observador local, “los agentes de los medios están buscando historias de haitianos desesperados que estén actuando de forma histérica. Cuando en realidad lo más común es verlos actuar de forma sosegada, mientras que la comunidad internacional, la élite y los políticos están desquiciados con ese tema, y ninguno parece tener la mínima idea de lo que está pasando” No solamente no hay planes de transportar a médicos cubanos a la isla, sino que la ocupación del aeropuerto se dio inmediatamente después de la llegada de 30 médicos cubanos para reunirse con los cerca de 300 que ya estaban en la isla desde hace más de un año. Y muchos sospechan que algo podría tener que ver con la ocupación del aeropuerto. Trinidad & Tobago Express, por ejemplo, informa que “una misión de ayuda emergencia de la Comunidad Caribeña [Caricom] a Haití, incluyendo a jefes de gobierno y funcionarios técnicos de relieve, no pudo obtener permiso este viernes para aterrizar en el aeropuerto de ese país devastado, ahora bajo control de los Estados Unidos.” Además, “indagado acerca de si las dificultades encontradas por la misión de Caricom podrían estar relacionadas con informes de que las autoridades norteamericanas no estarían ansiosas en facilitar el aterrizaje de naves procedentes de Cuba y Venezuela, el primer ministro Golding [de Jamaica] contestó que ‘solamente espero que no haya ninguna verdad en ese tipo de pensamiento inmaduro, a luz de la espantosa extensión de la tragedia de Haití’…”.
El siguiente testimonio del director del Ciné Institute de Jacmel, David Belle, también contradice radicalmente la imagen de caos y violencia difundida por los medios. “Me han contado que muchos medios informativos norteamericanos pintan Haití como un polvorín a punto de explotar. Me han dicho que los reportajes principales de los grandes medios solo hablan de violencia y caos. Nada hay más lejos de la realidad… Ni una sola vez he sido testigo de un solo acto de agresión o violencia. Al contrario, hemos visto a vecinos ayudando a vecinos y amigos ayudando a amigos y extraños. Hemos visto a vecinos excavando en los escombros con las manos desnudas para encontrar a supervivientes. Hemos visto a curanderos tradicionales tratando a los heridos; hemos visto ceremonias solemnes ante entierros colectivos, y a moradores esperando pacientemente, bajo un sol abrasador, con nada más que unas pocas pertenencias que les quedaron. Una ciudad mutilada de dos millones de seres esperando ayuda, medicina, alimento y agua. La mayoría no ha recibido nada. Haití puede enorgullecerse de sus sobrevivientes. Su dignidad y decencia frente a esta tragedia son en sí mismas asombrosas”.
Todos esos elementos justifican la sospecha de que está en marcha una macabra estrategia del caos para justificar una invasión y ocupación que por lo visto nada tendrá de humanitaria.
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17 de enero de 2010

Época de siembra y Cumbres

* Oscar Bazoberry Chali
El mundo se ve distinto desde Charagua. Recibí al año 2010 en esta localidad del Chaco Boliviano, que acaba de ganar por referéndum su reconocimiento como municipio indígena, aunque realmente es intercultural, debido a una presencia importante de población guaraní, criolla, mestiza, menonita, quechua y aymara. Gran parte de sus habitantes se dedica a actividades agropecuarias como principal fuente de ingresos.
Como en otras partes del mundo, aquí también los cambios climáticos están produciendo desconciertos. Las lluvias se retrasaron en la región, característicamente seca, y con retraso empezó también, ya en enero del 2010, la intensa actividad de preparación de tierras para la siembra de maíz, sésamo, fréjol, soya y sorgo, principales cultivos anuales. Si hubiera lluvias regulares en enero, febrero y marzo, la cosecha puede ser abundante.
Aquí en Charagua, como cada año en esta época, las conversaciones giran en torno a la variedad y calidad de las semillas, a la disponibilidad de mano de obra y maquinaria para la preparación de los suelos, a los pronósticos del tiempo, y se especula sobre los mercados y los precios de los productos. Y en la práctica se realizan transacciones de todo tipo y bajo diversas modalidades, desde la compra y venta directa de semillas y adquisición de créditos, hasta la firma de contratos anticipados por el producto. En todo ello participan comunidades, productores, jornaleros, empleados de empresas y entidades privadas, ONG y funcionarios de gobierno, sabiendo inconcientemente que el éxito de cada unidad productiva depende de que un conjunto de factores ocurra en un orden preciso y oportuno.
Mientras en éste y millones de otros pequeños municipios de Sudamérica los agricultores toman sus decisiones y echan a la suerte la semilla, cifrando sus esperanzas en las lluvias, cosecha e interés de los consumidores y de los mercados, parecería que existe una gran distancia entre estas realidades locales y los niveles de agregación como son los países, las regiones y el propio mundo.
De hecho, comenzamos el año 2010 con los ecos de la Reunión de Ministros sobre Agricultura y Vida Rural en las Américas (octubre 2009), Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria (Roma, noviembre 2009), Conferencia sobre Cambio Climático de la (Copenhague, diciembre 2009), y otras de menos cobertura en el número de países representados. Participaron, presidentas y presidentes en unos casos, delegados de gobierno en otros; también representantes de organismos multilaterales, ONG, organizaciones campesinas e indígenas, gremios, algunos invitados especiales, académicos y activistas.
Como en otros eventos similares, la fase de diagnóstico no presenta grandes diferencias: el hambre sigue siendo una realidad cotidiana y una amenaza para millones de personas. En cambio, existen mayores diferencias al momento de identificar las causas, para mencionar algunas: una inadecuada distribución de recursos productivos, un sistema comercial mundial que invisibiliza la pobreza, un inadecuado desempeño de los organismos multilaterales y de las políticas públicas.
Quedan dudas razonables sobre los compromisos y las acciones futuras. ¿Qué de lo dicho y hecho podría hacernos suponer, desde los niveles nacionales y locales, que cambiará la orientación de las políticas alimentarias en el mundo al mismo tiempo que la situación de los agricultores más empobrecidos?, ¿cómo se modificará la preeminencia de la deforestación? ante la necesidad de conservación de recursos naturales y en muchos casos el habitad de no solo especias animales y vegetales, sino también de culturas. ¿Qué nos puede llevar a suponer que se homogeneizarán los estándares en el uso de productos químicos y tecnologías a nivel mundial?, ¿dejarán de existir los consumidores de primera y de segunda?, ¿los pobres dejarán de orientarse a los productos exóticos como vía de incorporación en el mercado?
En una proyección de metas para un proyecto entre los pueblos indígenas del Beni, uno de los nueve departamentos de Bolivia, una señora insistió en que ser rico "es disponer de alimento para todo el año, poder compartir y recibir visitas". En esa medida, ¿Qué puede hacernos pensar que la diplomacia mundial nos está caminando a construir una sociedad de ricos? ¿Dónde se encuentran los puntos neurálgicos para retomar la confianza y el entusiasmo con los resultados de los eventos regionales y mundiales?
Veamos algunas pistas que podrían hacer la diferencia: a) Enfrentar el hambre generando condiciones de desarrollo de los pueblos. Significa no solo discutir la provisión de alimentos, sino el origen de estos, los sistemas productivos, la población involucrada, su costo ambiental, social y cultural.
b) Introducir principios de equidad y solidaridad en la gestión global de la alimentación. Significa que al ubicar la alimentación como un problema mundial, global, su respuesta debe incorporar criterios de equidad y solidaridad y no de subordinación. La alimentación, la producción y comercialización, no puede ser utilizada como fuente de dominio político y de sostenimiento de relaciones asimétricas entre países.
c) Una adecuada distribución de tareas. El concepto de gobernanza que se ha incorporado en la descripción del contexto multilateral, para adquirir un grado de coherencia en su uso debe incluir principios democráticos en la toma de decisiones así como introducir mecanismos claros de evaluación y rendición de cuentas, tanto para los organismos dependientes de Naciones Unidas como para las estructuras de cada Estado y gobierno.
Interesa llamar la atención sobre el hecho de que entre el nivel local, la comunidad, el municipio, el país, y el nivel global, existe una amplia institucionalidad de organismos multilaterales que podrían jugar un rol protagónico al establecer acciones que reviertan la inseguridad alimentaria de la población a tiempo de responder a criterios de sostenibilidad y condiciones de desarrollo y dignidad de la población.
En el nivel intermedio, Sudamérica es un claro ejemplo de lo que ocurre en el mundo, a pesar de tener recursos productivos suficientes y diversos, de ser uno de los principales exportadores de alimentos e insumos alimenticios a nivel mundial, el hambre persiste. Por esta razón, un una región con abundantes recursos, la simple ampliación del sistema económico y productivo vigente no es suficiente para afrontar las consecuencias que el mismo ha venido generando.
Los gobiernos de Sudamérica pueden tomar iniciativas conjuntas, ordenadas y sistemáticas, de manera que se complementen con los otros bloques del mundo con una posición sólida que permita garantizar la protección de los recursos naturales en base a sistemas productivos preferentemente establecidos por el sector de la pequeña producción.
Un buen comienzo sería avanzar en las reformas institucionales, de las que tanto se ha hablado en los diversos eventos internacionales. Sudamérica, a través de sus gobiernos, tiene la posibilidad de ser un ejemplo en acercar las instancias políticas con las estructuras técnicas transnacionalizadas, principalmente la FAO y el IICA, de manera que se fomente una compatibilización de acciones en base a un adecuada comprensión de las decisiones y voluntades políticas de los Estados y de su población. La preeminencia de los Estados (democráticos) sobre los organismos multilaterales debe trascender los eventos formales y traducirse también en una constante en las relaciones cotidianas. Sólo así, la contribución y responsabilidad de unos y otros será posible de valorar y juzgar.
Al mismo tiempo es necesario posicionar una actitud crítica sobre la orientación y la acción de los activistas y los movimientos sociales, que hasta ahora ni con piedras ni con discursos parece hayan tenido la capacidad de modificación las políticas de los países con más influencia en el mundo. Sin dejar de lado la activa presencia en los eventos internacionales, sería necesario ser más efectivos en interpelar a cada uno de los gobiernos en asumir con responsabilidad y pertinencia su participación en el ordenamiento global.
En todo caso, mientras yo escribo y ustedes leen, el tiempo sigue su curso. Así, este inicio del año 2010, con lluvias en el sur y nieve en el norte de nuestro planeta, millones de agricultores persisten esperanzadamente en sus siembras, y autoridades de nuestros gobiernos, funcionarios y activistas alistan maletas para el siguiente evento. Habrá que construir un puente entre estas dos rutinas para evaluar oportunamente el impacto que pudieran tener los unos sobre los otros.

* Sociólogo con maestría en Investigación en Ciencias Sociales para el Desarrollo. Es Coordinador General del Instituto Para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS). Coordinador de la Maestría de Desarrollo Rural Sostenible CIDES-UMSA y Director Ejecutivo (Ad honorem) de la Fundación Xavier Albó.

La colonialidad se disfraza de demócrata

Max Murillo Mendoza

Las contundentes derrotas electorales, es decir en el propio terreno colonial, están empujando, a las mentalidades coloniales: clases altas (extranjeras) y medias (parias sociales sin nación, patria e identidad), a cambiar de colores en sus comportamientos políticos y sociales. Sus medios de comunicación empiezan a aceptar que empieza otro proceso; pero su dolor es inmenso: los insultos y el complejo de “superioridad” les brota de la piel en sus comentarios cotidianos, en contra de lo indígena y campesino. Varios otros deciden aliarse al ganador, pues perder sus privilegios y negocios no es tan práctico: cambiar de camiseta no duele tanto, la vergüenza pasa. La idea es “optar por la democracia y el reino de las libertades”. La democracia de las oligarquías extranjerizantes ya pasó, ahora reina la democracia popular, por así decirlo, pero al fin es también democracia.
Las camaleónicas clases altas se transforman en bichos democráticos. Pero no su mentalidad, no su comportamiento y accionar cotidiano. Tienen que ceder sus privilegios venidos de designios colonialistas. Aunque no se han rendido todavía, los discursos y escritos de curas católicos, sobre todo jesuitas, entran en pánico viendo fantasmas por todos los lados: indigenismos, masismos, comunismos, etc. Otros hablan, también en pánico, de que “pronto regresará el voto calificado y consciente “, refiriéndose a que el pueblo se ha equivocado. Con todo, hay que subrayar que estos grupos empiezan a acomodarse a los acontecimientos. Su mentalidad no cambiará todavía en diez años más, pues debemos reconocer que esta mentalidad es muy fuerte, que tiene todos los medios a su disposición: medios de comunicación, escuelas, colegios, universidades, iglesia e incluso estado. Medios por donde se transmite el odio a Bolivia, el odio a campesinos e indígenas. Odio que llevan en la sangre y los pensamientos: sean izquierdistas, derechistas, comunistas o liberales, son lo mismo. Tienen la bendición del cristianismo.
El próximo gobierno tiene, debe ir al encuentro, al rescate de lo mejor que se pueda rescatar de estos grupos amantes y endiosantes de la cultura occidental. Hacerles entender de su fracaso estrepitoso en un país como Bolivia. No lograron industrializar, ni vertebrar los caminos y las comunicaciones, ni mínimamente contagiar los valores liberales de competencia y transparencia en la economía, además de estructurar sistemas educativos altamente competitivos. Bolivia sigue siendo el país que es desde hace 500 años: exportador de materias primas; pero con la tragedia de que los gobiernos republicanos empobrecieron sistemáticamente este espacio, expandiendo sus negocios ilícitos (hacienda, latifundio, minería) sobre la base esclavista de explotación, destruyendo comunidades y destruyendo la naturaleza misma de la sobrevivencia: medio ambiente. Por lo que se debe tender puentes de entendimiento y comunicación civilizatoria, para iniciar un diálogo con sus representantes que quieran quedarse en Bolivia y trabajar por ella.
Y claro está, será un proceso lento, ojala seguro, el recambio generacional. Si las intenciones son sinceras y claras de parte del próximo gobierno, los niños y jóvenes de este proceso serán los cimientos más importantes para las transformaciones mentales, actitudinales, de visiones, ideológicas, políticas y culturales, para las nuevas estructuras institucionales de las sociedades y nacionalidades de Bolivia. Son la esperanza más importante. Este espacio debe ser compartido, sin ciudadanos de tercera y primera, donde el estado por fin atienda al menos las necesidades básicas de la inmensa población, rural y citadina, que hoy están al margen de las mínimas satisfacciones humanas: alimentarias, educativas y de salud. Las complejidades de los desafíos nos requieren a todos, y el tiempo siempre es corto cuando se trata de transformaciones colosales, como las mentales y de costumbres.
Cochabamba, 14 de Enero de 2010.

HAITI: la continuada catástrofe de un pueblo.

Por Carlos Iaquinandi Castro, redacción de SERPAL.

Faltaban pocos minutos para las cinco de la tarde cuando el suelo en Puerto Príncipe, capital haitiana, comenzó a sacudirse como una gigantesca alfombra. Edificios y endebles y precarias viviendas cayeron en medio de gritos y expresiones de angustia. Rápidamente se instaló el horror, el miedo, el desconcierto entre la población. El territorio más empobrecido y abandonado de América Latina, se convirtió en un gemido colectivo. Una parte importante de sus casi diez millones de habitantes perdió sus pocas pertenencias. Al momento de redactar esta crónica, no se sabe cuantos miles de personas han muerto bajo los escombros o como consecuencia de diversas heridas. Todos los gobiernos, en especial los de los países desarrollados anuncian el envío de sus ayudas. Pero 24 horas después de la tragedia, los periodistas que intentaban cruzar la frontera de la isla desde la República Dominicana, relataban que los puestos permanecían cerrados y afirmaban que la capital, situada a solo 15 kms del epicentro del terremoto y sus réplicas permanecía aislada. La carencia de infraestructuras básicas dificultará y en algunos casos hará imposible que la ayuda más elemental llegue a quienes lo necesitan.

El terremoto registró una magnitud preliminar de 7 en la escala Ritcher de 1-10 y según los primeros datos de los científicos parece haberse producido sobre una falla geológica en la que una de dos superficies adyacentes verticales se desplazó horizontalmente sobre la otra. Centros de estudios geológicos y sísmicos de los Estados Unidos indican que es el terremoto más fuerte que ocurre en Haití desde el año 1770.

Prólogo al nuevo desastre

Nuestros hermanos haitianos viven una de las tragedias más graves de su dolorosa historia, iniciada con el coloniaje y la explotación impuesta por dos imperios, España primero, Francia después. Esta última no perdonó la heroica independencia de la primera república negra en 1804 y aplicó luego leoninas indemnizaciones que Haití debió pagar durante casi medio siglo. Los enfrentamientos entre los ex esclavos que residían en las zonas rurales y la elite mulata de las zonas urbanas derivaron en una inestabilidad permanente. A los motines y golpes palaciegos, le sucedieron dos ocupaciones militares norteamericanas para defender los intereses de sus propias empresas y apoderarse del control aduanero. Después vino la terrible dictadura de Francois Duvalier, con el terror cotidiano de su propia milicia, los "tonton macoutes", sucedido por su hijo que prolongó el despotismo familiar (1957-1986). En tiempos más recientes, la frustrada esperanza en Aristide, el cura adscripto a la teología de la liberación que lideró un proceso de cambio democrático, pero que terminó acusado de corrupción y autoritarismo como sus antecesores. Los sucesos que precedieron a su abandono del cargo y del país, dieron lugar a una intervención de fuerzas de las Naciones Unidas como "misión de Paz", y el compromiso de asistencia de ayuda internacional. Transcurridos varios años, los buenos propósitos han demostrado ser insuficientes. La estructura estatal se mantiene bajo mínimos gracias a las aportaciones del exterior. La corrupción corroe los mecanismos de ayuda, mientras una elite privilegiada y absolutamente minoritaria controla económicamente el país. El 4 % de su población controla el 64% de su riqueza.

Organismos y comisiones internacionales se reúnen periódicamente, pero los resultados no se corresponden con tanta deliberación ni espacio mediático. La propia fuerza militar de la ONU ha sido reiteradamente acusada de diversos delitos, incluyendo desvío de dinero en beneficio propio, represión indiscriminada o violaciones de mujeres y niños. Tras la llegada de los "auxilios" de la fuerza internacional, el desempleo y la miseria siguen aumentando, al igual que la deuda externa del país. Los escasos y últimos servicios públicos se han privatizado y restringido a quienes económicamente pueden acceder a ellos. Empresas extranjeras, en especial canadienses, norteamericanas, francesas o brasileñas, explotan los recursos naturales. Decenios de políticas neoliberales destruyeron la capacidad productiva nacional. En 1970 Haití producía prácticamente el 90% de su demanda alimentaria, y actualmente, importa casi el 55 %. En las últimas décadas, se estima que más de dos millones de haitianos se radicaron en el exterior, huyendo de la miseria y de la falta de futuro. El número total es impreciso, pero solamente en Estados Unidos se calcula que viven allí un millón y medio de haitianos. Otro número importante vive y hace los trabajos más duros en la Rep. Dominicana. El envío de remesas de dinero a su país ( unos 700 millones de dólares ) es la principal entrada de divisas y es la vía de subsistencia de millares de familias.

El periodista español Vicente Romero, que ha estado en Haití en varias oportunidades en los últimos años, recordaba hoy que en cada viaje ha encontrado una situación peor que la anterior. Se preguntaba que será de los miles de pobladores de Cité Soleil y otros barrios misérrimos que han perdido lo poco que tenían. Evocaba zonas devastadas por los 2 huracanes y 2 tormentas tropicales que azotaron el país en el 2008. Ya en aquel entonces, las ayudas se demoraron y los pobladores vagaban por las calles desconcertados, sin rumbo. Afirma Romero que la mejor descripción de la situación de la gente entonces, fueron las palabras del camarógrafo de Televisión Española que le acompañaba quien tras tomar las últimas imágenes expresó: " ya puedo decir a mis hijas como es el infierno y donde está". El periodista redondeó estos apuntes indicando que es imposible que podamos imaginar la dimensión de la situación actual, tras la enorme catástrofe, por más que veamos imágenes o escuchemos relatos.

Haití tiene algo menos de diez millones de habitantes. De ellos, más de la mitad vive con menos de un dólar diario. Casi un 80 por ciento de su población vive bajo el nivel de pobreza. El país carece prácticamente de infraestructuras. Solo 2 de cada 10 habitantes tiene alguna forma de trabajo remunerado. La renta anual per cápita es de 450 dólares (Banco Mundial, 2005). La superficie forestada es de solo un 2%. Más del 80 por ciento de la población está desocupada o con tareas ocasionales. Los pocos trabajos relativamente estables son los puestos del aparato estatal y los de las explotaciones cafetaleras, de mango y otros cultivos. Salvo edificios oficiales, religiosos y los de algunos grandes empresas o comercios, las construcciones son precarias y la mayoría de las viviendas son de chapas, maderas o cartones. Hace poco más de un año una escuela se derrumbó sin terremoto alguno provocando casi un centenar de muertos, la mayoría de ellos niños. Imaginemos el efecto del sismo y sus réplicas. Cuando la Naturaleza golpea a la pobreza, los daños y el dolor se multiplican.

Tres millones de afectados

Los primeros relatos testimoniales indican que cientos de miles de personas han pasado la noche a la intemperie en el área de la capital; porque sus casas se derrumbaron total o parcialmente, o porque temen nuevas sacudidas. Muchos de ellos sufren un shock que prácticamente los mantiene ausentes de la realidad. Otros intentan organizar el rescate de miles de personas que tienen heridas abiertas o fracturas o se encuentran atrapados por escombros. La capacidad asistencial normalmente muy reducida, está totalmente sobrepasada. Responsables gubernamentales han pedido que un barco hospital de gran capacidad atraque en Puerto Príncipe. El coordinador de Médicos Sin Frontera en la capital haitiana Hans van Dillen indica que hay millares de personas heridas en las calles con traumatismos, quemaduras o heridas diversas que no pueden recibir asistencia. Afirmó que dos de los tres hospitales existentes han resultado muy afectados por el terremoto, y añadió que las instalaciones de esta ONG son de las pocas que se encuentran operativas. Es urgente disponer de albergues provisionales, garantizar el suministro de agua potable y tomar medidas urgentes para prevenir la propagación de enfermedades e infecciones. El Comité Internacional de la Cruz Roja estima que los efectos del terremoto afectan de diversas formas a unos tres millones de personas.

El Palacio Presidencial, una de las construcciones más notables de la capital se derrumbó parcialmente; también quedaron destruídos por el sismo la Catedral y la sede de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas. Entre las víctimas reconocidas, los partes oficiales mencionan al jefe de la misión de la ONU, el tunecino Hedi Annabi y el arzobispo de la capital, Sergi Miot. Por su parte, Brasil confirmó la muerte de la misionera Zilda Arns, de 75 años. Médica pediatra de profesión, participaba de un encuentro en el que se discutirían métodos para combatir la desnutrición infantil. Arns, fundadora de la Pastoral de niños en Brasil, era hermana del arzobispo emérito de Sao Paulo, cardenal Paulo Evaristo Arns, un reconocido defensor de los derechos humanos durante la dictadura militar que gobernó ese país entre 1964 y 1985. Tres de los mejores hoteles de la capital, se derrumbaron parcialmente. En uno de ellos figura como desaparecida la esposa de un general chileno que integra la fuerza de las Naciones Unidas en Haití. Pero estos apuntes se refieren a la zona céntrica de la capital, donde están las construcciones más sólidas y donde existían algunas infraestructuras propias de una zona urbana. Pero a centenares de metros se extienden barrios donde las viviendas son elementales, precarias y se carece de los servicios básicos, como el caso de Cité Soleil. Allí el drama es pavoroso. Prácticamente nada queda en pié. La gente deambula con rostros de angustia o desconcierto entre cuerpos de muertos y heridos.

Hoy Haití volvió a las primeras planas de los diarios y a encabezar con sus desoladoras imágenes los telediarios en todo el mundo. La nueva catástrofe, el terremoto más devastador en 240 años es el tríste mérito para esa reaparición. Muchos descubrirán la realidad de aquel país isleño, hasta ahora vagamente reconocido como un lugar distante y exótico. Si tienen interés y un mínimo de paciencia, se asomarán a su dolorosa historia, desde el parto como primera república negra del planeta, una lucha de los esclavos que liderados por Toussaint Louverture derrotaron a Napoleón hasta nuestros dias.

Ese pueblo hermano necesita hoy la solidaridad internacional, no solo la de los gobiernos que pronto olvidarán la tragedia y muchos incumplirán -como tantas veces - sus compromisos humanitarios proclamados, sino la de los pueblos. Las de todos los que sentimos ese dolor como propio, como parte de los que sufre nuestra América Latina en busca de un futuro mejor. Como escribió hace años Noam Chomsky : "En nuestras vidas el paraíso encontrado por Colón y que enriqueció a Europa puede convertirse en un desierto desprovisto de vida. Nunca es tarde para detener ese destino. Si llega a ocurrir, los poderosos no tendrán ninguna dificultad en lavarse las manos de toda responsabilidad; los que se han beneficiado de una buena educación pueden escribir el guión ahora mismo. Si llega a ocurrir, solo nos podremos culpar a nosotros mismos".

* Por Carlos Iaquinandi Castro,
redacción de SERPAL, Servicio de Prensa Alternativa.

12 de enero de 2010

Jésica y Roberto, ¿conocerán de qué trata el proceso de cambio?

Por Gisela López Rivas*
“Si tanto les gusta las mises, ahí tienen una. Elíjanla”, ha debido decir el estratega que tuvo la ´brillante´ idea de postular a la gobernación beniana a una ex miss Bolivia. Pero además ha debido sobar sus manos y, por supuesto, disfrutar plena y sarcásticamente cuando el Presidente la presentó como “la única mujer candidata a una gobernación en el país”.
No tengo absolutamente nada personal contra la candidata elegida por el MAS en el Beni, ni con la belleza que expone, ni siquiera con la elite que personifica. Aunque con los reinados sí. Estoy segura que el culto a la belleza, la promoción de reinados y demás shows de pasarelas forman parte de ese “ser cruceño” que desde la elite cruceña y ´medialunera´ se quiere imponer. Se le quiere hacer creer al país y al ´mundo´(a un mundo minúsculo) que ése es el prototipo de la mujer cruceña, de la mujer oriental boliviana: alta, bella, blanca, rubia, de medidas perfectas; en absoluta negación de la gran mayoría de mujeres de esta sociedad y del oriente todo.
Jésica no tiene la culpa, por supuesto. Tal vez para ella, éste será como otro concurso más. Y no la juzgo ni la disminuyo en sus cualidades y en sus potencialidades internas que desconozco. De ella sé lo que todos sabemos. Es decir, lo que los medios de comunicación han mostrado de ella. Nada más.
Lo que me preocupa y, por supuesto, cuestiono es la decisión asumida por los líderes de mayor arrastre que tiene el país en este momento.
Sesudamente fue la decisión de las candidaturas del MAS para La Paz. Dos intelectuales paceños, militantes del partido, con trayectoria en el gobierno, etc. fueron los elegidos para postular al Municipio y a la Gobernación de ese departamento. Los politólogos dirán: ´decisión acertada´, por supuesto. Decisión respetuosa con la sociedad paceña, también.
Pero en el oriente, ¡qué importa!… “Que elijan pues una reina, si tanto les gustan los reinados”, ha debido ser la frase de los asesores más influyentes en el Presidente Evo.
Si no ha sido así, entonces el argumento ha sido el de Maquiavelo: los medios no importan, no es necesaria la moral porque es contradictoria con la política. Entonces si Jésica es el medio, lo demás importa un bledo. Las luchas históricas de las más de 15 nacionalidades indígenas que hay en Beni, la de los campesinos, la reivindicación del proceso de cambio de un grupo de intelectuales benianos, tampoco valen. Lo que vale es el fin, es decir ganar.
En momentos como este, cuando los aliados del proceso están casi obligados –por ser orgánicos al MAS- a callar, alguien tiene que decir estas cosas, sin que ello implique “ser de la derecha” o sin que ello signifique estar en contra del proceso de cambio.
Y es que Jésica, por supuesto que no representa el proceso de cambio. Como tampoco lo representa Roberto Fernández, hasta hace poco nomás aliado de Tuto Quiroga, cuya reaparición en la política fue del brazo de un ex constituyente del MNR, de los más radicales opositores a la nueva Constitución Política del Estado. Bastaría con preguntarle a alguna de las campesinas, de las bartolinas que fueron asambleístas, qué hizo el Gral. Freddy Soruco en la Asamblea Constituyente cuando ellas luchaban por un nuevo texto constitucional que las incluya y que reivindique sus derechos eternamente postergados.
Es provocativo ver a Roberto Fernández en la televisión afirmando que “ahora sí comenzó el proceso de cambio en Santa Cruz…”. Imagínense semejante desconocimiento de todo lo que se ha hecho desde Santa Cruz en el este proceso histórico. Es una negación ofensiva a quienes vienen luchando por este proceso desde la década de los 80. Es una negación de hechos históricos, como la marcha del año 2002, que pidió específicamente Asamblea Constituyente para transformar el país, para transformar el Estado. Esa marcha se organizó aquí y salió desde la misma sede de los originarios de este departamento. Claro, en aquella marcha, el principal opositor fue el presidente de entonces, Tuto Quiroga, el anterior aliado de Roberto.
En Santa Cruz el proceso de cambio tiene larga data. Por si acaso, la caída de las logias, la hecatombe de los grupos de poder más dañinos de Santa Cruz, son también parte de este proceso de cambio.
Pero Roberto lo ignora.
¿Habrá soñado alguna vez Roberto Fernández con otra Santa Cruz de la Sierra? Otra Santa Cruz que no se limite al pavimento. Otra Santa Cruz que no construya parques solamente para los que vivimos dentro del cuarto anillo. Otra Santa Cruz que tenga políticas ciudadanas para todos, donde se considere hasta los miserables barrios de migrantes indígenas como los ayoreos, los guaraní, etc. Otra Santa Cruz con un tráfico ordenado, con ciudadanos educados, con mercados limpios, con vecinos respetuosos…
Basta con revisar qué hizo en su gestión como alcalde para tener la respuesta. Pero el MAS lo postula sin ningún miramiento, en clara negación a sus proclamas del pasado inmediato. Seguramente, en la lógica maquiavélica de la búsqueda del “fin”.
Ni “de la derecha” ni “traidora del proceso de cambio”. Menos traidora de mi región. Mi posición es simplemente crítica y consecuente con un discurso que estuvo siempre vinculado con la necesidad de un cambio, pero un cambio que incluya cambio en la práctica de la política también.
*Periodista
giselalopezrivas@yahoo.es

9 de enero de 2010

“Un afro, un yuracaré, una yuqui, un guarayo, un guaraní… en la Asamblea”

Por Gisela López Rivas*
Dicen que en el acto de entrega de credenciales, fue muy emotivo el momento en que Jorge Medina Barra, afroboliviano, recibió su credencial como parlamentario de la Asamblea Plurinacional Boliviana. Lo mismo sucedió cuando Rinha Aguirre, una no vidente, senadora por Tarija, recibió sus documentos de parlamentaria. Imagino –aunque pasó desapercibido para la prensa- que ha debido suceder lo mismo en el más profundo, pero silencioso, sentimiento del indígena yuracaré, Eleuterio Guzmán Zelaya, que por primera vez en la historia –no sólo del periodo democrático- de Bolivia desde su fundación, llega a ese cónclave.
Ha llegado también por primera vez un guarayo, Bienvenido Zacu. Quién iba a pensar ver a Bienvenido sentado en el mismísimo ex Congreso, hoy Asamblea Plurinacional, haciendo incidencia en favor de su pueblo cuyas tierras se las han rifado entre cuatro. O ver a Eleuterio Guzmán Z., el yuracaré, y a su suplente, Luisa Guaguaguasu, una yuqui, agotando esfuerzos para que sus culturas no desaparezcan, no mueran. Para que sus pueblos dejen de ser “etnias en extinción”.
Es increíble saber que el pueblo chipaya también tiene uno ahí, metido entre 166 asambleístas. Los chipayas que viven como en otro planeta, en el confín del mundo, olvidados, como si esos territorios no fueran también Bolivia. Ahora tienen quien los represente, aunque sea uno.
Los guaraní también llegaron. Seguros de que cuando quieren pueden, se arriesgaron a la votación uninominal y ganaron en la Circunscripción 59 de Santa Cruz postulando al máximo líder de la Asamblea del Pueblo Guaraní: Wilson Changaray, quien ahora tendrá que, desde la Asamblea Plurinacional, luchar por la liberación total de su pueblo que, aunque lo niegue hasta la Iglesia, una parte sigue siendo sometido a la esclavitud, al cautiverio, a la servidumbre (no lo digo yo, me remito al informe de Naciones Unidas, del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de 2007-2008).
Wilson tendrá que luchar por la recuperación del territorio de su pueblo y para que las comunidades cautivas sean liberadas de las haciendas. Para que aquellas que se incrustaron en lo más recóndito, para preservarse culturalmente y liberarse del yugo patronal, también se liberen de esa autocondena y sientan que Bolivia también es de ellos y que ellos también son Bolivia. Seguramente habrá fiesta en Tentayape (“la última casa”, en guaraní) porque este hecho significa un atisbo, una señal de que está cerca el tiempo en que “nunca más tendrán patrones”.
Pedro Nuni, mojeño, ex vicepresidente de la CIDOB, también se aseguró un curul. Ya lo veo a Pedro, orgulloso de su pueblo, de su cultura, de sus costumbres, parlando en igualdad de condiciones con los que no son indígenas.
De más de 30 escaños especiales que demandaron las naciones indígenas originarias de Bolivia, terminaron consolados por la clase política vigente –incluida, y con mayoría, el MAS- con sólo con siete espacios. Pero se han dado modos, con base en alianzas y en la voluntad de “ceder”, para ser más de siete.
La dura lucha por la reivindicación de derechos que han librado los líderes indígenas en los últimos años ha sido una verdadera escuela superior, mejor que las universidades del mundo por donde se ha paseado la clase política tradicional boliviana. Los indígenas han hecho lo que los experimentados políticos, estudiados y formados, muchos hasta estrategas de la política, no han podido hacer: Alianzas.
¿Cómo repartirse 7 escaños entre más de 30 pueblos que pretendían ocupar uno por lo menos? Fue la gran pregunta.
Repitieron la estrategia que implementaron rumbo a la Asamblea Constituyente: Alianzas.
Han aprendido que hay momentos en que unos deben ceder el espacio a otros. Saben, perfectamente, que divididos no pueden llegar. Y ahora han llegado. No todos, es verdad. Hay que reconocer que la Asamblea Plurinacional aún no es tan plurinacional que digamos, que la diversidad boliviana aún no está representada en ese Poder y que aún falta mucho camino por recorrer.
Y es que, más allá de la crítica que una tiene sobre las últimas definiciones electorales con miras a abril próximo, donde los mejores espacios siguen en manos de los “tradicionales”, el proceso de cambio va imponiendo, casi por la fuerza, el verdadero cambio. Pero de a poquito.

*Periodista
giselalopezrivas@yahoo.es

Me caí del mundo y no se por dónde se entra

Eduardo Galeano, periodista y escritor Uruguayo
(Para mayores de 30)

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco..
No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.
¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!
Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida!
¡Es más!
¡Se compraban para la vida de los que venían después!
La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta palanganas de loza.
Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de refrigerador tres veces.
¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.
¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?
Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y más basura.
El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad.
El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de... años!
Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la Fiesta de San Juan.
Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y bote que ya se viene el modelo nuevo'.Hay que cambiar el auto cada 3 años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que tenés esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para pagar el nuevo!!!! Pero por Dios.
Mi cabeza no resiste tanto.
Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real.
Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombrecomo para cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?
¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!! ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!
Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!!!
Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de bastos'.
Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza completa.
Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita', nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo,pegatina en el cabello y glamour.
Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane de mano y sea yo el entregado.

4 de enero de 2010

Bolivia: candidatura de Jerjes Justiniano en Santa Cruz, pronosticada en este espacio hace 13 meses

por Flavio Dalostto

El Lunes 28 de octubre de 2008, en el artículo "NOTICIAS DE LO QUE QUEDA DE LAOPOSICIÓN BOLIVIANA II", expresaba "¡Por fin, Santa Cruz va por su Liberación! Acabo de leer sobre un nuevo partido político regional en Santa Cruz, el Partido "Colectivo Igualitario Santa Cruz Somos Todos", entre quienes se encuentra el socialista Jerjes justiniano. Este partido, ya existía como movimiento de conciencia social, pero ahora se ha configurado para dar pelea electoral por la prefectura del departamento y su representación legislativa en 2009. Creo que por fin ha surgido la expresión verdaderamente cruceña que todos esperábamos, y que derrotará el extremismo cruceñista desde adentro de la ciudad, sin necesidad de "ayuda" externa. Qué bueno sería que otros sectores políticos, entre ellos el MAS cruceño, puedan establecer una Alianza Democrática por el Cambio, junto a "Santa Cruz Somos Todos", que defienda los intereses de Santa Cruz, en solidaridad con el resto de los bolivianos. Este sería "El ejército de Paz Cruceño", del que he hablado en artículos anteriores, y que sueño que liberará a los cruceños del "cruceñismo" trastornado. ¡Al fin, buenas noticias para el Oriente Boliviano!"

Y el miércoles 5 de noviembre de 2008, en el artículo "LA OPOSICIÓN EN SERIO, TAMBIEN SIRVE A LA REVOLUCIÓN", escribía "La estrategia del MAS fue quebrar la oposición, y producir una decantación entre una centro derecha "pactista" y una extrema derecha violenta e irracional. A esto se suma, el surgimiento de una fuerza de centro-izquierda no masista en Santa Cruz "Santa Cruz Somos Todos", formada por varios políticos honorables como el socialista Jerjes Justiniano"

Hoy, en la ABI (Agencia Bolivia de Información), leemos "El flamante candidato a la gobernación de Santa Cruz, el abogado socialista Jerjes Justiniano, propugnó el lunes un gobierno de unidad departamental, sin discriminaciones de collas o cambas, ricos o pobres, luego de ser postulado por el líder del gobiernista Movimiento Al Socialismo (MAS), el presidente Evo Morales, a tres meses de las elecciones regionales en Bolivia. Yo quiero ser el candidato de cambas y collas, quiero el candidato de la unidad, no de la confrontación, el que una a Santa Cruz en el proyecto histórico más grande de Bolivia, afirmó en un encendido discurso de ocasión pronunciado en el acto de su proclamación como candidato a la gobernación del departamento más rico y poblado de Bolivia".

Así que me siento muy reconfortado, no solo por haber previsto hace más de un año, la Unidad entre el MAS de Evo y el Movimiento "Santa Cruz Somos Todos"; sino por el liderazgo presentido, de Jerjes Justiniano, en esa posible Alianza, hoy convertida en realidad. Saludo con todo respeto y admiración al futuro Gobernador de los Cruceños, que pondrá fín ha tanta violencia facciosa y criminal, convirtiendo a Santa Cruz en el Símbolo Máximo de la Unidad Boliviana, trayendo Paz y Progreso a todos los cruceños, sin distinción de orígenes étnicos y sociales. ¡Adelante Santa Cruz Somos Todos! ¡Adelante Cruceños! ¡Adelante Bolivianos!

http://la-opinion-argentina.blogspot.com/

El imperio y su rutina de guerras agresivas

02-01-10
Comentario Internacional-1.

Durante mucho tiempo hemos constatado que la gran crisis que sufre el Modo Capitalista de Producción (MPC) y su principal representante el Imperio Maldito, pretende ser resuelta a través de la globalización de la guerra. En efecto, la industria militar norteamericana, el negocio mundial de armas para sí mismo y para sus aliados, las operaciones de guerra agresivas que desata cada día con más amplitud, nos hacen pensar que para huir de su catástrofe final, el Imperio manipulara y provocará periódicamente incidentes del tipo “terrorismo” para justificar sus agresiones programadas. La guerra agresiva contra cualquier país, en cualquier continente y con los pretextos fabricados por los propios imperialistas, es un negocio que intentará sacar al Imperio de sus males estructurales.

Ahora se trata de Yemen, un país pobre del sur de la península arábiga que según los “informes” de la CIA y el Pentágono, es una nueva base de Al Q`aeda (una organización paramilitar creada por el propio Imperio). El pretexto es digno de las estupideces de los portavoces de la agresión. Resulta que un ciudadano nigeriano que viene de Yemen, donde fue “adoctrinado”, pretendió hacer explotar un avión comercial con rumbo a los Estados Unidos.

El pretexto ya ha sido encontrado. El senado se mueve rápidamente: se ha descubierto un gran atentado contra la “seguridad” de los Estados Unidos que viene desde el pobre y desmantelado Yemen. ¡No importa! ¡A tronar los tambores de la guerra!

Tan descarado es el pretexto que nadie en el mundo puede tomar en serio semejante manipulación. Conociendo como conocemos la trayectoria de la CIA en el mundo, podemos suponer válidamente que ese sujeto (el nigeriano) es un agente o un simple mercenario que ha desempeñado el papel que se le ha asignado para provocar una guerra. Toda la parafernalia de los medios se mueve para mostrar a ese Yemen destartalado (que un día fue un país digno cuando desarrolló un movimiento nacional independiente y socialista), como un peligrosísimo enemigo del modo de vida americano. ¡Hay que destruir ese peligro, inmediatamente!

Ya han sido enviadas a Yemen, las avanzadillas de la invasión:

«La CIA envió hace un año a ese país varios de sus principales agentes de campo con experiencia en contraterrorismo, según un ex alto funcionario de la agencia. Al mismo tiempo, algunos comandos de Operaciones Especiales más reservados empezaron a entrenar a las fuerzas de seguridad yemenitas en tácticas de contraterrorismo, señalaron altos oficiales….» (1)

«Yemen se convierte ahora en uno de los centros de esa lucha (la lucha antiterrorista. N.n.)…» (2)

Como se puede apreciar, Yemen no es un problema del “terrorista” nigeriano, sino una operación programada hace tiempo para encender otro foco de guerra agresiva con los fines que hemos denunciado.

Está listo el panorama, una vez más y van mil, otro pobre país del Tercer Mundo será escenario de masacres, bombardeos, asesinatos, torturas y todo el arsenal maldito del Imperio.

¡¡Pueblos del mundo, dijo Mao, uníos para derrotar al imperialismo norteamericano!!

Notas.

1. The New York Times. Una selección semanal ofrecida por La Razón. “Estados Unidos amplia a Yemen la guerra contra Al Qaeda”. Sábado 2 de enero de 2010.
2. Declaraciones del senador Joseph I. Lieberman (judío) Publicación citada.

PCmlm.